Un debut que pensamos nunca ocurriría en nuestro país, por fin se concretó anoche en un espectáculo que quedará tatuado en la retina de todos los que pudimos hacernos parte del primer show de Killing Joke en escenarios nacionales. Con más de cuarenta años de carrera sobre los hombros, era casi iluso pensar que a estas alturas la icónica banda británica se daría una vuelta por estos lados, pero cuando los rumores comenzaron a circular por la red para luego ser confirmados de forma oficial por la producción del evento, la ansiedad y también la incertidumbre se instalaron en la mente de los seguidores del grupo.

Ansiedad porque llegara luego la fecha del show, pero también la incertidumbre por saber cómo respondería el público chileno después de tantos años de espera. Ya hemos tenido claros ejemplos en el pasado de debuts que se hicieron esperar demasiado y no convocaron al número esperado de gente, pese al legado, popularidad y relevancia del acto. Bruce Springsteen, Jean-Michel Jarre, o más recientemente Gary Numan en su show en Gran Arena Monticello son algunos de los nombres de peso que en sus debuts no lograron atraer grandes masas de gente como se hubiese esperado, debido al largo tiempo que se tomaron para llegar a nuestro país.

Entonces, la gran pregunta era: ¿Sufrirá el mismo destino el primer concierto de Killing Joke en la capital? ¿Seguirá la gente interesada en verlos en vivo? Habiendo disfrutado a concho la jornada de anoche en Club Blondie, este redactor puede confirmar que los ingleses cumplieron con las expectativas, atrayendo a cientos de apasionados fanáticos que disfrutaron de un setlist impecable que les dio en el gusto en cada canción. Pero la mayor confirmación de que este debut fue totalmente satisfactorio, eran las expresiones de los mismos músicos sobre el escenario, quienes, a juzgar por sus carcajadas de sorpresa al ver la efusiva reacción de la gente ante su presencia, no se esperaban un escenario tan perfecto para realizar su espectáculo. El ambiente era el óptimo y Killing Joke brindó un recital inolvidable.

Imaginary Noise, banda chilena que mezcla el rock, new wave y el punk, fue el acto encargado de “telonear” al plato de fondo. Los chilenos tuvieron serios problemas con los retornos, los que afectaron sobre todo a su vocalista, quien tuvo un complicadísimo inicio de show. Las fallas fueron arregladas sobre la marcha y el trío pudo terminar de buena manera su presentación, aunque se notaba en los rostros de los músicos que esta no fue una actuación muy grata para ellos. Así y todo, la gente los despidió con un caluroso aplauso y esperamos que tengan nuevas instancias de esta envergadura para mostrar su material.

Unos minutos pasada las 22:00 hrs., el quinteto hacía su arribo al proscenio de la mano de uno de sus sencillos más recordados. “Love Like Blood” cayó como un misil que puso a bailar a toda la pista de baile, marcando un inicio de concierto ganador. De ahí en adelante todo fue cánticos, bailes y Killing Joke en su máxima expresión. Sobre el escenario, todas las miradas se posaban inevitablemente sobre la excéntrica figura de Jaz Coleman, una verdadera leyenda viviente del rock, responsable de influenciar con su música a monstruos del estilo, como lo son Nine Inch Nails, Soundgarden y Nirvana. Vestido de overol, de ojos pintados y el pelo largo y alborotado, el vocalista hizo de cada corte una performance llena de rabia y vísceras, conectando de inmediato con una multitud que estaba a sus pies desde el primer minuto. Sus colegas tampoco se quedaron atrás, y ante semejante escenario no podían estar más imbuidos en sus roles. Ahí tenemos que destacar a Youth, bajista que no hacía más que sonreír y lanzar una carcajada cada vez que tenía frente a sus ojos a un fanático elevándose por los aires sobre el público, o cuando la gente se volvía loca y armaba sendos mosh pits en la pista.

Porque, como mencionamos más arriba, el set de canciones que eligieron para celebrar sus cuatro décadas de vida estuvo compuesto de todos los temas más populares de su catálogo. “Eighties”, “Requiem”, “Loose Cannon” o “The Wait” llegaron como regalos a los oídos de los seguidores, además de mostrar la versatilidad que Killing Joke ha logrado adquirir durante sus años de carrera. Pasamos del baile casi tribal de “The Death And Resurrection Show” a sonidos más cercanos al punk con “Corporate Elect”, para también coquetear con algo más electrónico en “European Super State”. Y aquí es cuando uno se da cuenta que estas décadas de espera sí valieron la pena, porque anoche pudimos disfrutar de cada una de las aristas de una banda más que consolidada y madura. Se tardaron en llegar, pero vaya que nos dejaron satisfechos.

Para el encore, destacaron “War Dance” y “Pandemonium”, cerrando por todo lo alto una velada que seguirá dando que hablar en el futuro. Fantaseando con una segunda visita, aquellos que estuvimos presentes en el debut de Killing Joke en Chile podemos darnos por pagados. Mostrando lo mejor de su arsenal, Coleman y compañía nos brindaron un espectáculo que hizo justicia a su legado. A riesgo de sonar majadero, por recitales como este vale la pena esperar todo lo que sea necesario.
Setlist
- Love Like Blood
- European Super State
- Autonomous Zone
- Eighties
- New Cold War
- Requiem
- Follow The Leaders
- Butcher
- Loose Cannon
- Labyrinth
- Corporate Elect
- Asteroid
- The Wait
- Pssyche
- S.O.36
- Turn To Red
- The Death And Resurrection Show
- Wardance
- Pandemonium