Islandia es tierra mágica en cuanto a creación artística. Con una población que bordea los 400 mil habitantes y paisajes formados a partir de actividad volcánica por el choque de placas, esta isla europea ha encantado al mundo entero por los trabajos que han surgido a partir de variados proyectos, que han forjado sus propuestas musicales de manera contemplativa y un tanto misteriosa. La música extrema, en este caso, no ha sido la excepción, y Auðn, banda de atmospheric black metal, no ha querido permanecer inerme ante esta situación. Por lo que, alentados por su casa discográfica, Season Of Mist, han publicado “Vökudraumsins Fangi”, su tercer larga duración, álbum que captura al oyente y lo introduce dentro de los parajes más recónditos y oscuros de esta isla que llega a bordear los confines del círculo ártico.
“Vökudraumsins Fangi” respira lobreguez y desesperación en sus diez canciones, las cuales van mostrando la sinergia del sexteto en cuanto a la ejecución de un black metal que suena límpido, pero no por eso menos impactante. La clave está en los ambientes musicales creados por los guitarristas Aðalsteinn Magnússon, Hjálmar Gylfason y Andri Birgisson, quienes, con el bajo de Matthías Mogensen, van laborando esta telaraña de ensueño en la que el oyente va cayendo prisionero, tal como sugiere el título de esta obra. Esto, además de la voz lastimosa y melancólica de Hjalti Sveinsson, que va surgiendo como un instrumento musical más en algunos momentos, genera ese contraste entre agresión y ofuscación que sólo el metal negro puede proporcionar.

Así, los paisajes de contemplación y soledad se abordan en los primeros minutos de “Einn Um Alla Tíð”, pista introductoria que, al minuto, revienta con la batería de Sigurður Pálsson. recordándonos que el black metal es omnipresente en el álbum, como un piso al cual aferrarse cuando canciones como “Birtan Hugann Brennir” o “Verður Von Að Bráð” nos elevan a otras dimensiones artísticas. De esta forma, en “Drepsótt” y “Á Himin Stara” se hace notar con una fuerza brutal, mientras que “Næðir um”, al igual que “Ljóstýra”, van seduciendo por sus cambios rítmicos y sus atmósferas misantrópicas para que el último tema deje el ánimo infértil para otra cosa que no sea la sensación melancólica tras los 55 minutos del álbum.
Importante es no dejar de mencionar el hilo conductor que va entrelazando las temáticas presentes en “Vökudraumsins Fangi”. Aludiendo a algunas deidades, como Thor en “Eldborg”, y la desesperanza de proteger a una humanidad condenada a arder, los tópicos en este álbum hablan acerca de vacíos, del término de la vida y la caída de las entidades cósmicas, anunciado desde tiempos antiguos. Si en su trabajo anterior, “Farvegir Fyrndar” (2017), se mencionaba la obsolescencia de la tierra, en este disco el hablante lírico canta a la desesperación, donde todos llegarán sin remedio a sufrir eternamente. Un réquiem atmosférico expresado en idioma islandés, pero que no necesita de mayores traducciones para sentir su aura sofocantemente oscura.

La desolación o lo desértico que evoca la palabra “Auðn” encuentra un eco en este álbum que va generando el carácter de una banda que, a pesar de su idiosincrasia musical y cultural, se aleja de los convencionalismos de su lugar de origen para imprimir un atmospherical black metal sombrío y con sensaciones gélidas. Con esto, “Voküdraumsins Fangi” funciona como una entrada a otro plano existencial, donde la música del sexteto islandés va guiando al oyente a través de un sueño que, a la luz del día, se descubre como el destino ineludible de todo aquel que cae prisionero en él.
Artista: Auðn
Disco: Vökudraumsins Fangi
Duración: 55:11
Año: 2020
Sello: Season Of Mist