¿Megadeth o Metallica? Deben ser innumerables las veces que se ha manoseado este debate en los foros y las redes sociales, comparación que no tiene mucho sentido si partimos de la premisa que la percepción de una banda (o estilo musical) es bastante subjetiva, y depende claramente de los gustos de quién ofrezca su opinión. En lo personal me quedo con Megadeth, y las razones que esgrimo para hacer esta aseveración apuntan más bien a la consecuencia de su estilo, que si bien es cierto no ha estado exento de ligeras variaciones, ha sabido perdurar a través de sus casi 30 años de trayectoria. Una banda cuya calidad es innegable y que prácticamente no ha realizado discos malos, a excepción del resistido álbum “Risk” (1999), que pagó caro el precio de acercar su sonido hacía una corriente más hard rock.
“Pude haber sonado exactamente como Metallica si lo hubiera querido, pero no lo hice, Megadeth no suena para nada como ellos.” (Dave Mustaine)
No es coincidencia que Megadeth esté catalogado como uno de los cuatro grandes del metal, compartiendo honores con Metallica, Slayer y Anthrax (The Big Four), y gran parte de su éxito tiene su justificación en la figura excluyente de Dave Mustaine, guitarrista, vocalista y líder de la banda, un músico completo que durante su vida ha sabido superar todos los obstáculos que se le han presentado, como su desvinculación de Metallica, su adicción a las drogas y la lesión que sufrió en el nervio cubital radial del bíceps izquierdo en 2002, accidente que casi lo deja inhabilitado para seguir tocando la guitarra. No es bueno caer en comparaciones y tampoco es necesario echar mano de ellas para resaltar los atributos que hacen de Megadeth una de las bandas más significativas e imprescindibles de las últimas décadas, ya que por sí solos han sido capaces de demostrar que conocen a la perfección la fórmula para generar grandes éxitos, y que la experiencia de verlos en vivo puede hacer estallar los sentidos.
Megadeth y su paso por Chile
Para nadie es un secreto el cariño que profesa Megadeth, en particular Dave Mustaine, por este extremo del continente, incorporando siempre estas latitudes dentro de sus giras de promoción. Tratando de ser lo más objetivo posible en lo que respecta a las preferencias del guitarrista, es probable que la balanza se incline un poco hacia Argentina, ya que es precisamente en estas tierras donde los norteamericanos han tenido las mayores muestras de gratitud (en 2007 editaron el DVD “That One Night: Live in Buenos Aires”, que fue grabado en el marco del Pepsi Music Rock Festival 2005). Puede resultar difícil identificar el punto exacto donde nace esta relación tan especial de Mustaine con Sudamérica, pero existen versiones que apuntan a que el frontman de Megadeth habría quedado impactado por la recepción de sus fanáticos en su primera visita en 1994, en el contexto del tour “Youthanasia”, presentándose el 29 de Noviembre en un repleto Estadio Chile (actual Víctor Jara), y posteriormente llenando dos veces el Estadio Obras Sanitarias en Buenos Aires.
No habría que esperar mucho para tener de vuelta a Mustaine y su banda, ya que en 1995 regresarían a Chile para ser parte de la segunda versión chilena del Festival Monsters Of Rock, que se llevo a cabo en el Teatro Monumental (ahora Caupolicán). Megadeth se presentó en la primera jornada (7 de Septiembre), compartiendo escenario con el legendario Alice Cooper, ambos ofreciendo shows de gran nivel, pero que no tuvieron mucha repercusión mediática al ser eclipsados por las presentaciones de Ozzy Osbourne y Faith No More, que derrocharon potencia y energía el segundo día. En 1998, Mustaine y compañía retornaron a tierras criollas como parte de su tour “Cryptic Writings”, donde nuevamente hicieron estallar un Estadio Chile que gozó con cada una de las 26 canciones que fueron interpretadas esa noche (23 de Septiembre). Este show tuvo la particularidad de que ya no estaba en la alineación el baterista Nick Menza, quien tuvo que abandonar sus actividades debido a la detección de un tumor en la rodilla (posteriormente se conocerían nuevos antecedentes respecto a que su desvinculación de la banda se debería al consumo de marihuana por parte de Menza).
Los fans de Megadeth tuvieron que esperar largos siete años para tener de vuelta a sus ídolos, y esto se dio en el marco del tour “Blackmail The Universe”, presentándose el 6 de Octubre de 2005 en el Court Central del Estadio Nacional ante más de 6.000 espectadores, que fueron testigos de un show memorable, donde el fervor del público obligó a Mustaine a incorporar dos canciones que no estaban contempladas en el setlist,completando una presentación de 27 temas y más de dos horas de duración.
“Bueno, el show en Chile fue fantástico. Salvo por las 500 personas que provocaron disturbios fuera del recinto, los 24 detenidos, la muralla que fue derribada y el auto destruido, todo salió suave como el culo de un bebé.” (Dave Mustaine, posterior al show en el Court Central)
El 31 de Mayo de 2008, la gira “Tour Of Duty” vuelve a traer de vuelta todo el metal de Megadeth, presentándose por primera vez en el escenario del Arena Santiago ante 15.000 incondicionales seguidores. Un show que en todo momento estuvo a la altura de las circunstancias, con un impecable sonido en vivo y donde sólo se puede criticar la ausencia de algunos grandes éxitos, tales como “Reckoning Day” y “Train Of Consecuences”. Este mismo recinto volvió a albergar a los norteamericanos el 30 de Abril de 2010, esta vez como parte del tour “Endgame”, en donde, además de presentar el álbum del mismo nombre (2009), también interpretaron íntegramente la placa “Rust In Peace” (1990) y que nuevamente tuvo una convocatoria que rápidamente agotó todos los tickets disponibles.
