Revisar el progreso y su definición a lo largo de la historia entrega caminos con ripios, sangre derramada y paradigmas cambiantes. Como un adagio indica, no todo cambio es progreso, pero sí se necesita de cambios para progresar. En la música, buena parte de lo definido como “progresivo” se va al extremo contrario de esas escenas sucias y brutas. Sonido prístino, cambios poco notorios, un paradigma cómodo que pocas veces se desafía. Hay cambios, pero no hay progreso. Por ello la carrera de Steven Wilson es tan llamativa. El londinense no es progresivo por su estilo o género, sino por esa trayectoria. Aunque su búsqueda por un sonido perfecto lo pone en un lado clínico de la música, los cambios y ripios que cruza para llegar a avanzar lo hacen ser un “bicho raro”, y su trabajo solista es claro en esto.
El último episodio de este deambular viene con “THE FUTURE BITES”, en mayúsculas, sexto larga duración solista de Steven Wilson tras “To The Bone“, coproducido con David Kosten, y que nuevamente prueba la paciencia de los “progresivos” y también de aquellos que piensan que pueden poner fácilmente al artista inglés en una caja definida y finita. En este álbum, la electrónica y las texturas más oscuras se mezclan con una vibra pop, a ratos hasta bailable, para entregar un trabajo cuya elaboración es inmaculada, pero cuyos pliegues permiten que Wilson entregue mensajes ambiguos, y también una intención política que reafirma que el autor no sólo pensó en un cambio sonoro, sino también en lo que quería conseguir con su música.

“THE FUTURE BITES” originalmente saldría en junio de 2020, pero la pandemia hizo lo suyo y la salida se retrasó para enero de 2021, tiempo donde Wilson aprovechó de armar un par de acciones más de promoción del disco, y para hacer sesiones de auto-covers y también reversiones a otros artistas. Uno de los más llamativos fue el cover a “The Last Great American Dynasty” de Taylor Swift. Mucha gente valoró la canción, pero lo más importante es la intención de Wilson de no hacerse problemas con estilos. Si la canción es buena y es pop, se hace en clave pop. Es esa libertad la que funciona muy bien en “THE FUTURE BITES”.
Los pasajes más reconocibles de trabajos anteriores están en tracks como “12 THINGS I FORGOT”, “MAN OF THE PEOPLE” o “FOLLOWER”, sin embargo, donde el disco brilla es en lo más trabado, lo que cuesta de buenas a primeras, como “EMINENT SLEAZE”, que incluso recuerda a Foals o Imagine Dragons, o la intrincada pero rítmica “PERSONAL SHOPPER”, el corazón del disco, su primer single, y donde se muestra de forma más descarnada aquello que Wilson intenta criticar y transformar en estética. En la misma línea sonora está “SELF”, donde también se pone hincapié en cómo los individuos ganan seguridad en sí mismos sólo por acciones y reacciones de otros, sea otros humanos u otros estímulos externos como las cosas. El merchandising, la imagen, hasta los contenidos de los boxset limitados ponen en entredicho la serialización de productos, de necesidades, y la creación de oportunidades de consumo.

Considerando que la sátira sobre la forma de intercambio más presente en el mundo es algo potente, no es extraño que el disco también sea un producto parte de estas mismas lógicas. Wilson no configura esta crítica en un álbum de un sonido unívoco y convocante, sino que lo hace en nueve tracks que son más abstractos y divisivos. Es la vocación de mostrar lo monopólico de las dinámicas contemporáneas mediante la creación de oportunidades de disenso, poniendo en crisis las estructuras. No hay progreso sin cambios, y eso no sólo va en lo estético, sino también en las mentes que reciben y analizan este disco.
Steven Wilson sigue adelante, sin temores, poniéndose pruebas y pasándolas. No es su trabajo más consistente, ni tampoco el que tenga todo perfecto (“FOLLOWER” no aprovecha el momentum de “PERSONAL SHOPPER”, “KING GHOST” el de “SELF” y tampoco ayuda que luego venga la emotiva “12 THINGS I FORGOT”), pero sí es un disco que progresa y ayuda a ver cómo luce ese avanzar. Aunque el pasillo de tránsito sea clínico, igualmente se ve el esfuerzo de un artista por no quedarse pegado, no instalarse en la comodidad y, además, lo mezcla con una crítica cultural efectiva y multidimensional. Entre divisiones y extrañezas, “THE FUTURE BITES” igual resulta triunfo del ansia y la intención de un artista como pocos hoy en el mundo.
Artista: Steven Wilson
Disco: THE FUTURE BITES
Duración: 41:56
Año: 2021
Sello: Caroline International
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