Una de las historias de éxito más curiosa de la década es la de Of Monsters And Men. Si bien, no son la primera banda indie que logra colar sus canciones dentro de las listas musicales, pocas lo han hecho con el nivel de impacto que tuvo el grupo con su singular sencillo debut “Little Talks”, perteneciente a su primer álbum “My Head Is An Animal” (2011). El sencillo se convirtió en la canción más exitosa de un acto islandés en Estados Unidos, estableciendo a la agrupación liderada por Nanna Bryndís como una de las exportaciones musicales más importantes de Islandia. Pese al éxito de su primer material, se tomaron cuatro años para lanzar “Beneath The Skin” (2015), un segundo esfuerzo que no alcanzó el mismo éxito que su antecesor. Ahora, otros cuatro años después, la banda regresa con un tercer material que intenta probar que su éxito no fue sólo casualidad.
El estilo que Of Monsters And Men ha perfeccionado con los años, es palpable a través de sus primeros dos álbumes. Etéreos sonidos y atrapantes armonías a cargo de la química entre Nanna Bryndís y Ragnar Þórhallsson son algunos de los elementos que se destacan en las composiciones folk de la agrupación. Sin embargo, en su más reciente material, “Fever Dream”, la banda apuesta por sonidos que intentan elevar la gama de colores de su discografía, con resultados variados. “Alligator”, primer sencillo del disco, se acerca al rock electrónico, a la vez que mantiene las armonías folk que los caracteriza, sin dejar de lado las percusiones y con una guitarra eléctrica que por primera vez toma total protagonismo en su música. El sencillo no es un ejemplo fiel del sonido del resto del disco, pero sí adelanta la figura de Bryndís como la verdadera protagonista.

Los elementos de rock rápidamente toman un rol secundario; “Ahay” y “Róróró” son baladas synth pop que representan de manera más fiel el sonido del disco, presentando una energía más animada que en su debut y más liviana que la atmósfera que ofrecía “Beneath The Skin”. A diferencia de la canción que los trajo a la fama, los momentos en los que Bryndís y Þórhallsson armonizan y comparten son escasos: en “Fever Dream” brillan por sí solos.
Canciones como “Waiting For The Snow” recuerdan todo el potencial vocal y lírico de Bryndís, que la convierten en la pieza clave de la agrupación; una vulnerable balada que pareciera coquetear con los sonidos característicos, pero que rápidamente recurre a distorsiones en la producción, dejando en claro que son sonidos completamente nuevos para la agrupación, sin embargo, no lo son dentro de su escena. La producción folktrónica que ofrece Rich Costey no es una idea única, bandas como Mumford & Sons, Alt-J o Bon Iver ya han incorporado estos sonidos en sus producciones por años, pero Of Monsters And Men tiene elementos que, usados a su favor, los destaca sobre otros actos. El desempeño vocal de los líderes, sumado a sus composiciones líricas, demuestra el potencial que la banda posee.

Son las canciones dignas de festival, como “Vulture, Vulture”, las que muestran el lado más brillante del álbum, con un clímax en la instrumentalización y composición que la posiciona como una pieza clave del disco. Sin embargo, la producción nunca se aleja de los synth de los primeros tracks; de hecho, se hace más evidente en la segunda mitad del disco en cortes como “Sleepwalker” y “Wars”. La primera presenta los momentos más claros de armonización entre los vocalistas, pero es un salto tan distante de sus primeras composiciones, que es imposible equiparar la química. Los cortes finales, “Under A Dome” y “Soothsayer”, hacen un buen trabajo en cerrar circularmente los sonidos presentes, con nulos guiños a sus composiciones anteriores y dejando en claro que “Fever Dream” es un trabajo distintivo de su discografía.
Cada una de las canciones presentes en el disco hacen un gran trabajo en demostrar el amplio potencial que presentan los miembros de Of Monsters And Men, en especial Nanna Bryndís, que se vuelve a posicionar como la estrella de la agrupación. Las líricas rescatan la habilidad para relatar historias del grupo y sus armonías siguen siendo uno de los elementos más atrapantes de sus composiciones, sin embargo, la intimidad y cercanía que ofrecieron en sus primeros materiales está lejos de ser palpable en “Fever Dream”, así como también la singularidad que los convirtió en un éxito.
Artista: Of Monsters And Men
Disco: Fever Dream
Duración: 40:30
Año: 2019
Sello: Republic