La experiencia cinematográfica, como cualquier otro fenómeno cultural, no es transparente, en él median demasiados factores que determinan la valoración de una cinta. Uno de ellos es el de las expectativas, que hacen esperar demasiado de un producto que –muchas veces- no es capaz de llenar ni siquiera una parte de estas. En la vereda opuesta está el prejuicio, muy relacionado a la realidad de los géneros estereotipados. Las historias estandarizadas permiten a la industria crear productos en masa que comparten temáticas y personajes, y posibilita a los espectadores a elegir sin dudar según sus intereses: a los hombres les gustan las películas de acción y humor, a las mujeres las románticas y los dramas.
Todo lo anterior es necesario para entender que, antes de ver “Un Lugar Donde Refugiarse”, ya con observar el poster promocional, saber quién la dirige o la identidad del creador de la trama, es imposible no venir con ideas prefijadas respecto a las temáticas que tocará, cuál será el desarrollo de la historia y, sin lugar a equivocarse, qué tipo de final es el que nos espera. Todo esto sin siquiera temerle por un instante al “spoiler”.
Una joven escapa de la policía al abordar un bus interestatal. Tras una noche de viaje, en la primera parada de la mañana, la chica, de nombre Katie (Julianne Hough), decide quedarse en el pequeño pueblo costero. Encuentra trabajo, una casa donde vivir y se ve atraída por Alex (Josh Duhamel), dueño del almacén del pueblo, viudo y con dos hijos. Todo es romance y felicidad, hasta que Kevin (David Lyons), el obstinado policía que la perseguía en la estación, logra dar con su paradero.
No es necesario adelantar más elementos de la trama para saber cómo se desarrollará y en de qué manera concluirá. Más aún si se revela que la historia surge de una novela de Nicholas Sparks, escritor conocido por un icono de los cuentos de hadas para adultas como “Diario de una Pasión” (“The Notebook” en el original). Es más, la película es un refrito de clichés de las cintas basadas en su trabajo, ya no sólo en las escenas románticas, sino en los conceptos entregados: sacrificio y redención a través de un amor perfecto y “hasta que la muerte nos separe”.
La clave está en el director y en un pequeño elemento que hacer girar la historia para darle un tono más cercano al thriller policial. Con elementos como los flashback que muestran algunas horas antes del escape de Katie, o sus sueños y pesadillas, sabemos que esconde algo y que su pasado es mucho más complejo de lo que parece en un principio. Esta pequeña gran sorpresa, y el desenlace de esta subtrama, aportará un grado de incertidumbre necesario para sostener la trama, lo que hace interesarse ya no tanto por una conclusión forever after anunciada desde el comienzo, sino por saber de qué manera los protagonistas resolverán el entuerto.
Revisando lo expuesto, una confesión: sí, esto suena demasiado a spoiler, que lamentablemente arruinará el visionado de la cinta. Pero ¿no lo es la misma historia? ¿Su spot promocional? ¿Su trailer? ¿Conocer al autor de la novela desde donde surge? Sólo aquel tan ingenuo como para considerar que esta cinta puede aportar alguna sorpresa, se puede indignar frente a una afirmación velada de la conclusión. Por lo menos “Un Lugar Donde Refugiarse” aporta una pequeña sorpresa, y se agradece el gesto.
A mediados de diciembre llegará finalmente “Avatar: The Way Of Water“, nueva obra de James Cameron y secuela de la película de 2009 y que cuenta con un casting compuesto por Sam Worthington, Zoe Saldaña, Sigourney Weaver, Stephen Lang y Kate Winslet. Hoy tenemos el trailer oficial de la cinta, cuya historia se sitúa una década después de los eventos de la primera cinta, contando la historia de la familia Sully, Jake, Neytiri, y sus hijos, abordando su dinámica familiar y los constantes problemas en las batallas que deben mantener para seguir con vida.