Cuando se apuesta en el cine por las novelas gráficas, se sabe que no será una típica historia de héroes o villanos. Diversas historias sobre criminales, terroristas, antihéroes y mafiosos han sido adaptadas al cine anteriormente: “Constantine” (2005), “V For Vendetta” (2005) o “The Losers” (2010) son sólo ejemplos de relatos con temáticas bastante violentas, políticas y criminales, que nacieron como comics orientados al público adulto y fueron llevadas a la gran pantalla con bastante éxito.
Basada en los comics de DC Vertigo (la línea de novelas graficas para adultos de DC Comics) creados por Ollie Masters y Ming Doyle, “Las Reinas del Crimen” es un drama criminal ambientado en el barrio Hell’s Kitchen de Nueva York, que retrata la complicada vida de tres esposas de mafiosos irlandeses: Kathy (Melissa McCarthy), Ruby (Tiffany Haddish) y Claire (Elisabeth Moss). Luego de que sus esposos son enviados a prisión por tres años, estas mujeres deciden tomar el negocio de sus familias en sus propias manos, probando que son una peligrosa fuerza dispuesta a todo para sobrevivir en el turbulento mundo de las mafias de Nueva York.
Andrea Berloff, la coescritora del guion de “Straight Outta Compton” (2015), hace su debut como directora de este relato que explora cómo el poder y la necesidad de sobrevivir en un mundo criminal puede transformar a mujeres sumisas e inteligentes en despiadadas y peligrosas mafiosas. El trío dinámico entre McCarthy, Haddish y Moss es acompañado por un reparto que incluye al rapero Common, Domhnall Gleeson, Margo Martindale y Bill Camp. Armada con un guion subversivo y atrevido, Berloff nos lleva por las calles de Nueva York de 1978 centrando la narrativa en lugares que sirven como las fachadas de diversos negocios criminales, y nos entrega una perspectiva en constante evolución para cada una de las protagonistas.
Es esta evolución uno de los elementos más notables dentro de la historia. Cada mujer comienza como una esposa que se dedica a la familia, a tener hijos y mantener la boca cerrada cuando el marido está en casa, pero pronto vemos cómo esos roles son desechados completamente y cada una es forzada a tomar el control de su destino (con resultados impactantes en ciertos casos), asumiendo las potenciales consecuencias de sus decisiones, las cuales son exploradas en su totalidad en el tercer acto de la película.
A destacar también dentro de la historia, es la relación que florece entre los personajes de Moss y Gleeson, que prueban ser una pareja de temer, dándonos momentos tan perturbadores como necesarios para demostrar la evolución de una mujer que pasa de ser maltratada, a una hábil y peligrosa asesina. Haciendo uso de temáticas vigentes, como lo son la violencia intrafamiliar, la corrupción y la discriminación de raza y genero, este relato no pierde tiempo en mostrarnos el cambio en la balanza del poder, advirtiendo de sus potenciales peligros y consecuencias.
Algo que seguramente dará que hablar de esta película es la transformación de actrices altamente dedicadas a la comedia o el drama en mujeres que pueden infundir en hombres un verdadero temor al verlas en estos roles empoderados, usando su inteligencia y experiencia para tomar el control.
En su totalidad, “Las Reinas del Crimen” es una historia cargada de violencia, drama y peligro, que atrapa al espectador desde el comienzo y lo lleva en un turbulento viaje de cambios, tan brutales como realistas, pero que, finalmente, nos recuerda que todos nosotros, bajo nuestro instinto de supervivencia, podemos cambiar nuestras narrativas para bien o para mal. Eso, si estamos dispuestos a asumir las consecuencias de estas decisiones.
Título Original: The Kitchen
Director: Andrea Berloff
Duración: 102 minutos
Año: 2019
Reparto: Melissa McCarthy, Tiffany Haddish, Elisabeth Moss, Domhnall Gleeson, Margo Martindale, Bill Camp, Brian d’Arcy James, Common, Jeremy Bobb, Wayne Duvall, John Sharian
La mayor trampa de un documental musical es caer en el éxito objetivo más que en la potencia de los fracasos subjetivos. De hecho, cuando aquello ocurre, se olvida la fuerza de lo documental y se queda la predominancia de la música, de la figura, pero más allá de cualquier cosa, un hálito a discurso oficial que, pese a ciertos bemoles, no se advierte en “Mystify: Michael Hutchence”. Y eso es vital para que el trabajo evite quedarse a medio camino entre el brillo de una estrella de la música popular australiana y las tormentas que pueden aquejar a alguien que elige el aislamiento por sobre la petición de ayuda a los cercanos.
