El género del torture porn tuvo un auge luego del estreno de “Saw” en 2004. Poco después se estrenó “Hostel” (2005), saga que se rindió un par de años más tarde tras tres películas, no todas exitosas. No ocurrió esto con las protagonizadas por el famoso asesino Jigsaw, que regresa este año, llegando a formar una franquicia que se repite a sí misma desde sus comienzos, pero que resulta en una gran cantidad de dinero para la industria. Desde el inicio, la saga mantiene un público fiel que nunca se preguntó si el resultado final era bueno o consistente mientras tuvieran lo que les era ofrecido, que inicialmente era gore y un cuestionamiento moral engañoso, pero que hoy no logra generar la incomodidad de sus inicios.

Tras diez años de la muerte del moralista asesino John Kramer (Tobin Bell), mejor conocido como Jigsaw, un nuevo grupo de extraños despierta en una trampa mortal. El dispar conjunto deberá trabajar en equipo y confesar sus pecados, culpas y errores, mientras siguen las reglas del juego que, tal vez, entregará la redención ofrecida por la grave voz que viene desde una grabadora. A medida que los prisioneros fracasan, los cuerpos comienzan a aparecer, la evidencia crece y la policía se convence de la posibilidad de no estar cazando a un imitador, sino al mismo Jigsaw, o de encontrarse frente a un nuevo y prolijo asesino.

Con siete entregas previas, la saga iniciada por “Saw” ha llegado a su película más reciente luego de varios años de ausencia de Halloween, la época que fue su reinado por años. La mente maestra, creadora de varias trampas mortales y convencida de su superioridad moral, ha muerto de cáncer, y este intento de reboot o secuela directa se toma de su trabajo previo para plantear el misterio de quién es el asesino una vez más. Y, a pesar de ser nuevos personajes, este misterio no tiene nada de novedoso.

Los hermanos Michael y Peter Spierig son los nuevos directores que decidieron tomar las riendas de esta franquicia, dirigida con un nivel de sutileza bastante mayor a las últimas tres entregas, pero sin aportar algo novedoso más que una fotografía estilizada del gore, que resulta extrañamente escaso. La esencia de la saga se mantiene ahí a tal punto, que parece plagiarse a sí misma, con vuelcos de trama idénticos y los mismos estereotipos de personaje. Incluso repiten el nivel de inconsistencia mostrado mientras se desarrolló el resto de la saga hace más de diez años.

“Jigsaw”, al igual que varias entregas previas, decide desenvolverse en dos escenarios con tramas distintas: la del grupo de desafortunados hombres y mujeres, destinados a una muerte horrible en un juego imposible de ganar, y la línea de investigación policial. Aún con una gran cantidad de personajes, ninguna de estas dos tramas contiene alguno con quien exista el deseo de empatizar por más de unos cortos segundos. Ambas son exageradamente confusas, sin tener detrás una paga que resulte suficientemente consistente, lo que incluso llega causar risa con su poca coherencia y monólogos de exposición.

Es destacable que, a pesar de sobrepasar la hora y media de duración, el ritmo dado por los directores hace que las fallas en guion y caracterización pasen rápido, sin momentos planos o demasiado lentos, aunque tampoco utilizando el ritmo frenético que daría una sensación de urgencia para que la línea argumental de la policía resulte más emocionante. “Jigsaw” se mantiene en un nivel plano, en el que no avanza demasiado lento, pero tampoco lo suficientemente rápido para entregar una incomodidad que el gore exhibido y el planteamiento ya no logran transmitir.

La gran gracia de la saga de “Saw” no es su crudo impacto, sino cómo logra engañar y traspasar su punto de vista, haciendo que algunos piensen que el asesino está actuando por el bien público, o que tal vez los atrapados en sus juegos macabros se lo merecen. Sin embargo, este planteamiento no es eterno, especialmente después que han pasado siete años desde la última película filmada para la franquicia. A pesar de esto, muchos fans esperan atentos el regreso de Jigsaw, que ha creado un culto tanto dentro de su mundo ficticio como en la realidad, para quienes la trama repetida no es un factor, ya que saben lo que buscan en esta película y seguramente lo consiguen cuando los créditos comienzan.

Título Original: Jigsaw

Director: Michael Spierig y Peter Spierig

Duración: 92 minutos

Año: 2017

Reparto: Matt Passmore, Callum Keith Rennie, Clé Bennett, Hannah Emily Anderson, Laura Vandervoort, Tobin Bell, Brittany Allen, Mandela Van Peebles, Michael Boisvert, Lauren Beatty