Desde que se alzara como la principal competencia, e incluso amenaza de los estudios Pixar, Dreamworks ha desarrollado una forma de hacer películas de animación bastante propia. Desde el gran e inesperado golpe que fue la primera “Shrek” (2001), a las dos “How To Train Your Dragon”, los estudios del niño que pesca sentado en la luna han apostado por temáticas mucho más amplias y menos realistas que su contraparte. Al mismo tiempo, en sus mejores obras ha primado un humor apuntado tanto al público infantil como al adulto; incluso, la saga “Shrek” o “Madagascar” (2005) a ratos parecían más enfocadas a los padres que a los hijos.
Apelando a ese mismo estilo, llega ahora “Home”, la historia de Oh (voz de Jim Parsons), un efusivo aunque solitario extraterrestre, parte de una raza dedicada a tomar prestados planetas en los que esconderse de una estirpe depredadora. Cuando la Tierra sea elegida como su más reciente destino, Oh se topará con Tip (voz de Rihanna), una niña en busca de su desaparecida madre Lucy (voz de Jennifer Lopez), y juntos emprenderán un viaje en busca de solucionar sus problemas y, de paso, conocerse a sí mismos.
Dado que nunca han podido llegar al nivel de construcción de relatos del que se vanagloria Pixar, en Dreamworks se especializan mucho más en crear películas con carisma y encanto, en gran parte, por medio de personajes memorables. Esto no está ni cerca de ocurrir en “Home”, por diversas razones. Desde su introducción inicial ya resulta difícil encariñarse con Oh, a pesar de que cuente con una serie de diálogos y chistes escritos con la esencia de Sheldon Cooper (de la serie “The Big Bang Theory”) en mente. El extraterrestre se mueve a un ritmo tan frenético, alternando entre naves hechas de burbujas y un auto que vuela a base de bebidas de fantasía, que sólo los niños más hiperquinéticos podrían mantenerle el paso, además de que su ineptitud y torpeza se vuelven tediosas a poco andar. Si el protagonista va a ser tan limitado, depende del contexto en el que se vaya encontrando para que no pierda gracia, elemento que sí funcionaba en “The Lego Movie”.
Desgraciadamente, la trama de “Home” es tan simplona, que puede ser adivinada desde los primeros cinco minutos sin arriesgar muchos errores. Al mismo tiempo, desaprovecha un sinfín de oportunidades para variar el tono y el color del humor, donde las peores son una serie de visitas a distintos países; salvo por la geografía, espacios como París y Australia pueden ser intercambiables entre sí. Aquí es donde Dreamworks desperdició uno de sus fuertes: los chistes en base a estereotipos, que tan bien supieron aprovechar en las secuelas de “Madagascar”, por muy perdido que tuvieran el norte. Esto mismo es el principal pecado de la película: el humor se siente fácil, en extremo simple y directo, además de algo irritante. Atrás quedaron las ingeniosas referencias veladas a la cultura pop, o los arriesgadísimos chistes subidos de tono, porque en “Home” lo que prima son los porrazos y los golpes amistosos. El más insoportable acá es el líder de la raza de Oh, el Capitán Smek (voz de Steve Martin), quien se dedica a propinar golpes en la cabeza con su bastón, saltar de un lado para otro, chillar y, más que nada, a ser una pérdida de tiempo.
Quizás lo único que tiene algo de gracia es la coprotagonista y su historia. A pesar de no ser la principal fuente del humor, Tip es un personaje atípico, con mucho más en común con las heroínas de Disney que con los desadaptados de Dreamworks. Y si su personaje no es el más entretenido, al menos es con el que resulta más fácil empatizar; el que Tip y su madre sean originalmente de Barbados, le da además una leve capa referente a los problemas de los inmigrantes en Estados Unidos.
De esto se desprende el que “Home” quizás pretendía ser una suerte de película de animación más “seria”, que buscara desarrollar problemáticas infantiles que fueran más allá de las más usuales y repetitivas. Siguiendo esta lectura, el personaje de Oh calza perfectamente como una metáfora de los problemas de Tip.
Aunque todo esto fuera correcto, se pierde en un mar de colores, luces y demasiados segmentos de baile, donde además llama la atención que, siendo parte del elenco, Rihanna no haya colaborado con una sola canción; toda la banda sonora original se compone de piezas instrumentales de música electrónica. En resumen, “Home” es una película a la que le habría hecho bien un poco más de dirección y claridad conceptual, debido a que se siente sumamente improvisada, al mismo tiempo que estéril. Un paso hacia atrás para uno de los supuestos grandes estudios de animación digital.
