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Lollapalooza Chile 2023: Día 1
Otro año, otro Lollapalooza que aterriza en Chile. La edición número 11 del festival tenía la difícil tarea de salir a flote luego de la caída de su invitado más importante, por lo que el fantasma de la ausencia de blink-182 es algo que inevitablemente pesó en toda la previa de cara al festival. De entrada, todos esos prejuicios se transforman en dudas al ver el nicho que el festival ha cultivado y cómo a pesar de ser machacado en la burbuja de internet, siempre termina siendo una experiencia exitosa para público, artistas y organización, sobre todo en tiempos como estos donde la oferta es cada vez más variada y personalizada para disfrutar la música.
Hot Milk
Una de las cartas menos conocidas de este festival era Hot Milk, agrupación oriunda de Manchester que se centra en una mezcla entre power pop y elementos emo, muy ad-hoc no solamente con el revival que cierta porción del género está teniendo en la actualidad, sino que también en las tendencias musicales que se viven por la vereda alternativa. Jim Shaw y Han Mee deleitaron al público que esta presente temprano en el festival con uno de esos shows enérgicos a pleno sol, pese a no ser del todo reconocidos por la audiencia.
Desplegando cortes como “Bad Influence“, “I Fell in Love With Someone I Shouldn’t Have” o “Glass Spiders“, la banda hizo gala de su estilo centrándose principalmente en hacer un showcase de sus composiciones, trayendo además la promoción de su reciente EP “The King And Queen Of Gasoline” (2022), que resulta antesala perfecta para un potencial primer larga duración en el futuro.
Siempre comandados por el carisma de la vocalista Hannah Mee, la banda indudablemente supo como deleitar a los presentes y también llevarse nuevos fanáticos tras su presentación, especialmente por la energía que exudaron en tracks como “Split Personality“, “Candy Coated Lies” o “I Think I Hate Myself“, composiciones hechas para encender los ánimos en una larga jornada festivalera.
Modest Mouse
Era un deuda pendiente. Modest Mouse debutaba en nuestro país de la mano de un Lollapalooza cuyo cartel más se ha alejado del indie y rock alternativo, dejando atrás a un montón de nostálgicos que esta vez sí lograron ser escuchados. La banda de Isaac Brock luchó contra el calor abrasivo post 17:00 hrs. que caía sobre el polvoriento Axe Stage y prometían saldar, finalmente, su deuda.
Sin mayores inconvenientes ni sobresaltos, la banda disfrutó y se encargó de demostrar por qué siguen vigentes desde principios de los 90s y por qué su base de fans los esperaba. “Paper Thin Walls” o “Dramamine”, clásicos del grupo, sonaron fuerte dejando conformes a todos los asistentes. Los herederos de un sonido que germinó en Pavement o Built To Spill y que maduró en Pixies como referentes, supieron cómo virar al mainstream y posicionar algunos hits que aún resuenan de manera transversal.
Así, la banda cuya energía sobre el escenario no disminuyó en ningún momento, se mostró relajada y despreocupada, como si supieran que su labor era saldar esta visita a punta de canciones sólo para el deleite. Pareciera difícil destacar más que actitud y desplante para una banda en esencia alternativa y que no necesita de mayor pirotecnia, insertos entre un cartel y un público que a esos niveles exige más. Sin embargo, la misma experiencia los llevó a reportarse con sus fanáticos y cautivar al resto.
Conan Gray
Como uno de los puntos altos del cartel, Conan Gray prometía derretir el escenario Banco de Chile. Y es que el joven cantante no dejó ni un solo espacio para introducirse en su espectáculo sino que de entrada con canciones como “Disaster” o “Telepath” desató la alegría y el fervor de quienes lo esperaban bajo el sol. Personalidad de internet y dueño de varios hits virales, Conan sabe cómo moverse y presentar un show más completo y cercano, dejando atrás su postura de figura virtual. Hoy es real y con su ángel y carisma hizo bailar, abrazar a tus amigues o cantar al desamor sin esconder esos sentimientos.
