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We Are One Tour 2023: Acción y velocidad
Son los últimos días del verano y el intenso calor comienza a disiparse paulatinamente. En este contexto, la exigente jornada que se vivió durante el We Are One Tour se presentó como una despedida coherente a las altas temperaturas de la estación. Luego de su paso por Brasil, el festival latinoamericano trajo invitados de alto calibre, siempre fieles al espíritu lúdico, extremo y acelerado que han mantenido como impronta en cada edición, siendo el skate punk y el hardcore melódico los conceptos en común durante este 2023.
Eran cerca de las 18 horas y Unión X Afán fueron los primeros convocados para iniciar una tarde llena de velocidad. Acorde a los parámetros del festival, la banda oriunda de Copiapó demostró con creces su capacidad para ejecutar un hardcore con arreglos técnicos y melódicos, donde repasaron parte de sus sencillos y su álbum “Inserto Submundo” (2012), contando afortunadamente con la participación de un público en evidente sintonía y dispuesto a soltar sus energías desde muy temprano.
Luego fue el turno de los estadounidenses Cigar, quienes en un setlist de 12 canciones hicieron su intento por agotar a una eufórica cancha que no se dio por vencida fácilmente. Con canciones de su primer disco, “Speed Is Relative” (1999), y su reciente trabajo “The Visitor” (2022), la banda demostró que los años no han mermado su calidad musical, entregando un refrescante flashback hacia el sonido melódico de los noventa. Pese a que sus dos álbumes se llevan por más de dos décadas de distancia, los oriundos de Oregon lograron presentar un show íntegro que no hizo diferencias en cada periodo y fue exitoso en su afán de mover al público del Teatro Coliseo.
Durante su segunda porción, la escena de Suecia fue la gran protagonista del festival, comenzando con el intenso show de Satanic Surfers. Con “The Usurper” y “Egocentric”, la banda abrió la cancha del recinto, rearticulando los mosh pits que fueron parte habitual de toda la jornada. Tomándose una breve interrupción para saludar al público, el conjunto alcanzó un primer punto de conexión con “Hero Of Our Time”, haciendo corear a una gran mayoría de asistentes. Con excelente desplante técnico, los suecos lograron derribar las barreras del idioma y comunicarse a través de la energía de su música; además del especial carisma de su baterista y vocalista Rodrigo Alfaro, quien, pese a encontrarse en el fondo del escenario, pudo congeniar con una cantidad no menor de fanáticos que estaban en el Teatro Coliseo para verlos a ellos.
“Catch My Breath” fue un segundo paseo por su último disco “Back From Hell”, para luego dar paso al agresivo inicio de “Wishing You Where Here”, lo que incentivó un desfile de stage dives que no se detuvo hasta finalizada la presentación. Retomando el repertorio de su primer disco, “Puppet” y “Armless Skater” fueron canciones reconocidas por el público que, aparentemente, aún contaba con el ímpetu para seguir adelante en una tarde, a esas alturas, sofocante. Luego de una hora de show, donde se repasó en extenso su primer álbum “Hero Of Our Time” (1996) y se presentó parte de lo nuevo de su último disco, Satanic Surfers se despidió de su público. En un código de fraternidad, Alfaro se lanzó hacia los fanáticos, quedando como una postal para el recuerdo de esta tercera visita en Santiago.
Pese a lo extenuante de la tarde, los ánimos no cayeron hasta que llegaran los anfitriones del festival. Alrededor de las 21:20, Millencolin dio su entrada triunfal envueltos por aplausos que sólo fueron callados por “Kemp”, en un inicio a medio tiempo que dio la oportunidad para recuperar fuerzas para lo que se avecinaba. La calma fue breve, ya que la dupla de “Bullion” y “Sense & Sensibility” ofrecieron una visita fulminante por dos periodos de la banda, demostrando una capacidad en sus composiciones que no decae con el tiempo. En dicho sentido, la canción “SOS”, homónima de su álbum del 2019, recordó que los suecos siguen activos discográficamente; mientras que “Fox” fue el primer gran clásico de la noche ampliamente celebrado.