La historia de Michael Hutchence podría ser pensada como la del ascenso y caída de INXS, conjunto clave para el pop-rock australiano, con una influencia mundial que se desvaneció más rápido de lo debido. Pero lo cierto es que la vida de Hutchence, y todo lo que la rodeaba, exigía un trabajo puntilloso y bien hilvanado. Eso es lo que el director Richard Lowenstein comprendió a la perfección, desde el armado estructural de la trama hasta la sensible decisión de que el relato fuera coral, sin entrevistas en cámara, sólo material de archivo y entrevistas en off, lo que puede mostrar ciertas incongruencias a nivel de guion, pero sin duda que permite mirar con diferentes ángulos la vida de Michael.
En vez de mostrar los hitos de INXS, como haría un documental clásico, por ejemplo, “Queen:Days Of Our Lives” (2011), lo que se va construyendo en “Mystify: Michael Hutchence” es cada parte de la persona detrás de la carismática, sensual y misteriosa figura del vocalista de la banda. Sus relaciones sentimentales, incluyendo testimonios de parejas históricas, como Michelle Bennett, Kylie Minogue o Helena Christensen, van dando a conocer no sólo los detalles de esos pasajes de la vida de Hutchence, sino también construyendo las certezas y dudas que él tenía consigo mismo, generando un puente entre sus historias en el presente narrado y su pasado, sus raíces familiares, y también sus intereses más allá de la música.
Algo que llama la atención es el nivel de extensión del archivo propio que tenía Michael Hutchence, incluso en su adolescencia, con material en video que mostraba lo que había detrás de las imágenes ya conocidas, permitiendo así que el retrato sea aún más fidedigno porque no hay necesidad en rellenar el documental con registros en vivo o entrevistados en pantalla. En vez de ello, la presencia del cantante es intoxicante, con pocos respiros, en un cúmulo de información que aprieta el pecho y dificulta la respiración, entregando parte de la experiencia que implicaba para el protagonista ser parte de su propia historia.
El punto más cercano a la creación de una historia oficial sobre Hutchence puede ser la forma cándida en la que se habla de drogas en el documental, algo que puede llevar a equívocos respecto a la influencia de este tipo de sustancias en la historia general o en sucesos específicos. Pero, fuera de ello, los roces creativos, administrativos, sentimentales o familiares se exponen con la suficiente imparcialidad como para entender que había una acumulación de experiencias más allá de las drogas, y que tenerlas lejos de la mira no era un acto de saneamiento, sino que de perspectiva para comprender cómo una vida puede recibir tantos estímulos externos e internos, como para que las drogas no parecieran ser tan fuertes.
El mayor problema en este trabajo audiovisual –que en lo técnico está claramente pensado para una sala de cine, desde la mezcla de sonido hasta la disposición de textos en pantalla– está en el guion, que cae en las trampas del relato coral y deja cojas algunas patas de la historia. “Mystify: Michael Hutchence” es exigente porque la cantidad de información, descripción y emoción dispuesta en pantalla es grande, y puede ser un tanto desconcertante para quien no sea conocedor de la historia de INXS o de su protagonista, pero también es parte de la experiencia, que en este caso, tal como el título de la obra, intenta engañar a quienes creían conocer al artista sólo por la altura de su figura, dando cuenta de todo lo auténtico que en verdad tenía un creador cuya pérdida más terrible no es la musical, sino la humana.
Título Original: Mystify: Michael Hutchence
Director: Richard Lowenstein
Duración: 102 minutos
Año: 2019
Reparto: Michael Hutchence, Patricia Hutchence, Kylie Minogue, Helena Christensen, Bob Geldof, Paula Yates, Lesley Lewis