“La Revolución Pingüina” fue el nombre que se le dio al movimiento del año 2006, donde los estudiantes de educación media de todo Chile se movilizaron para lograr cambios en el sistema educacional de nuestro país. A través de marchas, paros y las tomas de los colegios alzaron la voz, y como protagonistas establecieron el debate frente a la crisis de la educación. A casi doce años desde las movilizaciones, el impacto que causó en toda una generación da pie al tercer largometraje de Guille Söhrens, quién con “La Isla de los Pingüinos” retrata con propiedad una época en la historia reciente de nuestro país.
Los estudiantes de un colegio observan cómo se levanta una revolución educacional en el país y, sin quedarse abajo, deciden tomarse su establecimiento, siendo el primer colegio privado en sumarse al movimiento. Durante la duración de las movilizaciones se darán cuenta de la importancia histórica que están viviendo, al mismo tiempo que enfrentan la realidad, sus miedos e identidades.
Un poco más de una década ha transcurrido desde aquella movilización estudiantil, lo que permite contar con la distancia necesaria para mirar hacia atrás, con una sensación de verdadera nostalgia frente a la época escolar y el contexto sociopolítico que se estaba viviendo. Y en esto la cinta exhibe un especial cuidado en los detalles, que hablan de un período previo al estadillo de redes sociales, cuando Fotolog y MSN eran los medios de comunicación entre los jóvenes, aquellos que habían nacido a finales de los 80 y principio de los 90, y que ansiaban cambiar el sistema en el que estaban insertos. Aquella representación consigue crear el contexto ideal para trabajar los conflictos de un relato centrado en las dinámicas dentro de una toma estudiantil.
En este contexto, el foco principal está puesto en representar el conflicto estudiantil y cómo este atraviesa a los protagonistas. Utilizando hechos reales y, a la vez, recreando lo que ocurría al interior de las tomas, el relato se va moviendo en una mezcla de realidad y ficción, y es justamente esta combinación la que pavimenta el camino para presentar a los personajes que conforman la historia y que conviven en esta rebelión. A pesar de estar situada en un hecho de nuestra historia en particular, los personajes son adolescentes a punto de terminar la enseñanza media, por lo que sus conflictos internos no dejan de ser universales, donde cada uno de ellos son empujados a crecer y cuestionarse el mundo en el que viven.
El relato no está centrado los líderes y liceos emblemáticos del movimiento, por el contrario, toma a un colegio anónimo que opta por sumarse, pero sus estudiantes carecen de protagonismo y deben aprender en el camino cómo liderar una revolución, por lo tanto, estos se vuelven propensos a la equivocación entre el ímpetu por lograr cambios y los miedos propios de la incertidumbre. Es ahí donde la mirada de Martín (Lucas Espinoza), como protagonista, se vuelve importante al capturar con franqueza la posición y visión de muchos estudiantes que se encontraban en el medio de su propia búsqueda de identidad y los cambios que se vivían a nivel nacional. Y sin existir una crítica social explícita, se otorga el espacio para la reflexión frente al manejo que tuvieron los estudiantes secundarios al tomar con seguridad el papel de protagonistas y pensar desinteresadamente en las generaciones futuras.
El contar una historia coral que trata de abarcar las distintas personalidades que habitan en el contexto escolar, provoca que el foco se vaya perdiendo a medida que la narración avanza. Por lo tanto, cuando es momento de encauzar el relato y darle un rumbo sólido a cada uno de los personajes, este se debilita y pierde una orientación clara, pero la responsabilidad final queda en el viaje que los personajes han hecho y la forma en que el conflicto educacional ha cruzado sus vidas.
Sin embargo, “La Isla de los Pingüinos” habla con total claridad y honestidad, estableciendo como su médula el retrato de una época y el legado de un movimiento del que no se esperaba el impacto que alcanzó. Así, se le otorga especial énfasis a los conflictos que se vivieron en aquel período, logrando conectar con el espectador a través de sensaciones que se vuelven palpables y que cruzaron la revolución estudiantil.
Título Original: La Isla de los Pingüinos
Director: Guille Söhrens
Duración: 105 minutos
Año: 2017
Reparto: Lucas Espinoza, Rallén Montenegro, Juan Cano, Paulina Moreno, Germán Diaz, Ana Tijoux
Novedades sobre The Notorious B.I.G. Se dio a conocer el primer trailer del documental “Biggie: I Got A Story To Tell” acerca del músico asesinado en 1997 y quien fuera incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2020. La producción abarca entre los años 70 y 90 del rapero en Brooklyn, y su fecha de estreno es el 1 de marzo a través de Netflix.
La realización del filme demoró cuatro años, cuenta Emmett Malloy, director de la nueva entrega que abarca la carrera del artista. Y eso no esto todo, ya que, como productores, se encuentra la madre del protagonista, Voletta Wallace, y un colaborador cercano: Sean “Puff Daddy” Combs. Por último, está Wayne Barrow, manager de The Notorious B.I.G., quien tiene el rol de productor ejecutivo.
A continuación, te dejamos el trailer del documental: