Las películas sobre hijos secuestrados ya parecen ser un género en sí mismo. Esta vez, Luis Prieto, director de “Pusher” (2012), remake de la película del mismo nombre dirigida por Nicolas Winding Refn, llega a alimentar este sub género con “Desaparecido”, protagonizada por la ganadora del Oscar, Halle Berry, Sin embargo, el vuelco de tener una protagonista femenina, que no tiene más que sus instintos de madre para salvar a su hijo, resulta interesante sólo hasta el momento de presenciar las fallas de un guion inverosímil y una edición poco clara, resultando en una experiencia que promete sin cumplir.
Karla (Halle Berry) es una madre soltera que atraviesa una batalla de custodia infantil, mientras trabaja de mesera para mantener a su pequeño hijo, Frankie (Sage Correa). Luego de un turno difícil decide llevarlo al parque, pero al atender una llamada importante descuida a Frankie por unos segundos y este desaparece. Al buscarlo dentro del parque, Karla presencia cómo una mujer desconocida secuestra a su hijo en el estacionamiento y, tomando su propio auto, decide perseguir a los culpables por las carreteras de Nueva Orleans.
La premisa de “Desaparecido” es simple: una madre decide tomar las cosas en sus propias manos cuando su hijo se ve en peligro, algo así como una versión femenina de “Taken” (2008), pero en este caso con un padre sin habilidades especiales y sin alcanzar el nivel de la película que Liam Neeson protagonizó hace casi una década. Acá el suspenso no funciona gracias a lo tontos que llegan a ser los personajes, así como la acción tampoco lo hace con el estilo de rodaje y postproducción elegido por el director Luis Prieto.
La falta de una mejor edición no es tan notoria durante el primer acto, donde sólo pareciera que cada secuencia es prolongada más de lo normal, desde las imágenes que abren la película, mostrando al pequeño Frankie creciendo, hasta un viaje en auto donde el diálogo expone lo que podemos esperar del filme. Sin embargo, apenas comienza la persecución por la carretera, la película pasa de ser sólo aburrida a tener problemas obvios. Estos se agravan al estar presentes en escenas clave, donde las cosas no quedan claras, restándole impacto a las acciones que la protagonista pueda ejecutar, pero también creando vacíos en la trama.
Al querer mantener el género de un veloz thriller de acción, los cortes realizados buscando dinamismo terminan por no tener continuidad ni claridad dentro de cada escena, además de usar una opción estilística cuestionable de transiciones a negro, que hace que las secuencias pertenezcan más en un tráiler que a un largometraje terminado. Estas idas y venidas a la pantalla en negro, más el desordenado montaje en momentos en que la acción debiera ser clara, hacen que “Desaparecido” pierda gran parte de su potencial y que a ratos parezca un producto inconcluso.
Por otra parte, Halle Berry debe cargar con todo el peso de la película durante sus dos primeros actos, y al verla es fácil olvidar que ganó un Oscar a mejor actriz por “Monster’s Ball” (2001). Esto no resulta su culpa del todo, ya que el guion de Knate Lee, a pesar de tenerla sosteniendo un monólogo sola en su auto por más tiempo del necesario, no le da buenas líneas para trabajar. Su diálogo resulta absurdo –lo que a ratos funciona–, pero además es forzado e incluso da la impresión de que su voz fuera mal añadida en postproducción, sumando puntos a una mala edición. Además del diálogo, tampoco le ayudan los muchos close-ups de su rostro gritando, y sorprende que, a pesar de esto, su personaje tenga una progresión, aunque sea sólo en imprudencia y no en inteligencia.
“Desaparecido” es diferente a la mayoría de las películas de secuestros, puesto que sitúa a la madre como perseguidora y protagonista, usando el instinto maternal como una vía para sacar la violencia interior. Esta novedad, sin embargo, parece desaprovechada por una película que no toma riesgos y crea una expectativa en la motivación de los antagonistas que termina por ser insuficiente, así como también nos presenta un segundo antagonista invisible que no tiene impacto sobre la historia. Luis Prieto y Knate Lee no tratan a su audiencia como seres pensantes en ningún momento de los 82 minutos de duración de este largometraje, arruinando la premisa y también desaprovechando a Berry, quien puede brillar en el proyecto adecuado para ella, aunque desafortunadamente en este sólo tome las riendas hacia el final.
Novedades sobre The Notorious B.I.G. Se dio a conocer el primer trailer del documental “Biggie: I Got A Story To Tell” acerca del músico asesinado en 1997 y quien fuera incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2020. La producción abarca entre los años 70 y 90 del rapero en Brooklyn, y su fecha de estreno es el 1 de marzo a través de Netflix.
La realización del filme demoró cuatro años, cuenta Emmett Malloy, director de la nueva entrega que abarca la carrera del artista. Y eso no esto todo, ya que, como productores, se encuentra la madre del protagonista, Voletta Wallace, y un colaborador cercano: Sean “Puff Daddy” Combs. Por último, está Wayne Barrow, manager de The Notorious B.I.G., quien tiene el rol de productor ejecutivo.
A continuación, te dejamos el trailer del documental: