“El Pájaro Loco” fue un personaje animado creado por Walter Lantz a principios de 1940, y la serie protagonizada por este antropomorfo personaje alcanzó gran éxito durante la era dorada de la animación estadounidense. Caracterizado como un animal alocado, irreverente y con una inconfundible risa, Woody logró posicionarse en aquella época y es recordado por su versión televisiva transmitida en varios países, incluido Chile. A casi ochenta años de su creación, un largometraje que mezcla la animación 3D con escenarios y personajes reales intenta revivir las aventuras de aquel peculiar personaje.
Lance Walters (Timothy Omundson) es un abogado que, luego de ser despedido, decide partir junto a su hijo (Graham Verchere) y su novia (Thaila Ayala) al bosque para construir una gran mansión que le servirá de inversión. Pero no cuenta con que en este lugar habita un extraño pájaro carpintero, que hará de su estadía una pesadilla cuando el alocado animal defienda su hogar.
Varios clásicos dibujos animados han pasado por un tratamiento en animación 3D para ser insertados en el mundo real interactuando con personajes de carne y hueso. Desde las aventuras de “Scooby Doo” (2002), “Garfield” (2004), “Yogi Bear” (2010) y “The Smurfs” (2011), entre otras, se puede ver el intento por revivir personajes de antaño, basando su justificación en la nostalgia que inspiran sus protagonistas en un público que las vio en sus versiones televisivas, además del desafío de conquistar una nueva audiencia enfocada básicamente en un target infantil. Por lo tanto, esta reinterpretación en live action de “El Pájaro Loco” busca mezclar la nostalgia de la serie. cautivando con un humor ingenuo y cargado a la simpleza.
Si bien, la producción está enfocada en un público infantil que probablemente desconozca la existencia del personaje, descansa de todas formas en el conocimiento que se podría tener de él, evitando mayores introducciones y enfocándose principalmente en su caracterización. Por lo tanto, las pequeñas travesuras que Woody protagoniza enfrentándose a cazadores, inmediatamente establecen su excéntrica personalidad, la que utiliza a su favor para conectar con la audiencia al romper la cuarta pared y hablarle directamente a la audiencia, mientras, entre divertidas líneas, consigue instalar el tono en el que se desarrollará la historia. Sin embargo, cierto exceso en su artificial identidad bromista puede llegar hasta el hastío cuando se aprovecha conscientemente de aquel recurso.
La cinta manifiesta su autoconsciencia y tiene una clara tendencia a la comedia familiar, por lo que se puede percibir un cierto tono cargado a un humor más tradicional, característico de cintas familiares de décadas pasadas. En esta producción abundan las situaciones torpes y el humor físico, donde la destreza del protagonista se enfrenta a sus incompetentes adversarios en cuadros simplones, que quedan reducidos a gags visuales. Así, la comedia apunta a lograr la risa fácil sin ofrecer mayor contexto para que aquellos momentos se incorporen naturalmente a la narración final y, en cambio, estos parecen viñetas en tono de ensayo y error, repitiendo chistes sin mayor sorpresa.
Siendo Woody el centro de atención de la cinta, esta olvida al resto de los personajes y les asigna roles poco originales con subtramas que escasamente contribuyen al desarrollo de la narración. En consecuencia, la cinta nunca consigue tomar un rumbo claro y contar algo más allá de las bromas del protagonista. En ocasiones el relato arroja indicios de querer profundizar en ciertos temas que tienen relación con la familia, e incluso con el medio ambiente, pero estos son dejados a un lado para priorizar el tono liviano que se le ha otorgado.
“El Pájaro Loco” es sólo otro intento por revivir un personaje que formó parte de una época, por lo que la nostalgia le podría jugar a favor, sin embargo, no se logra desarrollar adecuadamente debido a la simpleza con la que se toma a sí misma. Por esta razón, sólo queda reducida a una liviana comedia familiar cargada a un humor ingenuo y sin mayores pretensiones.
Título Original: Woody Woodpecker
Director: Alex Zamm
Duración: 84 minutos
Año: 2017
Reparto: Alex Zamm, Thaila Ayala, Timothy Omundson, Graham Verchere, Jordana Largy, Scott McNeil, Adrian Glynn McMorran, Chelsea Miller, Jakob Davies, Sean Tyson, Patrick Lubczyk, Eric Bauza (Voz)
Luego de determinar la responsabilidad del realizador chileno Nicolás López en dos delitos de abuso sexual, hoy se realizó la lectura de sentencia, donde el Tribunal Oral En Lo Penal de Viña del Mar decretó la condena de 5 años y un día de presidio efectivo a López por dos delitos de abuso sexual cometidos en 2015 y 2016.
Recordemos que se dio a conocer la resolución contra el responsable de algunas películas como la trilogía “Qué Pena…”, entre otras, donde el Ministerio Público determinó que López es culpable de dos delitos de abuso sexual, mientras que fue absuelto del delito de violación, además del delito de ultraje público, a raíz de un hecho denunciado tras un episodio en el bar Liguria en 2012.
En aquella ocasión, el TOP de Viña del Mar señaló que la decisión se tomó de forma unánime, pero que no se logró acreditar la violación contra una mujer, que habría ocurrido en 2004. “La prueba de cargo fue insuficiente para acreditar más allá de toda duda razonable la existencia del tipo penal de violación propuesto por los acusadores”, señaló el juez Fernan Rioseco durante la audiencia.
Aquí el anuncio oficial del Poder Judicial:
🔴 EN VIVO: Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar condena a 5 años y un día de presidio efectivo a Nicolás López Fernández por dos delitos de abuso sexual cometidos en 2015 y 2016 en la región Metropolitana.