El ejercicio de estilo que permite el cine de género otorga la posibilidad de desarrollar historias desde una perspectiva diferente, particularmente cuando el terror está involucrado, pues resultan innegables los resultados de cintas tan diferentes y sorpresivas como “It Follows” (2014) o “Get Out” (2017). Estos arriesgados y originales experimentos permiten que el cruce de estilos refresque el lado más mainstream de la industria cinematográfica y le den un empuje a películas que desean experimentar algo similar. Dirigida por John Krasinski, “Un Lugar en Silencio” se centra en una familia que vive en una alejada y apacible granja, quienes, atemorizados por unas misteriosas y mortales criaturas que los acechan y que reaccionan al ruido, deberán sobrevivir viviendo en completo silencio.
Desde un comienzo la premisa que presenta “Un Lugar en Silencio” parece una propuesta atractiva, pero arriesgada en una original ejecución, pues la falta de diálogo es una de sus particularidades, apoyándose principalmente en una confección narrativa audiovisual desarrollada para una experiencia de sensaciones físicas donde la tensión es protagonista.
Para lograr tal efecto, se minimiza el lenguaje verbal y se enfatiza la gestualidad y ciertas claves visuales al momento de establecer el mundo en el que se encuentran los personajes, por lo tanto, los primeros minutos antes de la primera secuencia de créditos sirven como una muy breve síntesis de lo que será el resto del metraje. El argumento se instala con rapidez y sin dar mayores explicaciones, se establecen las reglas de este mundo, pero, gracias a la orquestación del guion, resulta fácil internarse en la vida de esta familia y así experimentar el riesgo que existe si dan un paso en falso.
Al conocer los riesgos que los ruidos representan, la tensión se alza como el estado permanente de una cinta que intercala momentos de candidez e intimidad familiar con secuencias llenas de angustia. Y aquella intranquilidad se articula gracias a las advertencias visuales que informan de la extrema precaución que los personajes deben tener en el medio en el que se encuentran, y la casa donde viven está provista de ingeniosas estrategias que evitan cualquier peligro. Por lo tanto, cualquier error puede resultar en un desastre que arriesgue el bienestar de esta familia; desde una acción tan simple como los pasos en el suelo, hasta la casi inevitable reacción ante el dolor físico de un golpe son considerados como situaciones riesgosas.
Aquellas advertencias visuales quedan establecidas con tal claridad, que la tensión se fortifica por medio del montaje y cuadros donde cada objeto cumple la función de ser un posible causante del inminente peligro. Por otra parte, el diseño de sonido es preponderante, pues utiliza cada ruido en favor del relato y sitúa al fenómeno físico como un evidente protagonista, por lo que las situaciones donde se potencia la angustia están armadas para quebrar la tranquilidad de la narración, tal como algunas de las estrategias utilizadas en “Don’t Breathe” (2016), la que también le entrega al sonido una especial importancia.
Si uno de los subtextos de “It Comes At Night” (2017) se centraba en la visión y percepción del otro como un ser extranjero, “Un Lugar en Silencio” ofrece una mirada hacia el interior de un núcleo, y el recurrente concepto de familia vuelve manifestarse, pero canalizado desde la perspectiva de los padres y cómo este rol otorga a sus protagonistas las herramientas de supervivencia necesarias para afrontar la peculiar realidad en la que están involucrados. El drama se construye alrededor de la paternidad y maternidad, cuestionándose sus propias capacidades de protección cuando hacen lo imposible por mantener a sus hijos a salvo. Y por más que quieran cumplir adecuadamente con aquella responsabilidad, esta se ve truncada por el ambiente hostil en el que sus hijos están creciendo, pues crecer en un mundo post apocalíptico significa hacerlo a la fuerza.
La falta de comunicación verbal permite concentrarse en sus actos, expresiones y la comunicación a través del lenguaje de señas, así se construye una cercanía alrededor de espacios íntimos y cálidos, donde se espera el bienestar de cada uno de los personajes. Por lo que los breves instantes de palabras están acomodadas para reforzar la esencia de la cinta, centrada en la protección de un grupo familiar.
Si bien, la originalidad de la película le otorga un buen resultado final, de todas formas recurre a artilugios como jump scares y el uso de música incidental que favorecen la construcción de un mundo abandonado, sofocante y aterrador. Sin embargo, es una producción que no agota, por el contrario: está compuesta de tal manera, que todas las decisiones cumplen su objetivo y sitúan a “Un Lugar en Silencio” como un original thriller de supervivencia con atributos de una angustiante historia de terror.
Título Original: A Quiet Place
Director: John Krasinski
Duración: 90 minutos
Año: 2018
Reparto: John Krasinski, Emily Blunt, Noah Jupe, Millicent Simmonds, Cade Woodward, Leon Russom, Doris McCarthy
En julio de 2023 llegará “Oppenheimer“, la próxima película de Christopher Nolan, pero hoy se ha liberado de manera online un primer vistazo a la cinta, el que fue exhibido antes de “Nope” de Jordan Peele en los cines. La película está basada en el libro “American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer” de Kai Bird y Martin J. Sherwin, el que aborda el desarrollo de la creación de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial.
El cast incluye nombres como Cillian Murphy, Robert Downey Jr., Matt Damon, Emily Blunt, Florence Pugh, Rami Malek, Benny Safdie, Josh Hartnett, Dane DeHaan, Jack Quaid, Matthew Modine, Alden Ehrenreich, David Krumholtz, Kenneth Branagh, Gary Oldman, Casey Affleck y Michael Angarano.