Se suele decir que una banda es “de culto” cuando se habla de una agrupación que, ya habiendo cesado sus actividades, marcan un precedente en la historia por dejar un legado trascendental, influenciando el sonido de grupos formados posteriormente, además de ser aclamados por la crítica de su época, pero sin que esto se haya traducido en un éxito comercial. Aunque pudiese ser poco riguroso adjudicar esta etiqueta a bandas activas, si es que hay una que cumpla el resto de características antes señaladas de seguro son los ingleses Wire. Siendo un monumento del punk desde el lanzamiento de su primer LP, “Pink Flag” (1977), donde marcaban los precedentes de lo que años después se conocería como hardcore y post-punk, hoy, con décadas en el cuerpo, siguen haciendo música con la misma actitud y conservando un sonido inconfundible, el que materializan nuevamente en un nuevo álbum llamado “Mind Hive”.
Con un sonido misterioso y un trasfondo de golpes inquietantes, “Be Like Them” abre el LP dando cátedra de cómo hacer música con pocos acordes sin caer en la monotonía. En seguida, “Cactused” nos entrega un sonido reposado, lo que en otras palabras se podría entender como un punk añejado en la misma experiencia y fidelidad a una fórmula más que probada por la banda. Por su parte, “Primed And Ready” gracias a la incorporación de recursos electrónicos y la ejecución de las guitarras, nos acercan a una estética industrial, algo que se hace presente en varios pasajes del álbum.

Mucho más amigable y relajada que las tres primeras canciones, “Off The Beach” nos da una probada de un pop punk de la vieja escuela, dejando en evidencia nuevamente todas las sonoridades que se han visto influenciadas por Wire desde fines de los 70 hasta nuestros días. A medio andar de “Mind Hive” nos adentramos en una atmósfera sónica etérea, gracias a los tracks “Unrepentant” y “Shadows”. La primera, sumergiéndonos en un envolvente viaje onírico, mientras que la segunda, está un tanto mejor lograda que su antecesora producto del trabajo en guitarras, dando una dosis certera de dream pop.
Un cambio drástico genera “Oklahoma”, que, si bien mantiene ciertos aspectos volátiles en su estética, se caracteriza por un sonido mucho más crudo e intenso, transmitiendo una impronta de grandeza. Lo anterior genera un buen preámbulo para la extensa “Hung”, la cual, con sus casi ocho minutos de duración –que parecen sacados del soundtrack de una película distópica–, nos recuerda que al hablar de Wire como una banda seminal del punk no necesariamente significa que nos enfrentamos al cliché de las canciones cortas. Por su parte, con un tono minimalista y nostálgico, “Humming” otorga un ceremonioso cierre.

A lo largo de este nuevo álbum, Wire sigue demostrando lo que significa trabajar bajo propia ley cuando se tiene una trayectoria de décadas. Con una indiferencia y elegancia que se complementan de forma inusual, es envidiable la sutileza con la que recogen sonoridades modernas –probablemente creadas por bandas que se influenciaron en ellos– y las adaptan a la propuesta que han trabajado por años. En ese sentido, se puede decir que “Mind Hive” no tiene mucho de innovador, sin embargo, realmente no necesita serlo. Wire ya ha demostrado ser una verdadera banda de culto en vida, y prueba de ello son sus tres primeros larga duración, los que a estas alturas son imprescindibles para cualquier melómano.
Artista: Wire
Disco: Mind Hive
Duración: 34:52
Año: 2020
Sello: PinkFlag