Conocido por dirigir la adaptación de su propio y popular libro, “The Perks Of Being A Wallflower” (2012), Stephen Chbosky continúa su viaje como director y guionista con la adaptación del bestseller “Extraordinario”. Parecidos en sentimiento, ambos filmes evocan la emoción, pero, mientras que en “The Perks Of Being A Wallflower” era más sutil en su tratamiento, en “Extraordinario” es en extremo sentimentalista al querer alcanzar su mensaje lleno de amable positivismo, enfocado directamente a los niños, quienes también son los protagonistas de esta historia.
August Pullman (Jacob Tremblay) nació con diferentes malformaciones en el rostro, y hoy, a sus diez años, asistirá por primera vez a una escuela. Durante toda su vida ha sido educado en casa por su madre (Julia Roberts), que ha puesto su vida y la relación con su hija en pausa para cuidar de él sin llegar a ser sobreprotectora. August y su familia enfrentan el temor de esta nueva situación, en la que ellos, sus amigos, compañeros y profesores, aprenden cómo la amabilidad puede afectar una vida.
En su primer día de escuela, Auggie camina con la cabeza baja mientras los niños a su alrededor lo miran con curiosidad. Para escapar de esa incomodidad, se imagina con su traje de astronauta saltando por el patio, siendo ovacionado por esos mismos que lo miran y evitan. Este escapismo optimista es lo que rodea a “Extraordinario”, que tiene un espíritu amable, siendo directa y reiterativa, casi como un manual para tratar a otros con compasión y afecto, cualidades que no todos poseen o encuentran en sus vidas.
La principal característica de la película es que evidentemente ha sido escrita y dirigida de manera que saque la mayor cantidad de lágrimas posibles al espectador, lo que no significa que sintamos lástima por el pequeño protagonista, más bien es un tipo de empatía. Esta manipulación emocional es constante y clara, y en ningún momento oculta su decisión de optar por el sentimentalismo más dramático, sobre todo en el tercer acto, dónde, si antes no era evidente el nivel extremo en el que se guían nuestras emociones hacia el llanto, lo es ahí. A pesar de ser cliché, de todas maneras resulta efectivo.
“Extraordinario” comienza con una narración en la voz de su protagonista que nos dice cómo debemos sentirnos respecto a la situación que se nos presenta. Esta reiteración forzada de emociones es constante, y más tarde, al cambiar de foco –ahora dirigido a su solitaria hermana mayor–, la narración vuelve a utilizar el mismo truco, cosa que mantiene hasta los últimos minutos del filme, solamente variando el personaje que narra.
Ese cambio de enfoque, que no mantiene la atención sólo en su protagonista, varía hacia un filme más dinámico, que de otra manera resultaría monótono, más de lo que ya es para sus 113 minutos de duración, pero también es la fórmula creada para lograr empatizar con un público de todas las edades. La posibilidad de explorar otros personajes, a pesar de ser predecible en muchos casos, resulta en un buen descubrimiento, sobre todo con Via (Izabela Vidovic), la hermana adolescente, quien logra cargar parte de la película con su complejidad, no sólo dando una mayor dimensión al personaje de Julia Roberts, sino con lo importante que es por sí misma.
Chbosky ha demostrado que tiene un talento particular para dejar fluir el drama, para conectar las situaciones con las características de sus protagonistas de una forma en que la progresión de la historia no resulte forzada, siendo natural al explotar el crecimiento de sus personajes dentro del movimiento de dichas situaciones. Muchas de estas se refieren al bullying infantil y cómo crecer alrededor de este especial tipo de violencia cuando se es un niño, pero también demostrando cómo un adulto puede inintencionalmente empeorar o mejorar este ataque.
“Extraordinario”, además de generar emoción y posiblemente algunas lágrimas con su manipuladora pero efectiva emocionalidad aleccionadora, carece de algo para recordar. Es una película optimista, que toca sólo una parte del conflicto que le toca vivir a su protagonista, muy diferente al de “Mask” de 1985, aquel clásico de Peter Bogdanovich de similar temática. “Extraordinario” escoge la infancia y a un grupo de personas que posibilitan dar una lección en amabilidad, pero también hace que su tratamiento del tema no moleste a nadie porque no se permite juzgar, y esto la convierte en otro drama con una bonita moraleja que nunca está demás, a pesar de su poca trascendencia.
Título Original: Wonder
Director: Stephen Chbosky
Duración: 113 minutos
Año: 2017
Reparto: Jacob Tremblay, Julia Roberts, Owen Wilson, Mandy Patinkin, Millie Davis, Izabela Vidovic, Ali Liebert, Elle McKinnon, Bryce Gheisar, Daveed Diggs, Noah Jupe
Luego de estar en coma tras sufrir un complejo accidente en auto, hoy finalmente ha sido declarada como fallecida la actriz Anne Heche, luego de que su familia informara hace algunas horas que se había tomado la decisión de desconectarla del respirador artificial ante la imposibilidad de que sobreviviera tras las diversas lesiones que sufrió. Si bien al entregar la noticia todavía se encontraba conectada a la espera de los receptores de órganos, fue declarada legalmente muerta debido a las leyes del estado de California.
Heche sufrió una compleja lesión cerebral anóxica luego de chocar en su auto el pasado 5 de agosto, quedando en coma y en estado crítico, al punto que desde el primer minuto se informó que no sobreviviría. “Durante mucho tiempo ha sido su elección donar sus órganos y se la mantiene con soporte vital para determinar si alguno es viable”, señaló la familia en el comunicado que informaron sobre esta decisión.
La actriz es recordada por varios papeles en el cine y la televisión, su año más importante sin duda fue 1997, donde participó de varias películas como “Donnie Brasco“, “Volcano“, “I Know What You Did Last Summer” y “Wag The Dog“. Otras de sus cintas importantes fueron “Six Days Seven Nights” (1998, con Harrison Ford), “Psycho” (1998, remake de Gus Van Sant) y “Birth” (2004).