En géneros como el de la comedia existen figuras representativas, nombres que cargan con distintos estandartes de maneras de hacer las cosas en la pantalla grande, cosechando así diversos resultados, algunos extremadamente negativos, otros con una calidad destacable, y también otros tantos que pasan por las salas de cine derechamente sin pena ni gloria. En esta ocasión, “Guerra de Papás” nos presenta a un conocido en el ámbito del humor, acompañado por un actor más flexible en sus interpretaciones, asociado también a otros tipos de películas; en suma, dos maneras de hacer las cosas puestas en un mismo lugar. A pesar de eso y de contar en sus filas con un experimentado, esta cinta no logra superar la barrera del cliché, posicionándose junto a aquellos filmes que rápidamente quedan en el olvido tras una fugaz estadía en los cines comerciales.
La historia se centra en Brad Whitaker (Will Ferrell), quien se acaba de casar con Sarah (Linda Cardellini) y busca persistentemente que los dos hijos de ella lo vean como su verdadero padre. Sus esfuerzos no terminan de funcionar y se ven entorpecidos por la repentina llegada de Dusty (Mark Wahlberg), exmarido de Sarah y el salvaje padre biológico de los niños, que se propondrá desplazar a Brad a costa de cualquier cosa, desatándose un enfrentamiento que alterará toda calma.
La historia es conocida: dos personajes diametralmente opuestos en constante confrontación. Nada más y nada menos que eso. Tanto así, que a medida que la película avanza nos vamos dando cuenta de que esta gira casi completamente en torno a estos dos personajes, dejando sobre sus espaldas prácticamente toda la cinta. De ese modo, la temática familiar y el resto de los componentes asociados –como la madre y los niños– son meros adornos, que en vez de enriquecer el relato con una mayor cercanía entre el espectador y la historia, terminan por enfriar la situación establecida entre los papeles principales, los cuales finalmente se ven envueltos en una disputa que, con excepción de ciertas secuencias, no se dirige a ningún lado.
Ferrell y Wahlberg cumplen en sus papeles, haciendo notar la experiencia que ambos poseen, complementándose correctamente y logrando entretener de buena manera en ciertos pasajes, a partir de un humor blanco y liviano. Esto, sin embargo, no alcanza para dar forma a una experiencia cómica completa, debido, en parte, a la poca originalidad y al descuido de la temática central, que en este caso pareciese ser la excusa para hacer interactuar a los protagonistas, o de manera más extrema, ver sufrir a Ferrell. En este sentido, se vuelve difícil empatizar con las situaciones presentadas, que pierden credibilidad, dando la sensación de que diversas secuencias pudieron haber sido explotadas de mejor manera.
Finalmente, la película se desarrolla sin sobresaltos, para llegar a un final predecible, que da cuenta de la falta de direccionalidad de las secuencias humorísticas; una conclusión pobre y abrupta, que es lo peor de la cinta, sobre todo teniendo en consideración que cuenta con reconocidos actores en dos papeles protagónicos, lo que pudo haber significado en otro panorama una gran virtud.
En conclusión, si bien “Guerra de Papás” logra divertir a partir de figuras famosas que cargan con un humor característico, éstas no consiguen por sí solas dar forma a una película que destaque y merezca ser recordada por sobre el promedio, en especial si existen entregas del género protagonizadas por estos mismos actores y con una calidad notablemente superior. Dicho esto, una vez más nos enfrentamos a una de las principales falencias de la comedia en el cine de carácter más comercial: la falta de perspectiva, algo imperdonable si se desea abrir la posibilidad de nuevas temáticas y un mejor desarrollo de éstas, evitando una dependencia de actores símbolos y duplas humorísticas, las cuales de ninguna manera aseguran dar forma a una cinta resuelta y de calidad.
A la edad de 52 años fallece la actriz inglesa Helen McCrory, reconocida por sus roles en franquicias como la saga Harry Potter y la serie “Peaky Blinders“. La información fue publicada esta mañana por diversos medios británicos, quienes recibieron la confirmación por parte de su esposo, el actor Damian Lewis, quien citó una larga batalla contra el cáncer como la causa de muerte.
“Destrozado de anunciar que tras una heroica batalla contra el cáncer, la hermosa y poderosa mujer que es Helen McCrory ha fallecido tranquilamente en su casa, acompañada de una ola de amor de sus amigos y familia“, comentó su esposo a través de un comunicado. “Murió como vivía. Sin miedo. Dios, la amamos y sabemos lo afortunados que somos de haberla tenido en nuestras vidas. Ella resplandeció tan intensamente. Ve ahora, pequeña, al aire, y gracias“.