A veces pareciera que la figura de Víctor Jara irrumpe mucho más potentemente en el extranjero que en nuestro país, esto porque, si bien es considerado un ícono de nuestra historia musical y cultural, el inmenso legado que dejó como activista trascendió las barreras incluso del idioma. Bajo este contexto, no resultaría tan extraño que un artista como James Dean Bradfield, acostumbrado a un rock de guitarras más convencionales en Manic Street Preachers, decidiera concentrarse en la vida y obra del hombre de “Manifiesto” para entregar “EVEN IN EXILE”, un trabajo que, mediante 11 composiciones, aborda diferentes episodios de Jara y su inmenso legado.
En poco más de 48 minutos, el artista entrega una colección de canciones recopilando distintos pasajes de la vida de Jara, mostrando su inmensa capacidad como compositor con diversos elementos sacados del pop, el rock progresivo, e incluso la música latinoamericana, descifrando diversos mensajes en una clave fresca y bastante radial para tratarse de un álbum conceptual. Dicho eso, basta sólo el inicio con “RECUERDA” para ir comprendiendo las diversas postales de la historia chilena que Bradfield entrega desde el arranque, con “THE BOY FROM THE PLANTATION”, el single principal del LP, introduciéndonos al viaje que nos contará la historia de Víctor Lidio Jara Martínez.

Todos los elementos sonoros que James incorporó en el desarrollo de “EVEN IN EXILE” se funden en una obra que permite analizar una mirada externa de una figura tan importante como la de Víctor Jara, todo esto gracias a las sublimes palabras del poeta galés Patrick Jones, quien es el encargado de cada uno de los poemas musicalizados en este trabajo. Desde ahí radica cómo un disco en homenaje a la figura de Jara puede transformarse a la vez en un detallado ejercicio de su música y legado, sobre todo abordando la importancia que tuvieron en la vida del intérprete personas como su madre Amanda Martínez, su esposa Joan Jara o la influencia de Violeta Parra, todas ellas encontrando su momento en el disco para abordar dichos lazos, como en “UNDER THE MIMOSA TREE”, “FROM THE HANDS OF VIOLETA” o “WITHOUT KNOWING THE END (JOAN’S SONG)”, completamente dedicada a la viuda de Víctor.
Por supuesto que otros hitos del período más complejo de nuestro país también se hacen presente en varios tracks, desde la desolación de “THERE’LL COME A WAR” o la profunda inmersión en el relato que logra “SEEKING THE ROOM WITH THE THREE WINDOWS”. Asimismo, “LA PARTIDA”, una canción donde lo primero que uno podría identificar es la vibra del italiano Alessandro Alessandroni, se centra en las viudas de los Detenidos Desaparecidos y su incansable búsqueda por el desierto de Atacama, fundiendo la historia hacia “THE LAST SONG”, en la que, mediante una indudable sensación de derrota, Bradfield narra una prosa que bien representa los últimos días de Jara, así como los del presidente Salvador Allende.

Las canciones de Jara seguirán sonando siempre, incluso para las nuevas y futuras generaciones, pero nunca es tarde para reflexionar en el sentido de cómo su obra ha sido tan relevante incluso, en lugares tan lejanos como Europa. “No hay ningún cantante de protesta como él”, ha dicho Bradfield en reiteradas ocasiones, y evidentemente tanto él como Patrick Jones lo comprendieron muy bien, abriendo así una puerta a que el legado de Víctor llegue a influenciar aún más gracias a este documento de historia viva, de palabras que cobran una fuerza por sobre el recuerdo de un artista excepcional, donde de alguna u otra forma su influencia se sentirá en cada cantar que vaya desde el corazón. “Ahí donde llega todo, y donde todo comienza. Canto que ha sido valiente, siempre será canción nueva”.
Artista: James Dean Bradfield
Disco: EVEN IN EXILE
Duración: 48:20
Año: 2020
Sello: MontyRay
Andres Pino
05-Nov-2013 en 11:50 am
No me agradó la review que hicieron, y no hablo por ser fanboy. El tema es el siguiente, a The Strokes la crítica los trató bastante mal al sacar su segunda placa, debido a que emulaba demasiado el estilo del primero. Básicamente eso es visto como falta de innovación, pero realmente el músico compone lo que le nace y lo que le gusta como suena. No son procesos tan conscientes ni guiados. La crítica hizo que The Strokes cambiara constantemente hasta llegar a los sonidos más new wave de ahora, lo que algunos agradecen y otros aborrecen. Espero no ocurra lo mismo con Albert, que tiene su sonido propio y no le molesta demostrarlo.
Bystander84
05-Nov-2013 en 1:17 pm
no es lo que el autor menciona en le ultimo párrafo?