En un viaje al pasado y con miras hacia el futuro, “SAWAYAMA”, el esperado LP debut de Rina Sawayama, es una exitosa mixtura que oscila desde el nü metal hasta el city pop para ofrecernos un autorretrato sólo posible gracias a una artista pop moderna, en total conocimiento de su identidad. Para ser su primer material discográfico – exceptuando el minidisco “Rina” de 2017–, es claro que la británica-japonesa no tiene intenciones de comenzar con sutilezas. “Dynasty” es una poderosa carta inicial que se presenta sin tapujos en su composición y lírica, abarcando el tema del dolor intergeneracional y sus implicancias en la identidad, aludiendo los problemas económicos y de infidelidad como parte del ADN familiar. La pieza de pop metal presenta la pregunta central del disco: “¿Romperías la cadena conmigo?”. Utilizando su propia voz para crear un solo guitarrero, la cantante advierte que este será un disco pop pocas veces visto.
La música nostálgica no es un ejercicio nuevo y parece alcanzar a la industria cada vez más rápido, sin embargo, el trabajo que Rina y el productor Clarence Clarity realizan está lejos de ser una mirada superficial a la adolescencia, sino que es un análisis sustancial a las memorias que la conforman. En “STFU!” la cantante recurre a bandas de nü metal como Korn para liberar su rabia por las micro agresiones que sufre a diario por ser una mujer asiática queer, redireccionando un género generalmente asociado a hombres blancos para combatir el racismo y sexismo. La influencia también se encuentra a destellos, como en “XS”, un himno anticapitalista con una base inspirada en Max Martin, luchando contra el estereotipo de banalidad en la música pop.

En el caso de “SAWAYAMA”, que incorpora tantos géneros, la cohesión está en riesgo. “Comme Des Garçons (Like The Boys)”, sacado de los clubes de principios de los 2000, presenta un seductor bajo justo después de las potentes guitarras y guturales de “STFU!”, el contraste más evidente, con una falta de cohesión que no hace más que añadir a la narración. “Akasaka Sad” presenta el conflicto interno de alguien a la deriva entre sus mundos, sin poder encajar a totalidad con ninguno, con un Clarity que suelta las riendas y explora todo lo que su sonido puede llegar a ser; sus beats acompañan la ansiedad presente en la letra. Rina y Clarence brillan por su cuenta, pero su química es una pocas veces alcanzada.
El disco es tan generacional como personal, con melodías que provocan nostalgia, pero que sólo podrían salir de sus experiencias. “Paradisin” es un atmosférico corte de punk pop, transportándonos a un arcade japonés para relatar su relación con su madre y su rebeldía. La dulzura continua en “Tokyo Love Hotel”, un recorrido por las calles de Tokio, utilizando el city pop para retratar su amor por la ciudad y exponer la fetichización de su cultura para luego llamarse la atención: “Supongo que esta es sólo otra canción sobre Tokio”. En un acercamiento más tradicional al pop y con tintes de synthpop, “Bad Friend” presenta uno de los momentos más vulnerables. Siguiendo la huella de Robyn y nombrando a Carly Rae Jepsen, la cantante aspira a llenar la pista de lágrimas.

Rina le da un abrazo a su fanaticada en canciones como “Love Me 4 Me”, una reinterpretación del new jack swing añadiendo rítmicas guitarras en un himno de autoaceptación, mientras que en “Chosen Family” hace un curioso uso de las habilidades de Danny L Harle para presentar el tema más convencional y centrarse en lo emocional. Sin embargo, la cantante les recuerda mantenerse despiertos en el mundo con “Fuck This World (Interlude)” y “Who’s Gonna Save U Now”, un corte stadium rock con potentes vocales y guitarras, y una producción que asemeja los conciertos en vivo, sampleando a sus propios fans que vitorean su nombre.
En “Snakeskin”, el track final, la cantante se despide con un nuevo giro, sampleando a Beethoven para caer en un inquietante beat con la voz de su madre cerrando la narración. Rina Sawayama termina respondiendo su pregunta inicial a través de todo el disco, aceptando su historia personal y reescribiendo su narrativa a través de la multiplicidad sonora en la paleta del álbum. Sin titubeos, su debut es un ejemplo de lo que puede alcanzar la música pop actual, lleno de complejidades y texturas dignas de una artista ya establecida, utilizando sus singularidades para destacar y nunca conformarse con encajar.
Artista: Rina Sawayama
Disco: SAWAYAMA
Duración: 43:34
Año: 2020
Sello: Dirty Hit