Corría 1999, cuando una de las películas más emblemáticas de terror de la década sale a la luz pública: “The Blair Witch Project”. Y aunque en la actualidad sean muchos más los que dicen no haber sucumbido al miedo, la cinta de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez se instalaría como un clásico de género. Sin embargo, así como fue un hito en su rama, también lo sería en la carrera de Sánchez, quien pese a dirigir varias películas de terror, no ha logrado salir de aquella bolsa de gatos llamada one hit wonder directors, colección de únicos éxitos de donde pocos consiguen seguir con racha de calidad y taquilla, pese a una trayectoria de intentos.
En esta nueva entrega, Sánchez vuelve a perseguir el mismo propósito, incluso mediante la técnica que lo llevaría a la fama: el found footage. Sin embargo, “Terror en el Bosque”, que podría tener algunas cartas al menos de referencia para entretener o atemorizar a algunos, termina por convertirse en una película plana y de refritos, donde el miedo parece mucho más un espejismo que una realidad.
La historia dice así: Cinco jóvenes viajan a una cabaña abandonada en un bosque en Texas para divertirse un rato y aprovechar de grabar unos videos de piruetas para YouTube. Pero la promesa de descanso y entretención, rápidamente será interrumpida cuando chocan a pocos metros de la vivienda con una extraña criatura que no deja cuerpo a la vista. Los jóvenes, pese al accidente, seguirán su camino sin muchas preocupaciones, hasta que con el paso de los días, curiosos ruidos y una figura misteriosa, que parece coincidir con Pie Grande, se hacen latentes en los alrededores de la cabaña.
Con base en el tópico de jóvenes inconscientes que se introducen a un lugar que se les ha prohibido hasta el hartazgo, “Terror en el Bosque” sigue la ruta con pocas sorpresas de quienes se entrometen donde no corresponde, como tantas otras películas de terror. Sombras que aparecen a los lejos, un villano que surge sobre todo en la noche, ruidos extraños, jóvenes que quieren acercarse más a la fuente del miedo; la última cinta de Sánchez posee una gama de recursos que parecerán, desafortunadamente, demasiado conocidos y poco alentadores para los fanáticos del género, y los no tanto.
Salvo por un par de decisiones a favor de Pie Grande, la película de Sánchez sale bastante damnificada. Pero no sólo es una cuestión de suma y resta de elementos, “Terror en el Bosque” se estructura mediante un guión débil, en donde el sentido común tiene demasiado que objetar. Porque continuar con la búsqueda de un monstruo por obtener un video puede parecer creíble, pero no cómo se trazan los personajes a lo largo del filme. Ni siquiera se trata de un bajo nivel de actuaciones, que tampoco tienen mucho que relevar, sino que las actitudes son tan básicas e inocentes, que la atención y tensión de la película depende casi en exclusiva de Pie Grande, quien además tampoco se posiciona como un monstruo muy aterrador.
Si bien, películas de terror con errores hay muchas, “Terror en el Bosque” decae por uno de los menos permisibles: aburrir. Efecto que no deriva únicamente del guión, ya que la música, fotografía y sobre todo el montaje son elementos que tampoco consiguen defenderse. Si la historia es un autodocumental a manos de cámaras GoPro, las mismas que usan deportistas extremos para mostrar sus acrobacias, se podría esperar que esta decisión de cámara fuera continua, pero no es así. Constantemente interfieren tomas de una mano invisible que sólo logran distraer y extrapolar al espectador del relato de primera persona. Parece que Sánchez en vez de afinar una técnica con la que alguna vez logro asombrar, se queda en un simple ejercicio de acomodo a la tecnología.
Aunque se podría perdonar a un director novato tanto error, es curioso que Sánchez haya logrado con mayor eficacia una mejor confección y calidad en su primera obra que las que la seguirían, que tampoco tienen mucho que entregar. “Terror en el Bosque”, pese a ser el quinto largometraje en su carrera, posee desajustes de guión y de técnica, que vuelven a coronar a “The Blair Witch Project” (1999) como su gran éxito. No obstante, no basta la comparación para evaluar con tanto rigor a la última producción de Sánchez, el problema de “Terror en el Bosque” radica en que espera a una audiencia ingenua, con poca experiencia y que no avisten defectos que, pese a la oscuridad de la noche, son demasiado visibles. Si puede salvarse, sería sólo por la disposición de los más incondicionales y los más novatos en el género.
Novedades sobre The Notorious B.I.G. Se dio a conocer el primer trailer del documental “Biggie: I Got A Story To Tell” acerca del músico asesinado en 1997 y quien fuera incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2020. La producción abarca entre los años 70 y 90 del rapero en Brooklyn, y su fecha de estreno es el 1 de marzo a través de Netflix.
La realización del filme demoró cuatro años, cuenta Emmett Malloy, director de la nueva entrega que abarca la carrera del artista. Y eso no esto todo, ya que, como productores, se encuentra la madre del protagonista, Voletta Wallace, y un colaborador cercano: Sean “Puff Daddy” Combs. Por último, está Wayne Barrow, manager de The Notorious B.I.G., quien tiene el rol de productor ejecutivo.
A continuación, te dejamos el trailer del documental: