La saga “The Dark Tower”, que oficialmente inició en 1982 y que hoy la componen un total de ocho libros, forman parte de la biblioteca de culto para amantes del prolífico autor de suspenso, horror y fantasía, Stephen King. Y si hay algo que Hollywood ama adaptar –con variados resultados– son las creaciones del llamado “maestro del terror”, pues desde su prisma de nicho compone mundos interconectados a través de los cuales las historias, al parecer, se van contando por sí solas. Hoy, tras una década desde que comenzaron las negociaciones para adaptar estas novelas medidamente distópicas, la producción dirigida por Nikolaj Arcel funciona más como una secuela introductoria y, al contrario de su material inicial, no está ni cerca de convertirse en un referente de la fantasía cinematográfica actual.
La Torre Oscura es una construcción que protege a los mundos de diferentes dimensiones, pero El Hombre de Negro (Matthew McCounaghey) está determinado en destruirla para gobernar en un universo de caos y destrucción. Contrario a él, Roland Deschain (Idris Elba) es el último Pistolero encargado de proteger la Torre. En la Tierra, Jake (Tom Taylor) comienza a tener visiones de esta pugna entre mal y bien, por lo que se verá envuelto en una aventura que traspasará los límites de la imaginación.
En apenas –e increíblemente– hora y media de cinta, “La Torre Oscura” condensa un relato introductorio al multiverso creado por King, donde la fantasía se une con la acción y el suspenso distópico, lamentablemente, en menos niveles de los esperados. Fabricando tres historias que en algún momento se conectan, entre cambios bruscos de pantalla e imágenes sobrepuestas con más efectismo que contenido, se comienza a armar una trama más simple de la que nos quieren presentar. Con gran dificultad y vacíos que jamás son explicados en contraparte a otros que retienen más tiempo de lo necesario, esta cinta es un intento irónicamente desanimado y letárgico para el género, que sobreestima los fundamentos de un guion realmente pobre. Peca no sólo por la falta de un trabajo más prolijo frente a los mensajes trascendentes que pretende entregar, sino que también por conformarse al ser una síntesis liviana que no se condice con la vastedad que podría haber logrado tal vez no en una, sino en varias producciones.
El mismo director danés confió en una entrevista que el guion era realmente corto y apretado y que, al comenzar con una historia apretada, se intenta no atiborrar todo ahí, sino que sólo ir construyendo las ideas básicas. No obstante, esta explicación se aleja bastante del producto final mostrado en pantalla, el que, si bien concentra ciertos elementos más relevantes para el funcionamiento de la historia, se conforma con sus propias limitantes del libreto, sin lograr desarrollar un mundo al menos íntegro y acorde a su ficción. En este sentido, la mano de Akiva Goldsman, uno de los guionistas, se nota al volver a cometer los errores de “Winter’s Tale” (2014), armando una estructura endeble en la historia que termina por dividirse en etapas más que entrelazarse en un relato con sentido e interconectado desde su núcleo. Y aunque el tercer acto logra realzarse como el mejor fragmento, tanto por la construcción inter-personajes principales como la propuesta resolutiva –menos el desilusionante final–, lo cierto es que la frustración de una gran oportunidad desaprovechada pesa mucho más que un intento en la media hora final.
Con un sinnúmero de secundarios –que pese a todo no molesta, ya que se representa una variedad de etnias de forma natural y confluyente–, el reparto principal que recae en las figuras de Elba y McCounaghey fue una buena elección, donde ambos otorgan dinamismo y carácter a sus papeles, pese a las restricciones en la construcción de sus personajes. En cuanto al protagónico más joven, algo de talento por pulir se deja entrever en medio del conflictivo y poco definido héroe.
Que recientemente se confirmara el desarrollo de una precuela de esta cinta en forma de serie para explorar el contexto de la ficción, sólo se presta para suponer que nunca se tuvo realmente claro el fin de esta adaptación, la que fácilmente pudo haber sido convertida en un show de varios capítulos sin necesidad de pasar primero por el filtro en pantalla grande. Incluso, la historia al estar tan fragmentada funcionaría bastante mejor, ya que ni con sus miles de páginas de material original los realizadores fueron capaces de entregar una cinta completamente sólida.
Poco energizada no por falta de material, sino por la latente carencia de jerarquía en los contenidos a tratar y en el desorden de las ideas, sumado a una edición que deja mucho que desear, “La Torre Oscura” olvida el rostro de su padre, y se convierte en otra frustrante y defectuosa adaptación cinematográfica sin un norte claro ni a un nivel ad hoc de su contenido.
Cada vez aparecen más detalles de la nueva serie de Sex Pistols, dirigida por Danny Boyle, basadas en las memorias del guitarrista Steve Jones, llamadas “Lonely Boy: Tales from a Sex Pistol” (2017). Entendiendo esto, finalmente, se dio a conocer la primera imagen de los cuatros ingleses de la producción audiovisual, con fecha de rodaje para el 7 marzo.
Recordemos que la serie de FX, la que tendrá seis capítulos, se encuentra conformada por Maisie Williams interpretando a Jordan, también conocida como Pamela Rooke, y Toby Wallace en el papel principal de Jones. Este trabajo contará también con la participación de Anson Boon, quien interpretará al vocalista John Lydon, Louis Partridge como el bajista Sid Vicious, Jacob Slater hará el papel del baterista Paul Cook y Fabien Frankel, quien actuará como Glen Matlock, que tiempo después sería reemplazado por Vicious.