El término “supergrupo” suele aplicarse a un nuevo proyecto conformado por miembros de otras bandas activas, o que cesaron su ciclo, pero la experiencia obtenida será algo indiscutible y un componente esencial en el producto final de una obra colectiva. Desde 2017, un grupo llamado END es concebido desde las habilidades de cinco individuos con una reputación asociada a distintas bandas que tienen como nexo la ferocidad y técnica en su médula. Actualmente, el bajista Jay Pepito (vocalista de Reign Supreme), Billy Rymer (último baterista de The Dillinger Escape Plan), Brendan Murphy (vocalista de Counterparts), y los guitarristas Gregory Thomas (ex Shai Hulud) y Will Putney (fundador de Fit For An Autopsy, quien también se desempeña como productor de varias agrupaciones del género y derivados), evocan su destreza y llevan a su primer larga duración, con el críptico título “Splinters From An Ever-Changing Face”, a un estremecedor nivel.
Tras el lanzamiento del devastador EP “From The Unforgiving Arms Of God” (2017), las expectativas por disfrutar una nueva bestia de disco eran altas, y el segundo trabajo discográfico de END no tiene nada de accesibilidad, ni un ápice de misericordia para el receptor. Independiente de tener un acercamiento con sonidos disonantes, el ambiente de “Splinters From An Ever-Changing Face” es de absoluta hosquedad, evitando brindar respiro. Posterior a ínfimos segundos de lo que podía ser una introducción, un nocaut de proporciones irrumpe con “Covet Not”, blackened hardcore corrosivo y punzante que, por secciones breves, también explota un mathcore bien ejecutado, bajando un poco sus revoluciones para castigarnos con certeros breakdowns sin nada convencional en su fórmula. La violenta catarsis permite la transición al single promocional, “Pariah”, siendo lo más cercano a su anterior entrega de estudio, debido a su filoso y un tanto más estructurado despliegue en cuerdas.

Murphy realmente se luce al alejarse del sonido que mantiene en Counterparts y su colérico registro es el canal preciso para esta barbarie sonora que, pese a su duración de 33 minutos, llega a ser imperceptible por lo abrasiva de cada pieza, las cuales una a una embisten cargadas con salvajes quiebres. Destaca también el notable trabajo de Rymer, quien ensambla matices de metal técnico con brutales blast beats y añadiendo groove en sus variaciones, imprevistas en su gran mayoría.
La firmeza de una postura en herejía (“The Reach Of Resurrection” y “Hesitation Wounds”), el temor que produce quien abraza el vacío sin nada más que perder (“Fear For Me Now”), hallando libertad terrenal en el hastío (“Captive To My Curse”) y el pesimismo y desesperanza descarnada (“An Apparition” y “Every Empty Vein”) son parte del trasfondo lírico del álbum, llevando al extremo la controversia y la agresividad con la incendiaria ejecución de estos músicos que, teniendo claro sus créditos, hacen que END se convierta en un nuevo ciclón sofocante que nos involucra físicamente durante la escucha. “Ningún dios me querría ahora“, es la frase que Murphy vocifera durante “Sands Of Sleep”, encaminando el final con esta rotunda negación de una creencia que se aleja de la promesa de salvación, con pasajes cercanos al sludge y donde el cantante Tanner Merritt de la banda O’Brother aporta con un ambiente cautivante. El cierre del disco es potenciado por un ambiente de insanidad durante toda su extensión.

Es complejo pronosticar el panorama de una banda de este tipo, debido a las actividades externas y prioritarias que demanden la atención de sus integrantes, sin embargo, lo elaborado en “Splinters From An Ever-Changing Face” es sumamente implacable y está lejos de ser insignificante. Independiente de las influencias musicales, la agresividad, el dolor y el cuestionamiento son resultados de diversas vivencias que también conllevan acción. En nuestros tiempos de frustración y encierro obligatorio hay un fuego que fue puesto en pausa, y END, desde sus fauces, ha expulsado un soundtrack que es un catalizador para reactivar esa flama y aceptar la oscuridad que nos habita como una fuerza inclemente y beligerante.
Artista: END
Disco: Splinters From An Ever-Changing Face
Duración: 33:00
Año: 2020
Sello: Closed Casket Activities