El primer disco que compré fue el “Ten”. El primer disco de Pearl Jam. Lo compré con monedas que recolecté en los rincones de mi casa y era el único disco que tenía. Bueno, al menos hasta que “Nevermind” (de Nirvana) salió un mes después, pero ese es otro cuento. Nunca voy a olvidar ese mes. Fue la vez única vez que tenía un único álbum y amaba la maldita cosa. Era mío. Estaba cumpliendo 12 años y fui a una pequeña tienda de discos en la galería de nuestra ciudad con un calcetín lleno de monedas juntadas específicamente para comprar ese disco. Llegué a mi casa con el nuevo regalo de cumpleaños que yo mismo me hice y estaba alucinado. No podía esperar para escucharlo. Abrí la puerta, y podía sentir el silencio en mis huesos. Mi casa estaba vacía.
Tienen que saber que vengo de una familia muy grande, así que entrar a nuestra casa sin que nadie estuviera ahí era algo muy raro. Después de todo, era mi cumpleaños, pero no había nadie en la casa. Estaba solo.
¿Dónde estaba todo el mundo?
Por supuesto, saqué provecho de la situación y puse el disco a todo volumen. Me quedé ahí escuchando el disco por horas, una vez tras otra. Pero, en serio, ¿dónde estaban todos?.
Eventualmente el teléfono sonó con la música sonando lo más fuerte que se podía y corrí a contestar esperando que fuera mi madre para cantarme el cumpleaños feliz.
Era mi madre, pero no estaba cantando…
Me dijo: “Mi amor, estamos en el hospital…”
Mi corazón comenzó a latir muy rápido, el tiempo se detuvo, y todo lo que podía oír era a Eddie (Vedder) cantando en el fondo.
Entonces, mi madre me explicó que mi hermana acababa de nacer. Había dado a luz a una pequeña niña el mismo día que se publicó el primer álbum de Pearl Jam, y en mi cumpleaños.
Tantas emociones para un solo día, y este hombre fue una gran parte de aquella. (El actor aparece en una foto con el músico más abajo).
Me encantan las historias de crecimiento. “Los Goonies” -la película de 1985-, “Stand By Me” -la película de 1986-, “Wonder Years” -la serie de 1988-. Niños tratando sólo de entender las cosas.
Nunca voy a olvidar el final de ese verano. El verano en el que cumplí 12 escuché mi primer disco, estando solo en mi casa, en mi cumpleaños, preguntándome dónde diablos estaban todos.