Las películas basadas en videojuegos pueden ser clasificadas como las más arriesgadas al momento de su adaptación a pantalla grande, pues la experiencia en primera persona ha sido muy difícil de imitar, a pesar de la fértil oferta narrativa que estos ofrecen. Sin embargo, algunos de estos intentos tratan de enfocarse en la esencia del videojuego, dejando a un lado su complejidad narrativa con el objetivo de capturar sólo el concepto. Es así como Brad Peyton (responsable de “San Andreas” de 2015) asume el desafío de la dirección y escritura de una cinta basada en el juego “Rampage”, basado a su vez en la idea de humanos modificados genéticamente hasta convertirse en animales gigantes que atacan la ciudad.
Davis Okoye (Dwayne Johnson) es un primatólogo que mantiene un fuerte vínculo con George, un inteligente gorila albino. Sus apacibles vidas serán interrumpidas luego de que un experimento genético provoque que George se transforme en una peligrosa criatura gigante. Davis intentará revertir la situación, enfrentando a los responsables de este accidente, sin embargo, la situación se complejiza aún más cuando se descubre que otros animales también fueron víctimas del experimento.
“Rampage: Devastación” sólo se toma del concepto del videojuego en el que está basado para poder contar una historia original y que pretende sostenerse por sí misma. Sobre ese camino, se empieza a edificar lentamente estableciendo ciertos parámetros que le permitan cumplir claramente con sus objetivos, y uno de ellos es básicamente contar la historia de bestias gigantes atacando una ciudad. Por lo tanto, la narración no pierde tiempo en enfocarse en profundizar en subplots que puedan entorpecer la trama central.
Sin embargo, esta forma de construir el relato provoca que los hechos se vayan armando de manera superficial y las explicaciones que deberían entregar cierta lógica queden a un lado. Por lo tanto, el filme pide honesta y abiertamente que el espectador inicie un viaje a ciegas, omitiendo todas las decisiones que puedan ser tomadas y que estorben el espectáculo estridente en el que pretende enfocarse.
De todas formas, el foco puesto en el vínculo entre el astuto gorila y su cuidador está construido para que estos personajes logren ser seguidos hasta el final y se justifique la urgencia de Davis al querer revertir la situación. Por lo que, una vez que el accidente genético es desatado, afectando principalmente al primate protagonista, comienza una aventura de persecución y acción que va subiendo su intensidad paulatinamente hasta estallar en grandes secuencias de destrucción masiva. En ese momento el personaje interpretado por Dwayne Johnson se perfila como un héroe de acción, capaz de realizar las acciones físicas más impensables, pero con un sentido del humor que logra aflojar los momentos de tensión y potenciar la diversión que la cinta pretende construir.
Luego que las circunstancias han sido establecidas, el relato emprende una travesía donde puede ser muy fácil entramparse –y sin dudas lo hace–, por lo que las soluciones para encausar nuevamente la narración están llenas de torpezas que limitan en lo ridículo. Sin embargo, estos vuelcos están pensados intencionalmente para jugar con su excentricidad casi caricaturesca, y termina tomándose de la sinceridad para pararse y casi reírse de sí misma. Aquella franqueza le sirve para manifestar que no pretende ser algo más allá de lo que se le permite, fundando sus cimientos en la acción con secuencias de alta destrucción masiva, mezclada con momentos de una consciente diversión. En consecuencia, exige un alto compromiso por parte del espectador para poder avanzar y escalar hacia un retumbante tercer acto.
“Rampage: Devastación” termina por cumplir su objetivo y no parece sentir arrepentimiento alguno por todas las decisiones tomadas para llegar a ello, pues su autoconsciencia y honestidad le permiten experimentar y llevar las ideas al límite de lo ridículo, pero el divertido camino que recorre entrega como resultado una estridente película de monstruos gigantes y destrucción masiva. Es una experiencia divertida, pero superficial, honesta en su ejecución y capaz de entretener sólo si se está dispuesto a entrar en el juego.
Título Original: Rampage
Director: Brad Peyton
Duración: 103 minutos
Año: 2018
Reparto: Dwayne Johnson, Jeffrey Dean Morgan, Malin Akerman, Joe Manganiello, Naomie Harris, Marley Shelton, Jake Lacy, Jack Quaid, Breanne Hill, Matt Gerald, P.J. Byrne, Destiny Lopez, Jason Liles
Novedades sobre The Notorious B.I.G. Se dio a conocer el primer trailer del documental “Biggie: I Got A Story To Tell” acerca del músico asesinado en 1997 y quien fuera incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2020. La producción abarca entre los años 70 y 90 del rapero en Brooklyn, y su fecha de estreno es el 1 de marzo a través de Netflix.
La realización del filme demoró cuatro años, cuenta Emmett Malloy, director de la nueva entrega que abarca la carrera del artista. Y eso no esto todo, ya que, como productores, se encuentra la madre del protagonista, Voletta Wallace, y un colaborador cercano: Sean “Puff Daddy” Combs. Por último, está Wayne Barrow, manager de The Notorious B.I.G., quien tiene el rol de productor ejecutivo.
A continuación, te dejamos el trailer del documental: