A medio camino. Estas especiales adaptaciones que suele hacer últimamente el cine estadounidense respecto de franquicias que no son propiamente visuales –como es el caso de una línea de juguetes-, siempre suelen quedar a medio camino entre una película de género seria y la locura desatada. Y por eso suelen fallar en su intento, aún cuando el material del cual disponen para trabajar tenga todos los elementos necesarios para el éxito, como son héroes valientes y con grandes armas, mujeres hermosas y peligrosas, villanos icónicos y despiadados y, por supuesto, ninjas.
La primera parte, “G.I. Joe: El Origen de Cobra” (2009), tenía muchos errores producto de esta misma tendencia, tanto en el casting de los personajes como en el desarrollo de la historia, además de introducir elementos ajenos a la propia mitología de la franquicia. Sin embargo, en su conjunto resultó ser una película entretenida, y su recaudación motivó a los ejecutivos a dar luz verde a esta nueva película. Claro que, conscientes de los errores y horrores de los cuales adolecía la primera entrega, los realizadores dan con un producto final que se mueve entre una secuela y un reinicio.
La historia continúa desde el mismo punto donde nos dejó la primera parte, con Zartan haciéndose pasar por el Presidente de los Estados Unidos de América (Jonathan Pryce) y ordenando un ataque en territorio enemigo. Los Joes concluyen la misión con éxito, pero son atacados por las propias tropas estadounidenses por orden del presidente impostor. Roadblock (Dwayne Johnson), Lady Jaye (Adrianne Palicki) y Flint (D.J. Cotrona) son los únicos sobrevivientes del ataque, y se juramentan encontrar a los responsables y detener sus malvados planes antes de que sea tarde. Mientras Snake Eyes (Ray Park), con la ayuda de Jynx (Elodie Yung), continúa su cacería sobre Storm Shadow (Byung-hun Lee).
La trama, simple y directa, sin grandes giros, se desarrolla de forma tal que busca hacernos olvidar todo aquello que no funcionaba en la primera entrega. Por una parte, se muestra con un tono muy distinto al de la primera, con más acción “militar”, que se aproxima mucho más al espíritu de la franquicia. Por otro lado, con el artero y despiadado ataque lanzado sobre los G.I. Joes, se deshacen de uno de los personajes principales y que por muchos fue considerado un evidente error de casting. Claro que cabe destacar que, en esta breve interpretación, dicho personaje se muestra mucho más cómodo, en parte gracias al aporte de Dwayne Johnson, quien desde el primer minuto se roba la pantalla por su presencia escénica, pero también por su naturalidad a la hora de desarrollar escenas de comedia, logrando formar una buena dupla.
Las actuaciones, en general, no son buenas, pero tampoco trágicas, salvo excepciones notorias como el caso de RZA, quien se limita a recitar las líneas que corresponden al Maestro Ciego. Y es que tampoco tienen un gran material con el cual trabajar, pues acá lo que importa es que se vean bien pateando traseros. El desarrollo de sus personajes, sus historias personales y motivaciones, no existen o no importan para el desarrollo de la historia, al punto que, si otro de los personajes principales hubiese muerto en el ataque inicial, nadie lo hubiese notado. Mención aparte merecen, por un lado, Bruce Willis como el “Joe original”, el General Joe Colton, quien tiene menos presencia de lo que prometen los afiches y trailers promocionales, y que si bien no aparece con esa actitud apática propia de esos papeles en que pareciera preguntarse a cada momento por qué firmó para hacer esto, es evidente que a ratos está aguantando con estoicismo un ataque de risa. Por el otro lado está Jonathan Pryce y su doble papel como el Presidente real y Zartan, que es quien parece disfrutar más con su rol, especialmente cuando puede dar rienda suelta a la imagen de un presidente al que se le aflojaron un par de tornillos y tiene en sus manos un par de armas nucleares.
Donde esta película gana créditos es en las escenas de acción, en particular aquella gran pelea de ninjas en las montañas, tan bien coreografiada que representa un clímax que surge demasiado temprano dentro del relato. No es que el resto de las escenas de acción estén mal, pero claramente pierden al hacer la comparación. Además, con la capacidad atlética del propio Johnson, queda la sensación de que pudo ser mejor aprovechado, y no sólo mostrarlo sosteniendo armas. Por lo demás, cuando se trata de ninjas, nunca es suficiente.
Con evidentes mejoras respecto de la primera entrega, “G.I. Joe: El Contraataque” sigue quedando a medio camino en su intento por adaptar la franquicia, aunque parece más cerca de lograrlo. Sin grandes pretensiones, sólo buscando entretener a un público claramente definido (niños, adolescentes y uno que otro adulto nostálgico), la película cumple con sus objetivos. Habrá que esperar un más que probable tercer intento para ver si, con las bases que asentaron con esta entrega, logran dar con el tono adecuado para llegar a un público más amplio.
A mediados de diciembre llegará finalmente “Avatar: The Way Of Water“, nueva obra de James Cameron y secuela de la película de 2009 y que cuenta con un casting compuesto por Sam Worthington, Zoe Saldaña, Sigourney Weaver, Stephen Lang y Kate Winslet. Hoy tenemos el trailer oficial de la cinta, cuya historia se sitúa una década después de los eventos de la primera cinta, contando la historia de la familia Sully, Jake, Neytiri, y sus hijos, abordando su dinámica familiar y los constantes problemas en las batallas que deben mantener para seguir con vida.