El vaivén de canciones suaves e intensas empezó con “Botanic Mistress”, para luego continuar con “Nothing” y culminar con “The Ballad”. Con Nikola Sarcevic cambiando el bajo por la guitarra, la ocasión alcanzó la complicidad del público y la camaradería en el Teatro Coliseo. Recobrando la euforia, el compás acelerado del hardcore en “Olympic” encaminó el final del show; continuando con la optimista y celebrada “Pepper”, la explosiva energía de “Mr. Clean” y el clásico indiscutido “Penguins & Polarbears”. Con gran parte de la labor realizada, Millencolin se dio un espacio para bromear con el público, compartir una cerveza y cerrar a lo grande con la esperada “No Cigar”, desatando las últimas gotas de energía que quedaban para disfrutar este momento y el clímax de toda la jornada.
Luego de una tarde completa guitarras y baterías veloces, el caluroso Teatro Coliseo se vaciaba de un público agotado, donde el sudor, la acción y la velocidad fueron recompensadas con las amplias sonrisas de satisfacción en gran parte de los asistentes. En cuanto a Millencolin, los suecos enmarcaron su sexta visita a Santiago con la sólida impresión que continúan erigiéndose como un nombre esencial del punk melódico, ofreciendo la oportunidad de transportarse hacia aquella época donde el skate y la música encontraron su punto culmine de unión, durante una nueva versión del We Are One Tour.
Setlist Millencolin
- Kemp
- Bullion
- Sense & Sensibility
- Happiness For Dogs
- SOS
- Ray
- Fox
- Man Or Mouse
- Dance Craze
- Botanic Mistress
- Nothing
- Loozin’ Must
- The Ballad
- Brand New Game
- Olympic
- Pepper
- Mr. Clean
- Penguins & Polarbears
- True Brew
- Duck Pond
- No Cigar
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Lollapalooza Chile 2023: Día 3

Jane’s Addiction
Era el esperado turno de los liderados por Perry Farrell tras su cancelación el año pasado. La banda, que debutaba en Cerrillos en el escenario Banco de Chile, sufrió la baja de uno de sus icónicos integrantes, lo que no fue impedimento para que resolvieran aquella deuda con nuestro país.
Dave Navarro sería sustituido por Josh Klinghoffer, quien de bajo perfil resolvió con oficio y actitud. Así, Jane’s Addiction partía su set con un doblete de “Nothing’s Shocking” (1988), encendiendo el ambiente con “Up the Beach” y “Ocean Size”. Es innegable la calidad e influencia que Jane’s Addiction ha tenido en una generación completa de músicos y público.
Y es que su líder, además de dominar completamente el espectáculo, también ha podido administrar con visión parte de una industria, liderando desde sus inicios la marca Lollapalooza. Hoy, las nuevas generaciones se mezclaron con los viejos emblemas del rock y juntos lograron encarnar la filosofía de cualquier festival donde lo que más importa es la música.
Con el sol golpeando nuevamente sobre las cabezas en un repleto escenario, Perry Farrell se dedicó a hablar e interactuar envalentonado por una botella de vino tinto. El cantante se refirió al calor e incluso al Presidente, provocando la positiva reacción del público. Para quienes buscaban clásicos, la banda deleitó. Repasó sus mejores éxitos y permitió a su guitarrista de emergencia soltarse en pasajes de la incansable “Three Days” y hasta reversionaron “Jane Says” en clave acústica.
Fieles a su estilo, la banda fue acompañada por bailarinas y una puesta en escena tipo burlesque. Jane’s Addiction regresa con el único peso de la experiencia en su espalda, sin intentar demostrar nada nuevo. Sin embargo, su presencia en un festival de estas características es siempre un deleite, agregando siempre un toque de oficio y experiencia.
Alain Johannes Trio
Para Alain Johannes la vida no ha sido fácil. El músico chileno regresaba a nuestro país tras la dolorosa pérdida de uno de sus mejores amigos, Mark Lanegan y parecía que esta sería la mejor oportunidad para un homenaje. Secundado por su banda local, Johannes se subió al escenario alternativo Aldea Verde y repasó gran parte de su nutrida trayectoria musical.