Conan Gray representa a esa nueva ola de artistas jóvenes que beben del bedroom pop o el pop alternativo con pequeñas dosis de coros y elementos virales que resuenan en al menos una persona que lo reconoce. Esa fama, casi accidental, lo ha convertido en un referente y un símbolo, reconociéndose en sus pares y en su generación.
Mientras caía la tarde sobre el escenario Banco de Chile, Conan despachaba “Best Friend” o “People Watching”, interactuando con su público en cada canción. La recepción, siempre positiva, no hizo más que aportar a un show acorde al día, pese a las dificultades técnicas que presentaba el escenario para los asistentes de las últimas filas.
Kali Uchis
Sigue la tarde y Santiago finalmente tendría el privilegio de disfrutar en vivo a Kali Uchis, una de las artistas más esquivas en pasar por este lado del continente y que finalmente se presentó en nuestro país como parte de Lolla 2023. Enfocándose principalmente en su nuevo álbum “Red Moon In Venus” (2023) y las canciones de su exitoso “Isolation” (2018), la colombiana despachó varios de sus hits como “telepatía“, “Fantasy” o “fue mejor“, dando tiempo incluso a algunas sorpresas dentro de su set.
Esas sorpresas se vieron reflejadas en la presencia de covers como “See You Again” de Tyler, The Creator, “Get You” de Daniel Caesar, o incluso versiones de “Rica y Apretadita” de El General y “Pobre Diabla” de Don Omar, que además de sorprender al público demostraron la versatilidad de la artista a la hora de rendir tributo a sus influencias, y cómo es capaz de incorporar dichos momentos a sus canciones.
“After The Storm” como encargada de cerrar el set deja la interrogante de cuán influyente ha sido la música de la artista en los últimos años, sobre todo luego de ver su concierto y notar que varias de sus composiciones han sido parte de listas de lo mejor de cada año, e incluso referencia para una nueva generación que mezcla estilos desde diferentes veredas para apostar por algo original y reestructurado.
Rise Against
Puntuales, los veteranos del hardcore se hicieron presentes sobre el escenario Axe tras una cálida presentación la noche anterior en uno de los sideshows del festival. Los liderados por Tim Mcllrath no dudaron en disparar hit tras hit ante el buen marco de público que los acompañó al cierre de la primera noche de Lollapalooza. Mientras Billie Eilish hacía explotar el escenario principal, los de Chicago hacían lo suyo desordenando a su fiel y revoltosa fanaticada y cautivando a más de algún curioso que se dejaba llevar por las guitarras y el aguante de Tim.
Con canciones como “Architects” o “Nowhere Generation”, Rise Against conquistó al público, sólo demostrando lo que saben hacer desde hace más de 20 años: encantando a punta de riffs y ritmo. Más allá de las comparaciones con los escenarios principales, afortunadamente el escenario Axe mostró un desempeño correcto en cuanto a sonido. Y es que tuvo como prueba de fuego un cierre no menor gracias al nivel de Rise Against.
Es esa dinámica que sólo entrega la experiencia y el oficio lo que hace de Rise Against una banda entrañable. Presente en los recuerdos adolescentes de una generación, la banda se resiste a envejecer y revitaliza su sonido administrando ese carisma y esa nostalgia, descargando éxitos y una destreza sonora que bien querrían otros artistas de su época.
Concreto, rápido, ruidoso y con espacios para la reflexión y unos melosos discursos de Tim sobre lo mucho que amó pasar una semana completa en nuestro país, el cierre alternativo del escenario Axe gozó de un mejor pasar técnico y escénico que los cabeza de cartel. Pensado para otro público, Rise Against coronó una pequeña deuda para un par de nostálgicos huérfanos de Blink-182 y que, coincidentemente esta vez junto a sus hijos o hijas, pudieron disfrutar a la par de sus artistas favoritos.
Billie Eilish
El escenario Costanera Center recibiría al broche de oro de la jornada, luego de que Lil Nas X hiciera lo suyo en el segundo de los escenarios principales. Unos minutos después de la hora anunciada, Billie Eilish debutaba en Santiago con una presentación explosiva desde el primer minuto, haciendo saltar a un mar de gente y teléfonos que siguieron cada movimiento de la joven artista por el escenario.
