Mucha tinta ha corrido acerca de Marilyn Manson, un artista que se desdobla en términos tanto mediáticos como artísticos de la persona Brian Warner. Por esto, hay que decir que la carrera del artista se ha vuelto indisociable del personaje musical tal vez más polémico de la década de los 90. Marilyn Manson carga con la cruz de haber sido una figura mediática, ideológica quizás, y este peso se experimenta cuando se percibe que la atención por el personaje no va necesariamente asociada a la de su producción musical. Las polémicas por su reciente accidente en un escenario durante el mes de septiembre y su discusión con Justin Bieber, resultan en muchos casos anécdotas que contribuyen a la cobertura del personaje, pero no se condicen con la atención mediática en su música, que en varias dimensiones no logra generar el impacto de hace ya varios años.
El disco “Heaven Upside Down” es un intento por volver al sonido que lo hizo famoso hace dos décadas. Se escuchan ecos al tratamiento sonoro que tienen álbumes como el imponente “Antichrist Superstar” (1996) y el magno “Mechanical Animals” (1998), y una muestra de ello es la canción que abre el disco, “Revelation #12”, donde es difícil confundir la potencia que imprime el artista en esta canción. El sonido es intenso; Manson grita hasta el desgarro en el single “WE KNOW WHERE YOU FUCKING LIVE”, anunciando la distopía política del panóptico estadounidense. El sonido es conocido, la temática es más bien un canon, la energía del álbum es desbordante. Los arreglos están bien posicionados, porque la producción de rock industrial del artista está hecha con la rigurosidad comercial con la que se elabora el pop de masas. Manson, reconozcámoslo, es una estrella de pop y conoce bien las fórmulas, que no son muy distintas a lo que ya escuchamos en “The Pale Emperor” (2015).

Es curioso que, en su intento por retornar a sus raíces más metal, probablemente se sienta mucho más la originalidad de Manson en sus canciones pop, como en el single “KILL4ME”, un corte bailable, incluso un hit radial, donde el reverendo se deja impregnar de influencias del electro-pop avant garde, sin embargo, esta sólo se experimenta tímidamente, como una anécdota a lo largo del disco. En canciones bien pensadas, como “Saturnalia” y la homónima “Heaven Upside Down”, se mantiene en sintonía con aspectos clásicos de su carrera, ya desarrollados en el disco “Holy Wood (In The Shadow Of The Valley Of Death)” (2000). Es efervescente y cumple con lo que se puede esperar del músico, pero, aun teniendo en cuenta eso, no logra aportar fórmulas novedosas.
En términos de producción, el disco es certero. Incluso los ruidos, la estática, la distorsión y la tensión a los intervalos entre canciones están bien pensadas, sin embargo, hay algo que no termina de cerrar, tal vez sea algo más profundo. En esta época, canciones como “SAY10” ya no son tan impresionantes como lo debieron ser durante los 90. “You say ‘GOD’ and I say ‘SAY10’ (Satán)” se escucha casi cariñoso si se mira en retrospectiva la fama que otorgó al satanismo contemporáneo laveyano, porque parece que las iglesias monoteístas ya no necesitan de Manson para exhalar el último aliento que les va quedando.

Estamos en un mundo raro, un mundo en el que el reverendo Marilyn Manson ya no suena aterrador, ya no llena de inquietud el mensaje que intenta entregar, tanto estética como musicalmente. “Heaven Upside Down” no es ni remotamente un mal disco, y siendo justos críticamente, hay que reconocer que tiene momentos excelentes, pero tal vez su principal problema es que podría haber sido un disco emblema durante los 90 y 2000. El artista sigue recurriendo a locaciones comunes: su lucha contra la religión, a la distopía política y a las fórmulas que lo hicieron famoso. Uno de sus mayores defectos ha sido no reinventarse, incluso si eso es a costa de la carrera que ha construido a lo largo de todo este tiempo. Si bien, el rostro del Marilyn Manson que aparece en la portada es el de la persona Brian Warner, el Brian Warner auténtico parece que es indisociable del personaje mediático Marilyn Manson que no logra cautivar, ni en términos musicales ni en términos estéticos, como hace 20 años.
Artista: Marilyn Manson
Disco: Heaven Upside Down
Duración: 47:29
Año: 2017
Sello: Loma Vista / Caroline