Da gusto que se realicen eventos como el de anoche: gratuitos, bien organizados y con una banda de primera línea como lo son las californianas de Warpaint, quienes, a cuatro años de su primera incursión en escenarios nacionales, se despacharon un show que rozó la perfección. La popular marca Converse, conocida por todos por poner de moda las llamadas “zapatillas chapulinas”, organizó el ciclo bautizado como Converse Rubber Tracks Live, proyecto que junta a conocidas agrupaciones internacionales con bandas nacionales que han pasado por el estudio que la marca tiene en nuestro país, dando un espacio para que estas se presenten en un recinto de renombre, y al público la oportunidad de ver a una agrupación de nivel mundial, sin pagar un solo peso.

El recinto elegido para esta nueva edición del evento, fue la siempre cuestionada Blondie: un espacio que funciona a la perfección cuando se trata de realizar una fiesta con música envasada, pero que siempre da problemas cuando se trata de poner una banda sobre su escenario. En este medio hemos sido majaderos al referirnos a los problemas de sonido y acústica de la discoteca, pero hay que reconocer que anoche estos problemas fueron mínimos. Sin contar un par de acoples de micrófono y algunos problemas con la batería, el sonido estuvo bien y permitió disfrutar de cada uno de los matices presentes en la música de Warpaint. No sabemos si habrá sido obra del sonidista, quien pudo dilucidar el misterio de cómo hacer sonar bien todo, o si hubo algún cambio en la infraestructura del lugar, pero lo cierto es que cualquier queja sobre el cómo se escuchó todo anoche, se reduce solamente a los dos puntos señalados más arriba. Y, la verdad, es que no hay de mucho que quejarse sobre lo vivido durante la velada.

Quizás, el único punto bajo fue la presentación de los nacionales The Dagger Complex, quienes brindaron un espectáculo tibio tirando para frío. Con un set que duró poco menos de media hora, presentaron material de su EP “Vibrant” (2014), capturando la atención de los cientos de asistentes que esperaban ansiosos el plato de fondo durante los primeros minutos de concierto, pero que pronto se fue disipando cortesía de una performance plana y carente de momentos climáticos. Poco ayudo la casi nula comunicación con el público, y cuando la hubo por parte de su vocalista, fue en inglés (es estadounidense). Pero en fin, si nos quedamos con la música,  The Dagger Complex tiene elementos interesantes en su fórmula indie rock, que de ser bien direccionados, pueden llevarlos a trascender. Sin embargo, como antesala al número principal, quedaron al debe y se transformaron en la antítesis de lo que Warpaint realizó en su memorable actuación.

Las norteamericanas se encuentran en promoción de su segundo larga duración, el homónimo “Warpaint” (2014), placa que las ha llevado a pasearse por los principales festivales del mundo, y donde han podido profundizar en su sonido, logrando transformarse en mucho más que la banda con el sencillo de moda, para demostrar que tienen razones y música de sobra para ser una de las bandas más interesantes en la actualidad. Mezclando pop, reggae, trip hop, electrónica y hasta rock sicodélico, el cuarteto de Los Angeles regresó a la capital para armar una fiesta que fue pura paz, amor y muchos colores. Abriendo el concierto con “Bees” y “Composure”, ambas pertenecientes a su disco debut, “The Fool” (2010), Warpaint se entregó completamente a un público devoto –sobre todo en las primeras filas-, dejándose llevar por la música y la buena onda que se mantuvo durante la hora y veinte que estuvieron sobre el escenario.

Lo primero era sólo un calentamiento. “Undertow” mostró con todo la potencia del cuarteto en vivo, con cada una de las integrantes cumpliendo su rol a cabalidad, no sólo con sus instrumentos, sino en el lugar que ocupan sobre el escenario y el personaje que conforman en el cuadro. Emily Kokal parece una ninfa llena de vida, moviéndose con gracia sobre el escenario y dueña de una voz dulce y potente. Theresa Wayman pone la sensualidad y carácter al grupo, devorándose el escenario cuando le tocaba convertirse en la frontwoman. Sobre un plataforma y encargándose del bajo, Jenny Lee Lindberg disfruta la música para sí misma durante gran parte del concierto, pero cuando interactúa con sus compañeras, toma el papel de la bromista. Stella Mozgawa parece ser la más discreta de todas, manteniendo el ritmo con precisión, jugando al misterio. La formación y equilibrio son perfectos, y pareciera que las cuatro fueron reunidas a dedo para dar vida a un conjunto que contiene todos los elementos para transformarse en una gran banda, que ya son.

Disfrutar de impecables versiones en vivo de “No Way Out”, “Love Is To Die”, “Intro” y “Keep It Healty”, sobre todo de esta última, confirma que todavía es posible encontrarse con música interesante a pesar de lo plástico y genérica que se ha vuelto la música pop últimamente. Warpaint es un grupo completo, que cumple tanto en música como en imagen, armando una fiesta que en vivo es el doble de potente, y donde los matices y atmósferas sonoras se mezclan como una verdadera guerra de colores. Un ejemplo de lo anterior es una canción como “Biggy”, donde una línea de bajo acompañada de las percusiones, dotan de un groove exquisito a un corte completamente trip hop, pasando de golpe a los duetos de voces y baterías matemáticas en “I’ll Start Believing”, y rematar con la intimidad de “Billie Holiday”, en uno de esos momentos donde pareciera que la banda estuviera tocando en el living de nuestra casa. Para pasar al bis, “Elephants”, en una versión que cortó el posterior jam que suelen tocar para finalizar sus conciertos, dejaba a todo el mundo pidiendo más.

Saliéndose del setlist formal, Emily Kokal salió con su guitarra para interpretar una delicada versión de “Baby”, en el único pasaje en que la producción se cayó feo, ya que en la sala secundaria de la Blondie, que queda atrás de la sala principal en donde se desarrollaba el concierto, la música del DJ invadió el lugar, coartando la magia y solemnidad que necesitaba ese momento. Aun así, la fanaticada apoyó con su voz, y como premio se llevó la fiesta absoluta de “Disco//Very”, celebrada por toda la Blondie, para bajar el telón con “Krimson”. Las chicas se retiraban del escenario entre vítores y piropos varios, finalizando una noche para el recuerdo.

Bien por Converse Rubber Tracks Live, que se la sigue jugando para ofrecer este tipo de shows sin costo para el público. Ojalá que otras marcas siguieran su ejemplo –en un país lleno de metaleros, no estaría mal que se hiciera algo parecido con ese estilo- y se metan la mano al bolsillo, sobre todo en tiempos en donde las entradas para conciertos no están nada de baratas. En cuanto a lo mostrado por Warpaint, en la opinión de este redactor, por su ejecución, conexión con el público y la capacidad de crear atmósferas de ensueño, la presentación de las norteamericanas se instala como uno de los recitales más remarcables de este año, donde las buenas vibras de su música se confabularon para que (casi) todo funcionara a la perfección.

Setlist

1. Bees
2. Composure
3. Undertow
4. No Way Out
5. Intro / Keep It Healty
6. Love Is To Die
7. Biggy
8. I’ll Start Believing
9. Billie Holiday
10. Elephants
11. Baby
12. Disco//Very
13. Krimson

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