Con un hit de la talla de “bury a friend” y el apoyo de su hermano FINNEAS siempre presente en el escenario, la artista fue haciendo un repaso no solamente por sus destacados dos álbumes de estudio, sino que también dándose el tiempo para revisitar parte de su primer EP y demostrar cómo ha ido entregando canciones para la posteridad prácticamente desde los inicios de su carrera.
Desfilando por sus principales tracks, Eilish entregó todo en un show que deleitó al público con hitazos como “Therefore I Am“, “my strange addiction“, “you should see me in a crown“, “Billie Bossa Nova“, “Oxytocin“, entre muchos otros, siempre con la energía que la caracteriza en el escenario y la destreza que su banda, compuesta solamente por su hermano junto al baterista Andrew Marshall, esencial en mantener el ritmo en escena.
El momento de calma dentro del set llegó de la mano de “i love you“, “Your Power” y “TV“, desatando no solamente un karaoke masivo en el público, ya que fueron más de una las lágrimas que se derramaron por parte de una audiencia repartida en distintas edades, desde niños junto a sus padres, grupos de adolescentes, e incluso una generación mayor disfrutando de una artista que se debe ver al menos una vez en la vida.
“bad guy” y “Happier Than Ever” le pusieron punto final a una presentación que sorteó todos los problemas que se presentaron, desde algunos inconvenientes sonoros, hasta el caos en el público que hizo detener el show en un par de ocasiones. Por suerte, el debut de la norteamericana en Chile logró realizarse sin cortes en su setlist o alguna otra situación que lamentar, confirmando de paso el enorme arrastre que goza no solo en todo el mundo, sino que también en esta lejana parte del continente.
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En Vivo
Lollapalooza Chile 2023: Día 3

Jane’s Addiction
Era el esperado turno de los liderados por Perry Farrell tras su cancelación el año pasado. La banda, que debutaba en Cerrillos en el escenario Banco de Chile, sufrió la baja de uno de sus icónicos integrantes, lo que no fue impedimento para que resolvieran aquella deuda con nuestro país.
Dave Navarro sería sustituido por Josh Klinghoffer, quien de bajo perfil resolvió con oficio y actitud. Así, Jane’s Addiction partía su set con un doblete de “Nothing’s Shocking” (1988), encendiendo el ambiente con “Up the Beach” y “Ocean Size”. Es innegable la calidad e influencia que Jane’s Addiction ha tenido en una generación completa de músicos y público.
Y es que su líder, además de dominar completamente el espectáculo, también ha podido administrar con visión parte de una industria, liderando desde sus inicios la marca Lollapalooza. Hoy, las nuevas generaciones se mezclaron con los viejos emblemas del rock y juntos lograron encarnar la filosofía de cualquier festival donde lo que más importa es la música.
Con el sol golpeando nuevamente sobre las cabezas en un repleto escenario, Perry Farrell se dedicó a hablar e interactuar envalentonado por una botella de vino tinto. El cantante se refirió al calor e incluso al Presidente, provocando la positiva reacción del público. Para quienes buscaban clásicos, la banda deleitó. Repasó sus mejores éxitos y permitió a su guitarrista de emergencia soltarse en pasajes de la incansable “Three Days” y hasta reversionaron “Jane Says” en clave acústica.
Fieles a su estilo, la banda fue acompañada por bailarinas y una puesta en escena tipo burlesque. Jane’s Addiction regresa con el único peso de la experiencia en su espalda, sin intentar demostrar nada nuevo. Sin embargo, su presencia en un festival de estas características es siempre un deleite, agregando siempre un toque de oficio y experiencia.
Alain Johannes Trio
Para Alain Johannes la vida no ha sido fácil. El músico chileno regresaba a nuestro país tras la dolorosa pérdida de uno de sus mejores amigos, Mark Lanegan y parecía que esta sería la mejor oportunidad para un homenaje. Secundado por su banda local, Johannes se subió al escenario alternativo Aldea Verde y repasó gran parte de su nutrida trayectoria musical.
