“Alguno de nosotros tiene que crecer a veces. Si tengo que hacerlo, te dejaré atrás” canta Hayley Williams en “Grow Up”, uno de los tracks de “Paramore” (2013), en una de las señales más profundas sobre los cambios sufridos por los norteamericanos tras la salida de los hermanos Farro. Y es que la partida de Zac y Josh –también miembros fundadores del combo- además generó una pequeña revolución compositiva en la banda, en la que la colorina abrió camino a Jeremy Davis (bajo) y Taylor York (guitarra) para ser parte del equipo creativo de su último trabajo publicado este año. Una reinvención que los tiene en uno de los mejores momentos de su carrera.
Pero para conseguir aquel estatus, Williams y compañía debieron aguantar el embate del mayor de los Farro, que trató a la banda como una marioneta controlada por un sello discográfico: “La verdad es que nosotros comenzamos como algo natural y fuimos transformados en un producto manufacturado que siempre anduvo a las faldas del sueño de Hayley”, expresó Josh en un post subido a su blog personal que, finalmente, fue confirmado como real. Pero eso fue sólo en lo general, porque en lo particular también hubo diferencias claras que apuraron el quiebre tras la publicación de “Brand New Eyes” (2009). “Hayley nos presentó letras que eran realmente negativas y con las cuales no estábamos de acuerdo, como por ejemplo: ‘La verdad nunca me hizo libre’, lo que contradice a la Biblia en Juan 8:32 (‘La verdad los hará libres’)”. Discutieron sobre las letras, como la de “Careful”, que estas no representaban a Paramore, pero la frontwoman ganó la pulseada. Los Farro ya no quisieron pelear. No había vuelta atrás.
“Dije que acabé con los falsos amigos”, continúa la letra del tercer tema del disco homónimo. Y es que las palabras del guitarrista fueron dolorosas, quizás reveladoras, pero Williams no dejaría que su ex novio ofendiera todo lo cimentado desde 2005 con su debut “All We Know Is Falling”. “Cada segundo que estuvimos en el escenario, todos lo que hicimos por nuestros fans, son cosas que nosotros construimos y que luchamos por ellas. Nadie puede desacreditar eso”. Y ella nunca creyó en todos los motivos de la salida de los Farro.
Aún así, en el sitio oficial de la banda, Hayley colgó un comunicado donde explicaba que a ninguno de los miembros les sorprendió la decisión y que hace meses que parecía que Zac y Josh no querían estar en el grupo. Pero que querían que ambos fueran felices, y que los ayudarían a encontrar esa felicidad donde sea. Además, reafirmaba que Paramore no se acababa ahí y que comenzaba una nueva etapa para el grupo. “Esperamos que estén animados por el hecho de que tres de nosotros, que todavía seguimos aquí, estemos preparados para otro capítulo en nuestro camino juntos. Siempre han sido los que nos han hecho seguir, así que, ¿por qué parar ahora? Queremos permanecer fieles a ustedes, sabiendo que tenemos una pasión unificada y una visión clara que nos hace sentir más fuertes que nunca”. Y ese era el punto de partida para el disco homónimo, algo que podría tomarse tanto como una purificación o como una nueva aventura. Una confirmación de principios y de lo que significaba Paramore para Williams, Davis y York.
Mientras tanto, en una entrevista con NME, publicada el 26 de septiembre de 2012, el menor de los Farro comentó las razones (personales) que lo hicieron dejar la agrupación: “Con Josh volvimos a Tennesse de gira, llegamos a nuestra casa y nuestros padres se habían divorciado. Todo era diferente y comencé a sentir que perdí muchas cosas. Me encantaba viajar y tocar en Europa, pero no quería estar lejos. La gira mundial me costó la infancia”. Asimismo, explicó que tuvo muchos sentimientos negativos en contra de la música, que fue lo que lo alejó de su familia y de su hogar. Y que necesitó de un año para ver que su vida como músico fue una bendición.
Todo lo que verdaderamente importa, terminó de exponer Hayley, son los buenos momentos. Las fotos abrazados, los viajes en camioneta, sus rostros al verse cantar. Pero como define “Grow Up”, a veces hay que crecer y dejar atrás.
Paramore se presenta el próximo jueves 18 de julio en Movistar Arena.
Pocas artistas transitan con seguridad entre lo ajeno y lo propio de manera tan clara como Cat Power. Sin temor a hacer covers, la cantautora ha encontrado reconocimiento por versionar en grande las canciones de otros, pero también por las suyas, en una carrera anómala dada la forma en la que ella flota y entrega carácter a lo que sea que haga. Su voz y su intensidad son lo que la distingue, con versatilidad y una marca propia que ha cruzado décadas.
El último lanzamiento de la cantante fue “Covers” este año, una colección donde recorre desde Nico hasta Lana Del Rey, desde Iggy Pop hasta Frank Ocean, y donde, cómo siempre, incluso se da tiempo de releer un tema propio, “Hate” del disco “The Greatest” (2006), que ahora versa como “Unhate”. Esta capacidad reflexiva viene de su admiración por Bob Dylan y su vocación por retrabajar sus canciones durante las giras y los ensayos, a veces cambiándolas por completo.
Es que, aunque en paralelo Cat Power tiene discos fuertes de composiciones propias, como “Wanderer” (2018) y “Sun” (2012), incluso su gira 2022 lleva el nombre de “Covers”, y en sus primeras paradas no sólo se concentra en el disco de este año, sino también en “Jukebox” (2008) y “The Covers Record” (2000), los otros álbumes de reversiones hechas por la artista, así que incluso Frank Sinatra o The Rolling Stones se pueden inmiscuir en sus conciertos. Esto podría sentirse como una estrategia de Marshall para mostrar un repertorio más cercano a públicos masivos, pero que tenga tres discos de covers y que se sienta bien incluso haciendo sus propias relecturas, tiene más que ver con arranques artísticos que con tácticas frías. La misma Cat Power explicaba en una entrevista que el cover a “Bad Religion” de Frank Ocean vino desde la forma de evitar sentir ira al cantar “In Your Face”, a la que le cambió la letra para sentirse bien al interpretar tal melodía.
Pero no sólo son voces las que cambian al generar nuevas formas, sino también la estructura completa. Cat Power puede deshacer la estructura reconocida y reconocible de una canción para dotarla de una vida nueva. Pasó con “(I Can’t Get No) Satisfaction” en 2000, y pasa con “The Endless Sea” de Iggy Pop en 2022. Cuando se escuchan reversiones de Cat Power no sólo se tiene a disposición una canción ya conocida para escucharla a ella a través de ese medio, sino que también está la chance de escuchar cómo ella percibe y oye el mundo, y cómo lo ve. Es ese acto de transparencia el que irrumpe al poner un poco más de atención en estas acciones de la artista, quien no pocas veces ha desnudado el alma respecto a hechos de su vida personal, desde desventuras amorosas hasta enfermedades que casi la hacen retirarse de la música.
Cuando en “I Had A Dream Joe” canta “I opened my eyes”, en medio del momento más estridente del disco, habiendo convertido el swag de Nick Cave en un pulso intoxicante más parecido a la última era de Scott Walker, queda claro que al escucharla cantar a otros en verdad es una forma de cantarse a sí misma, algo que ha cruzado su carrera, siendo puntal de lo que hace. Aunque ha creado grandes canciones por su cuenta, lo que nos atrae de Cat Power no sólo es su creatividad o su interpretación, sino también cómo ella nos quiere contar el mundo, ya sea a través de temas propios o ajenos, y mientras suene su voz, esto siempre será un privilegio artístico como pocos en el mundo hoy.
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