Desde su aparición con “Pony” (2019), la misteriosa imagen de Orville Peck colmó las miradas de medios y fanáticos, y no precisamente por su sonido. Era su misteriosa imagen, la de vaquero incógnito, un llanero solitario tatuado y de flecos, lo que más llamó la atención, volcando ese interés hacia el contenido de su debut a través de Sub Pop. De voz grave y profunda, Orville Peck trazó nuevas líneas para el country y, lejos de la experimentación, hacia el lado más alternativo, se apropió de códigos propios del estilo y se insertó como uno más en el panorama.
Pareciera ser que la carrera de Orville Peck llevara años y una vasta trayectoria, pero su estantería no acumula más de dos lanzamientos. Tras una serie de singles y EP’s, el músico con base en Canadá regresa ahora en un sello grande: “Bronco”. El álbum, mucho más completo y maduro que su antecesor, muestra temáticas propias del country con un claro énfasis en la fragilidad y los sentimientos, además, es riquísima la textura de su voz de crooner y los arreglos de slide en guitarras, banjos y otros. Sin embargo, el primer track, “Daytona Sand”, dice lo contrario con su galopante inicio y arreglos, más propios de bandas de rock con trazos de country. Seguramente el espíritu alternativo de Peck se hizo realidad en lo que sería su primer lanzamiento a través de Columbia.

¿Qué más ofrece Peck a lo largo de “Bronco”? Posiblemente una mejor versión de su trabajo vocal, más rango y, sobre todo, más profundidad. El álbum, en ese sentido, es muy dinámico y completo y también más accesible y oreja, donde abundan canciones de marcada tendencia pop, como “Lafayette”, y también baladas como “The Curse Of The Blackened Eye” o “Iris Rose”, alcanzando todos los niveles que el género puede probar. “Bronco” es un disco extenso, de 15 canciones y una gran variedad de sonidos, y el denominador común es la experiencia de la voz de Peck que se cuela con pasión entre percusiones, arreglos de cuerda (“Let Me Drown”) y letras que reflejan la fragilidad de la soledad, beber y más.
No sirve ni viene al caso teorizar, buscar o desvelar la identidad de Orville Peck ni su pasado musical, su imagen y propuesta sólo gana manteniendo su figura incógnita y, además, apropiándose del imaginario sureño de los cowboys. Todo esto, que además tuvo un renacer de la mano de artistas como Lil Nas X y su hit “Old Town Road” junto a Billy Ray Cyrus, o la propia imagen de Diplo, quien llevó precisamente a Orville Peck a la ceremonia de los Grammy donde los vaqueros se robaron la película y los flashs, reafirma la idea de retomar y torcer los heteronormativos códigos de la imagen dura de los vaqueros, y Peck, en ese sentido, se convirtió en una figura más que atractiva gracias a su estilo. Si hasta hizo un dueto con Shania Twain.

Seguramente, para muchos “Bronco” sea el primer acercamiento hacia Orville Peck y es una decisión acertada: el álbum es más que accesible, complejo dentro de su rango y muy agradable. Más allá de su alter ego y el cuidado trabajo visual sobre su no-identidad, Peck asoma como más que una construcción, más que un simple personaje y podrá posicionarse como un artista de country fresco y ruidoso.
Artista: Orville Peck
Disco: Bronco
Duración: 53:40
Año: 2022
Sello: Columbia / Sub Pop
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