Hace rato que secuelas, precuelas, spin off y otras maneras de continuar éxitos inundan la cartelera, tendencia a la que por supuesto el cine de animación no ha escapado. Así es como “Ice Age”, “Madagascar” y “Shrek” han llegado sin ningún problema a tres o más películas. Y la fórmula continúa con plena vigencia: hace unos días debutó “Monsters University”, próximamente se estrenará “Lluvia de Hamburguesas 2” y esta semana llega la segunda parte de “Mi Villano Favorito”. Lamentablemente, cuando aparecen los créditos la idea que reina es que ojalá la primera parte hubiese sido un fracaso comercial.
Gru (Steve Carell) sigue intentando cumplir con su rol de cariñoso padre adoptivo, mientras dedica esfuerzos a hallar un oficio que reemplace su antiguo trabajo. Su tranquilidad se ve interrumpida cuando es reclutado por una organización mundial encargada de luchar contra el mal. Junto con su nueva compañera, la agente Wilde (Kristen Wiig), buscará al responsable de la desaparición de un laboratorio en el Polo, quien parece ser el nuevo villano más grande del mundo.
La primera película de esta incipiente franquicia estrenada en 2010, era una eficaz pieza de entretenimiento que se sostenía en la chispa de Gru y unos secundarios notables (el antagonista Vector y los Minions). Una de las apuestas de animación más atinadas de los últimos años que, sin ningún problema, podía ser disfrutada por niños y adultos. Si bien no era un paraíso de ideas frescas y situaciones geniales, tenía una historia divertida y fácil de seguir, junto con un atractivo desarrollo de su personaje protagonista. El asunto acá tiene bastante menos gracia, porque el carisma de este parece haberse empequeñecido y el relato transita por caminos recorridos hasta el hastío por el cine de consumo rápido. Además que de por sí es mucho menos jugoso ver a una pareja de espías intentando hallar una nueva fuerza del mal, que a dos excéntricos villanos teniendo un enfrentamiento.
Dicho esto, la pieza que parece estar desajustada es el guión. Apenas se incorporan nuevos elementos interesantes a la trama y, a poco andar, comete el error de arruinar uno de sus grandes misterios, que hacia el final presenta como sorpresa. Va acumulando expectativas en torno a algo que ya sabemos cómo termina, para dar una resolución final indigna. Además, si la primera utilizaba de manera bastante burda la orfandad para comprometer emocionalmente al espectador, esta segunda parte ocupa maniobras tramposas de similar estatura para capturarnos.
Pero lo que más defrauda es que la historia continúa avanzando a pasos agigantados hacia el convencionalismo y la corrección, camino ya trazado en la cinta de 2010, cuando el villano colgaba el traje para convertirse en padre. Por más que se fuera disipando a medida que avanzaba, la anterior tenía algo de sabrosa malicia en su planteamiento, que aquí no se asoma ni siquiera en cuotas menores. A su favor, sin embargo, habría que decir que mantiene un tono que se ajusta muy bien con el argumento que despliega, tiene algunos guiños a emblemas de la animación y, lo mejor, los Minions, hiperactivas criaturas amarillas de arrollador encanto, ganan aún más protagonismo.
En suma, es evidente que hubo mayor cuidado e ingenio en la creación de la primera película. Lo que resulta sorprendente es que tanto en la dirección como en la escritura de guión repiten los mismos profesionales. Aquí el fallo no está tanto en la ejecución, sino en las decisiones tomadas para continuar con las aventuras de Gru y sus niñas, que desembocan en un filme que cojea tanto en la construcción de situaciones cómicas, como en su progresión dramática. Una apuesta de animación que no justifica su visionado ni siquiera por la aparición de unas divertidas criaturas.
Luego de estar en coma tras sufrir un complejo accidente en auto, hoy finalmente ha sido declarada como fallecida la actriz Anne Heche, luego de que su familia informara hace algunas horas que se había tomado la decisión de desconectarla del respirador artificial ante la imposibilidad de que sobreviviera tras las diversas lesiones que sufrió. Si bien al entregar la noticia todavía se encontraba conectada a la espera de los receptores de órganos, fue declarada legalmente muerta debido a las leyes del estado de California.
Heche sufrió una compleja lesión cerebral anóxica luego de chocar en su auto el pasado 5 de agosto, quedando en coma y en estado crítico, al punto que desde el primer minuto se informó que no sobreviviría. “Durante mucho tiempo ha sido su elección donar sus órganos y se la mantiene con soporte vital para determinar si alguno es viable”, señaló la familia en el comunicado que informaron sobre esta decisión.
La actriz es recordada por varios papeles en el cine y la televisión, su año más importante sin duda fue 1997, donde participó de varias películas como “Donnie Brasco“, “Volcano“, “I Know What You Did Last Summer” y “Wag The Dog“. Otras de sus cintas importantes fueron “Six Days Seven Nights” (1998, con Harrison Ford), “Psycho” (1998, remake de Gus Van Sant) y “Birth” (2004).