Cada vez es más aparente el estado cíclico de la música. Las generaciones nuevas ven como novedoso cosas que las anteriores desechan como algo derivado, en un constante conflicto que pareciera dividir a los grupos. Ahí llega Beabadoobee, el proyecto de Beatrice Laus, una carta llena de nostalgia de un pasado que aún no desaparece del todo. Su sonido es fresco y juvenil, pero recuerda a una adolescencia que se niega a marcharse. En su placa debut, “Fake It Flowers”, la joven artista se aventura a un arriesgado ejercicio que promete un brillante futuro.
La apertura, “Care”, suena como una de las mejores canciones del debut de Avril Lavigne, un sonido que parece de hace tan sólo una década; su voz es suave y recuerda a la ola femenina de los 2000 que explotó en diversos géneros. En contraste, las guitarras son ruidosas, pero melódicas, como de una película adolescente, y la percusión se va construyendo en el explosivo coro, uno de los mejores de la placa. “No quiero tu lástima. Deja de decir que te importa una mierda”, un sentimiento tan atemporal como la música presente. Y es que no es difícil ubicar el sonido que referencia a lo largo de las doce canciones presentes, lo curioso es darse cuenta de que Laus era un bebé cuando esta música estaba en su peak. Al igual que contemporáneas como Soccer Mommy o Clairo, intenta vender estos sonidos como frescos para una nueva generación, y en gran parte lo logra.

“Worth It” toma elementos clásicos del britpop, con un atrapante coro que podría musicalizar las penurias amorosas de cualquier generación. “Emo Song” ve a la artista referenciando algo conocido, pero añadiendo pequeños detalles con los que florece su identidad. “Me pierdo a mí misma en polvo cósmico”, canta justo antes de que la canción pareciera explotar en el espacio. Su exquisitez por una buena melodía la acerca más a Daniel Johnston que al pop punk. “Sorry” pareciera a punto de caer en lugares comunes, cuando llegan cuerdas que diversifican y oscurecen la paleta sonora.
Con tan solo 20 años, es comprensible la mirada juvenil con la que relata sus problemas, pero donde un artista más maduro utilizaría este sonido nostálgico para reinterpretarlo bajo una mirada actual, Laus pareciera estar recién conociéndolo, como un adolescente viendo por primera vez “Juno” o “Skins” y queriendo imitar a sus protagonistas. El sonido está fielmente trabajado, pero sus composiciones se pierden en el ejercicio identificable, que no la separa de otros. “Besa mi trasero, no sabes nada. Y si dices que entiendes, no lo haces”, canta como una divertida rabieta en la dulce “Dye It Red”. Se podría decir que es algo irónico, sin embargo, el álbum tiene el ambiente serio de un diario de vida; profundo para el escritor, pero confuso para un lector entrometido.

La artista brilla más cuando realmente logra abrirse sin que toda una generación intente identificarse con ella. “Further Away” es un cinemático viaje con un brillante puente que se mezcla con la distorsión de las cuerdas, “Cada vez más lejos”, repite una y otra vez en una envolvente atmósfera. Mismo efecto logra “Horen Sarrison”, donde las cuerdas eléctricas son contrastadas por una orquestal composición, que eleva esta película a una mayor dimensión. Con elementos ambient de fondo, logra llevar a nuevos lugares el sonido que antes parecía no entender. “Yoshimi, Forrest, Magdalene” capta la divertida esencia de la cantante a través de múltiples distorsiones, donde abandona una faceta seria para dar paso a un cierre ligero que ayuda a conocer su esencia. A pesar de que es lo que le ocasiona más problemas, su mirada adolescente es también el elemento fundamental. En un futuro, podría repetir el ejercicio desde una perspectiva madura, pero es ese rasgo juvenil lo que hace que este debut termine siendo tan encantador.
“Fake It Flowers” es emocionante precisamente porque recuerda a las primeras experiencias y errores; existe una superficialidad que, más que dañar el material, termina dotándolo de potencial y resaltando aquellos momentos donde logra brillar su verdadera esencia. La combinación de cuerdas y percusión más los explosivos coros son conocidos, pero resulta emocionante ver a alguien más experimentarlos por primera vez. Beabadoobee no logra una carta de presentación perfecta, pero eso es lo que lo hace más emocionante: notar lo que alcanzará una vez que su potencial explote.
Artista: Beabadoobee
Disco: Fake It Flowers
Duración: 41:16
Año: 2020
Sello: Dirty Hit