La última visita de Megadeth se produjo el 12 de Noviembre de 2011, para la segunda versión de Maquinaria Festival, en donde fueron los encargados de cerrar una primera jornada histórica, presentándose en el escenario Transistor ante cerca de 40.000 espectadores que soportaron estoicamente el frío y el polvo del Club Hípico de Santiago, para ver a uno de los máximos exponentes del metal a nivel mundial. En esta oportunidad la banda aprovechó para presentar su última producción “TH1RT3EN”, redondeando un show que, como siempre, contó con la aprobación de todos sus fanáticos.
Celebrando dos décadas del álbum “Countdown To Extinction”
Para muchos fanáticos de Megadeth, el álbum “Countdown To Extinction” (1992) es sin lugar a dudas el mejor disco de la banda, y quizás así lo evidencia el doble disco platino y la nominación a los premios Grammy de 1993 en la categoría de Mejor Interpretación de Metal. Haciendo valer el cercano lazo que existe entre Mustaine y nuestro país, es que la banda decidió celebrar los 20 años del lanzamiento de esta placa con un show íntimo en el Teatro Caupolicán, el próximo 7 de Septiembre, en donde interpretarán íntegramente cada pista del disco. Tal como era de esperar, los tickets se agotaron rápidamente. La banda aceptó fijar una segunda fecha para el 8 de Septiembre, cuyo setlist se basará en canciones de su segundo álbum de estudio “Peace Sells… But Who’s Buying?” (1986), el cual es considerado por los críticos especializados como una de las piezas fundamentales del thrash metal. Las ubicaciones de cancha para este segundo show se agotaron en menos de un mes y el éxito de ventas asegura que en ambas jornadas habrá un lleno total en el recinto de San Diego. Un marco acorde a la jerarquía de una de las bandas más queridas y respetadas por el público chileno.
Pese a que su origen y concepto es otro, la canción “Heroes” de David Bowie dice que podemos ser héroes sólo por un día, pero también que lo podríamos ser por los siglos de los siglos. El domingo 19 de diciembre en Chile no sólo se decide quién será el próximo presidente, sino que están en juego los derechos y la dignidad de una gran parte de nuestra sociedad con la amenaza que representa uno de los candidatos.
El resultado de la elección es tan incierto, que, tal como lo indicábamos hace unas semanas en nuestra columna “Contra La Amenaza Fascista”, el riesgo de perder derechos fundamentales está a la vuelta de la esquina, además del inminente apagón cultural y un sistema de control totalitario al no darle cabida a la pluralidad, en caso de que la opción de ultraderecha resulte electa. Y, habitualmente, los seres humanos no somos conscientes de este tipo de peligros hasta que ya estamos lamentando las consecuencias.
Este texto no es un llamado a quienes van por la opción 2 para que reevalúen su voto porque sería extremadamente inútil. No hay argumento que se pueda esgrimir, por mucho fundamento que contenga, para hacerlos entrar en razón. Esto va dirigido a un grupo específico no menor que puede guiar la historia de esta decisión: las personas jóvenes que no creen en la política y que tienen derecho a sufragio.
Quienes alcanzamos la edad para tener derecho a voto a fines de los 90, recordamos vívidamente aquella etapa de floreciente juventud, donde afirmábamos que daba lo mismo participar en elecciones porque todo iba a seguir igual y que dichos procesos en realidad no servían para nada. Pese a que estábamos equivocados, de alguna manera el quehacer de la política y su nulo impacto –con el objetivo de mantener el statu quo– nos daba en parte la razón, sin embargo, con el tiempo nos fuimos dando cuenta de que todo es política, y cada dirección que nuestras vidas toman está supeditada a las decisiones de quienes nos gobiernan y le dan forma al tipo de sociedad en el que tenemos que desempeñarnos.
En base a lo anterior, en esta semana crucial hacemos un llamado a aquellos que no han participado de estos procesos, a los desencantados con justa razón, a quienes piensan que no marcan diferencia por ser sólo uno entre tantos, a que voten en esta segunda vuelta por la opción 1, Gabriel Boric. El poder que ustedes tienen juntos es el que realmente puede decidir las vías de cambio que la sociedad chilena necesita; si no quieren mantener el statu quo, no sean el statu quo.
Si gana la ultraderecha, ¿para qué fue toda la demostración de hastío que se expresó hace más de dos años? ¿Creen realmente que el candidato republicano se preocupará de sus vidas y velará por generar los cambios que necesita para mejorarla? A esta última interrogante la respuesta es un rotundo no. En el programa de Gabriel Boric hay una real intención de mejorar la vida del ciudadano común, y si no se cree en lo que está escrito en papel, al menos está la seguridad de que tiene el corazón en el lado correcto y una evidente empatía. Quizás van a sentir que en realidad no hicieron mucho yendo a votar, pero les aseguro que las personas que ustedes serán en el futuro mirarán hacia atrás y se sentirán orgullosas de que fueron héroes por los siglos de los siglos y no sólo por un día.
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