Con una seguridad y un toque de emoción, Johannes entregó una versión casi idéntica de “Can’t Change Me” de Chris Cornell, la cual trabajaron juntos y la frenética “Hangin’ Tree”, dedicada a Lanegan. La riquísima experiencia de Johannes daría para un show muchísimo más extenso e íntimo, con canciones de todos los estilos y generaciones que ayudó a producir.
Sin embargo, el músico se las arregla para condensar aquello y recorrer parte de ese camino musical. Así pasó por su excelente etapa de “Spark” e incluso Eleven, tocando “You’re my Diamond”, entre otras. Johannes es una joya y uno de los puntos altos dentro de la representación local en el festival. El músico, que además gozó de un correcto nivel técnico en el escenario, tiene aún mucho que mostrar hasta ponerse completamente al día con el país que ya logró conquistar.
Twenty One Pilots
Tenían la difícil tarea de ser el reemplazo de Blink-182, los cabeza de cartel. Sin embargo, Twenty One Pilots, saben lo que hacen y ya cuentan con la experiencia y el público chileno en el bolsillo. Así, el dúo se presentó sobre el escenario Costanera Center tras el eléctrico y psicodélico show de Tame Impala, marcando un quiebre en cuanto a lo que necesita cada número para resaltar.
Los norteamericanos tienen una base fiel de seguidores que pacientemente los esperó y se alegró de que, pese a que no estaban haciendo giras, hayan podido regresar a nuestro país. Aquello no fue impedimento para que el dúo de Tyler Joseph y Josh Dun se entregaran al máximo con un show renovado y con sorpresas.
Totalmente encapuchados, los músicos saltaron a escena con los primeros acordes de “Guns for Hands” y “Morph”, con Joseph acompañado del piano en todo momento. No fue sino hasta “Holding on to You” que la banda ya tenía cautivado al grueso de los asistentes que se hacían camino entre quienes ya abandonaban el parque.
Siempre al piano, el carismático líder se apoderaba de todo el escenario hasta que se apoyaron por primera vez con banda, dejando al dúo al descubierto para el espectáculo. La parte más interesante de la noche estaría a cargo de una sección de trompeta que incluyó guiños a Chico Trujillo y Los Jaivas, desatando la locura de los asistentes.
Una banda de estas características sabe bien cómo encantar y respetar a su público. Con pequeños detalles y una entrega siempre al cien, lograron emocionar y también consolar a quienes veían con resignación al reemplazo de su banda favorita. Pero para eso, la banda tendría otra sorpresa más: despachar un cover de “First Date” y prender a todo el parque. Casi como agradecimiento por las casualidades de la vida que los devolvió a Chile, la banda se plantó como siempre con un show impecable y divertido.
Pese a las dificultades que surgieron tras la repentina cancelación de Blink- 182, plato fuerte de la versión 2023 de Lollapalooza Chile, el festival que ya cumple 11 años logró salir ileso una vez más, encantando y cautivando a un público que encontró en la variedad un refugio. Si bien el choque generacional fue demasiado dramático en esta nueva versión, terminó convenciendo y reuniendo a casi todos por igual, que disfrutaron de lo que ofrecieron números como Billie Eilish, Rosalía o Tame Impala.
Son esos detalles los que encarnan la filosofía de un festival que ya cumple más de una década y que contó, una vez más, con su fundador como parte del cartel. Si hoy fallaron artistas, sus reemplazos dieron el ancho y congregaron mas no dividieron. Durante las tres jornadas de un nuevo y caluroso marzo, Lollapalooza Chile sigue dando muestras de ser un festival para todos los gustos y con presentaciones de primer nivel, pese a las críticas -válidas- de su otrora público objetivo. El festival se consolida, encanta pero aún no convence tras su segundo año en el Parque Bicentenario de Cerrillos. Será tarea aún pendiente mejorar los accesos y otros puntos al interior del recinto para que la experiencia sea aún más accesible y cómoda.