Plasmar cinematográficamente acontecimientos relacionados con el deporte implica trazar una línea, aludiendo al proceso detrás de la preparación antes de enfrentarse a un gran evento, con los conflictos situados entre medio configurando la trayectoria de quienes protagonizan grandes hazañas deportivas. Una de las carreras de automovilismo más prestigiosas sirve como el escenario perfecto para situar fuerzas opuestas en medio de un conflicto de intereses donde las destrezas, el compañerismo y la determinación serán fundamentales para alcanzar el éxito. Dos años después de su exitosa “Logan”, James Mangold dirige una historia inspirada en hechos reales y que tiene al centro a dos de las grandes compañías de automóviles del mundo: Ford y Ferrari.
“Contra Lo Imposible” se centra en el visionario diseñador de autos Carroll Shelby (Matt Damon) y el corredor Ken Miles (Christian Bale). Ambos estarán encargados de diseñar y construir un auto de carreras para la compañía Ford, el que debe ser capaz de vencer a su oponente más poderoso en manos de Enzo Ferrari (Remo Girone). Juntos deberán luchar contra los intereses corporativos para, al mismo tiempo, alcanzar sus victorias personales.
La cinta aprovecha desde su inicio el concepto en el que se encuentra inmersa, pues las carreras de autos son su principal motor, y estas son representadas con una mirada intuitiva, capaz de exhibir con agilidad cada momento y componente de una carrera automovilística. Y considerando su extensión, alcanzando las dos horas y treinta minutos, el ritmo agitado se vuelve esencial para conducir un relato que realmente profundiza en su principal temática.
Las decisiones de encuadres y montaje ayudan a edificar una historia que arranca tal como lo hace un auto de carrera y debe avanzar poniendo especial atención a las curvas con las que se encuentra. Y es ahí donde las pausas son necesarias para así poder evidenciar el entramado que se teje al interior de la compañía Ford y, a la vez, aprovechando de adentrarse en la vida personal del corredor que estará a cargo de conducir el moderno automóvil.
Para poder construir una historia que intenta alcanzar un nivel épico dentro de su contexto, esta es divida en dos trayectos que avanzan a la vez y que juntan su camino en la carrera de Las 24 Horas de Le Mans. Por una parte, la compañía Ford y su lucha por competir con las grandes entidades del mundo automotriz, es el centro y detonador que empujará a sus protagonistas a enfrentarse a grandes obstáculos para alcanzar el principal objetivo. La compañía es a la vez representada como quienes instalan los inconvenientes corporativos, donde los intereses monetarios preponderan frente a la pasión que significa para los protagonistas el poder diseñar el revolucionario nuevo modelo.
Por otra parte, el encargado de conducir el nuevo automóvil es el obstinado Ken Miles, el que simboliza un espíritu agitador y con el objetivo de alterar la firmeza de la compañía. Junto a su carácter testarudo y poco apacible, Ken es el personaje que más cambios sufre a través del relato, siendo capaz de transformar su razonamiento, pero gracias a quienes lo rodean, su esposa e hijo. Sin embargo, su camino no podría completarse sin el apoyo de su amigo y socio en este negocio, Caroll Shelby. La relación de ambos es la manifestación del compañerismo y el cariño fraternal; en ellos está puesta la cuota necesaria de idealismo, la que los ayudará a continuar adelante, pese a las adversidades.
James Mangold logra crear un drama deportivo complejo y con las características de un cine algo más clásico, rememorando a producciones hollywoodenses de antaño, pero con la apariencia física de una obra moderna que cuida su tratamiento. “Contra Lo Imposible” alcanza un nivel satisfactorio, donde el mundo que retrata queda plasmado con total firmeza y es coherente con sí misma hasta el final.
Título Original: Ford v Ferrari
Director: James Mangold
Duración: 152 minutos
Año: 2019
Reparto: Matt Damon, Christian Bale, Jon Bernthal, Caitriona Balfe, Noah Jupe, Josh Lucas, Tracy Letts, JJ Feild, Ray McKinnon, Rudolf Martin, Ward Horton, Bridie Latona, Lachlan Buchanan