Con una seguridad y un toque de emoción, Johannes entregó una versión casi idéntica de “Can’t Change Me” de Chris Cornell, la cual trabajaron juntos y la frenética “Hangin’ Tree”, dedicada a Lanegan. La riquísima experiencia de Johannes daría para un show muchísimo más extenso e íntimo, con canciones de todos los estilos y generaciones que ayudó a producir.
Sin embargo, el músico se las arregla para condensar aquello y recorrer parte de ese camino musical. Así pasó por su excelente etapa de “Spark” e incluso Eleven, tocando “You’re my Diamond”, entre otras. Johannes es una joya y uno de los puntos altos dentro de la representación local en el festival. El músico, que además gozó de un correcto nivel técnico en el escenario, tiene aún mucho que mostrar hasta ponerse completamente al día con el país que ya logró conquistar.
Twenty One Pilots
Tenían la difícil tarea de ser el reemplazo de Blink-182, los cabeza de cartel. Sin embargo, Twenty One Pilots, saben lo que hacen y ya cuentan con la experiencia y el público chileno en el bolsillo. Así, el dúo se presentó sobre el escenario Costanera Center tras el eléctrico y psicodélico show de Tame Impala, marcando un quiebre en cuanto a lo que necesita cada número para resaltar.
Los norteamericanos tienen una base fiel de seguidores que pacientemente los esperó y se alegró de que, pese a que no estaban haciendo giras, hayan podido regresar a nuestro país. Aquello no fue impedimento para que el dúo de Tyler Joseph y Josh Dun se entregaran al máximo con un show renovado y con sorpresas.
Totalmente encapuchados, los músicos saltaron a escena con los primeros acordes de “Guns for Hands” y “Morph”, con Joseph acompañado del piano en todo momento. No fue sino hasta “Holding on to You” que la banda ya tenía cautivado al grueso de los asistentes que se hacían camino entre quienes ya abandonaban el parque.
Siempre al piano, el carismático líder se apoderaba de todo el escenario hasta que se apoyaron por primera vez con banda, dejando al dúo al descubierto para el espectáculo. La parte más interesante de la noche estaría a cargo de una sección de trompeta que incluyó guiños a Chico Trujillo y Los Jaivas, desatando la locura de los asistentes.
Una banda de estas características sabe bien cómo encantar y respetar a su público. Con pequeños detalles y una entrega siempre al cien, lograron emocionar y también consolar a quienes veían con resignación al reemplazo de su banda favorita. Pero para eso, la banda tendría otra sorpresa más: despachar un cover de “First Date” y prender a todo el parque. Casi como agradecimiento por las casualidades de la vida que los devolvió a Chile, la banda se plantó como siempre con un show impecable y divertido.
Pese a las dificultades que surgieron tras la repentina cancelación de Blink- 182, plato fuerte de la versión 2023 de Lollapalooza Chile, el festival que ya cumple 11 años logró salir ileso una vez más, encantando y cautivando a un público que encontró en la variedad un refugio. Si bien el choque generacional fue demasiado dramático en esta nueva versión, terminó convenciendo y reuniendo a casi todos por igual, que disfrutaron de lo que ofrecieron números como Billie Eilish, Rosalía o Tame Impala.
Son esos detalles los que encarnan la filosofía de un festival que ya cumple más de una década y que contó, una vez más, con su fundador como parte del cartel. Si hoy fallaron artistas, sus reemplazos dieron el ancho y congregaron mas no dividieron. Durante las tres jornadas de un nuevo y caluroso marzo, Lollapalooza Chile sigue dando muestras de ser un festival para todos los gustos y con presentaciones de primer nivel, pese a las críticas -válidas- de su otrora público objetivo. El festival se consolida, encanta pero aún no convence tras su segundo año en el Parque Bicentenario de Cerrillos. Será tarea aún pendiente mejorar los accesos y otros puntos al interior del recinto para que la experiencia sea aún más accesible y cómoda.