En la actualidad, en el circuito del sonido ligado a la dimensión más experimental y técnica del hardcore, hay agrupaciones que construyen una identidad a través de la constancia en el lanzamiento de diversos formatos de material discográfico, colaboraciones, y también con presentaciones dentro y fuera del país o continente de origen, donde la experiencia de compartir escenario con bandas influyentes y que comparten una ética de hazlo tú mismo (DIY), puede llevar a una banda de este tipo a nuevos niveles de cohesión en el aspecto sonoro, lo que permite explotar el talento de sus integrantes y llevarlo a constante experimentación.
Joliette, una banda de Puebla, México, con ocho años de actividad, evidencia lo señalado anteriormente al sumar una nueva placa a su haber. Sin tomar distancia de su brutal línea musical, desarrollan aspectos a los que tuvieron un acercamiento en trabajos anteriores, y en “Luz Devora” no escatimaron en tiempo, construyendo y explorando así pasajes más profundos.

Debido a su fluidez, el equilibrio durante la escucha se desliga totalmente de lo forzado, lo que se nota desde el letal arranque conformado por “Cecapsis” y “Vacío”, con un prolijo trabajo de Azael Gonzales en la batería, en un despliegue polirrítmico muy contundente, todo seguido por filosos riffs a destiempo, produciendo una vorágine auditiva. Acá hay un transitar por la bella melodía de la vulnerable “Strathos”, habiendo atravesado el knock out directo representado en la feroz “Muletilla Japonesa”, con un punzante bajo de Gastón Prado, resultando sobresaliente. O navegar en la progresiva “Futuras Campanas”, con una gran riqueza instrumental, como punto alto, a encontrarse con la provocadora y orientada al hardcore punk “Pudre Infante”. Claras muestras de la versatilidad a tope.
“Atáxico” (2016), su anterior LP, fue un martillazo en la cara; breve en su duración y visceral en su entrega. En contraste, algunas de las canciones de “Luz Devora” sobrepasan los cinco minutos de duración, moviéndose en una intrigante y potente amalgama, donde lo vertiginoso no impide disfrutar de cada transición que surge y, de forma orgánica, la segunda mitad del material nos va situando en un clima inesperado, como el de la destacada “Señor Mora”, una catártica muestra de técnica con una rítmica espesa y vibrante.

Las introspectivas letras son expresadas con la poderosa descarga emotiva de Fernando Obregón, también concibiendo patrones vocales más limpios y complementándose perfectamente dentro de la propuesta del cuarteto. Como corte final, “Defenestra” posee la firma de Joliette en toda su construcción, contando con complejas capas que toman elementos característicos del post rock, siendo asimiladas pausadamente, mientras los momentos de ebullición son calculados y llevados a lo alto, dirigiendo el canto con dolor e intensidad a flor de piel.
No sería errado considerar el término acuñado por la misma banda en relación a su trabajo, y es que definirlos como “post-todo” es tener la apertura para tomar más de una variante, y esto juega un rol fundamental para involucrarse en el sonido del grupo, el que, en su presente, consolidan un manejo en el vaivén de intensidades. Sin destino predecible, pero asegurando una constante expansión.
Artista: Joliette
Disco: Luz Devora
Duración: 56:15
Año: 2019
Sello: Skeletal Lightning / Moment of Collapse Records