Illumination es el estudio de animación que nos trajo “Despicable Me” (2010) y “Minions” (2015) con gran éxito en la taquilla, y es interesante que su misión declarada es hacer grandes éxitos animados, pero al menor costo posible, modelo de negocios que ha funcionado rotundamente. El estudio saca casi una película anualmente, siempre al menos triplicando su presupuesto en ventas alrededor del mundo, sin considerar la mercancía asociada a sus películas. Y ahora nos traen la secuela de “The Secret Life Of Pets”, buscando replicar el éxito de la entrega de 2016, nuevamente bajo el modelo de limitar los costos lo más posible.
“La Vida Secreta De Tus Mascotas 2” nos reúne con los protagonistas de la primera entrega, el jack terrier Max y el terranova Duke. Todo comienza cuando Katie, dueña de ambos, se casa y tiene un hijo. Duke y Max rápidamente se encariñan con el niño, pero Max se vuelve ansioso respecto a su seguridad. Cuando la familia se va por un par de días al campo, Max y Duke conocen a Gallardo, un imponente perro ovejero que confronta a Max y lo obliga a replantearse su forma de enfrentar el mundo. Mientras, en la ciudad, Gidget, amiga de Max, pierde el juguete que él le confió para que cuidara, y el conejo Snowball y Daisy (personaje nuevo) emprenden un viaje para rescatar a un cachorro de tigre que está en manos de Sergei, el cruel dueño de un circo.
La película está estructurada en tres historias paralelas. El viaje interno de Max, la búsqueda de Gidget por recuperar el juguete de Max, y la trama que termina por unir todos los cabos, la aventura de Daisy y Snowball para rescatar a un tigre blanco de un circo. Todas las tramas funcionan narrativamente y tienen resoluciones satisfactorias, particularmente cuando se cruzan las tres y todos los personajes trabajan en conjunto. Esto a pesar de que se extraña una temática en común que una los tres arcos. Además (y esto es importante al ser una película infantil), entrega valores relevantes, como enfrentar el mundo con coraje y, por supuesto, la trama del tigre habla sobre el respeto a los animales y el repudio a los circos que aún usan animales exóticos.
Por otro lado, los personajes son bastante carismáticos y variados, y afortunadamente no alcanzan a caer en estereotipos demasiado clásicos, aunque Max puede resultar un poco blando y plano, sin una personalidad demasiado definida. Probablemente es porque, siendo el protagonista, decidieron no darle rasgos de personalidad demasiado radicales para mantener al público anclado en él.
La animación, aunque se nota que es el área donde el estudio corta el presupuesto, está en un cómodo punto medio. Si bien, se siente algo precaria en comparación con otras películas de animación contemporáneas, no alcanza a transformarse en una distracción. Los modelos se mueven con fluidez y de forma orgánica, y los personajes son tiernos y entrañables. Además, hay un par de escenas de acción bastante dinámicas y entretenidas de ver, lo que visualmente le sube el pelo a la película.
Es una sólida película infantil, y no es difícil entender por qué ambas entregas de la franquicia han tenido éxito. Illumination sabe perfectamente cuáles son los ingredientes para generar contenido de manera rápida y a bajo costo, obteniendo el máximo de ganancias, a través de personajes tiernos diseñados específicamente para vender juguetes y peluches. Particularmente se nota esto con el personaje de Snowball, que incluso tiene su propia escena post créditos, donde su mezcla de ternura y rudeza está destinada a enamorar a las audiencias infantiles.
Sin embargo, ver “La Vida Secreta De Tus Mascotas 2” sólo como un intento corporativo de lucrar con audiencias infantiles es un poco cínico. La película logra contar una historia entretenida, con buenos valores, personajes con los que tanto niños como adultos pueden empatizar (el monólogo de Max sobre la seguridad del niño y lo peligrosa que es la ciudad es algo que probablemente resonará con padres en la audiencia). Si bien, no es la cumbre de entretención infantil madura y emocional que fueron, por ejemplo, “Ratatouille” (2007) o “WALL·E” (2008), es una película graciosa y entretenida. Además, no es necesario haber visto la primera para entender a los personajes y sus relaciones, por lo que es difícil encontrar razones para no recomendarla.
La última de una larga seguidilla de reboots, secuelas y remakes de películas clásicas de la década del 80, “Top Gun: Maverick” de primeras cumple con su cometido. Es una perfecta secuela de “Top Gun” (1986), que, si bien cae en muchos de los mismos vicios, también la actualiza para las nuevas audiencias sin perder el núcleo que hace recordar a la original.
La historia empieza cuando Maverick (Tom Cruise) es enviado, a petición del almirante Iceman (Val Kilmer), su antiguo compañero, a volver a la academia Top Gun a entrenar a un equipo de egresados para una peligrosa misión. Sin embargo, en el grupo de pilotos se encuentra Rooster (Miles Teller), hijo de Goose, viejo amigo de Maverick que falleció mientras ambos estudiaban en la misma academia. Maverick tendrá entonces que enfrentarse a su pasado para poder entrenar al hijo de su amigo y poder cumplir la peligrosa misión que les ha sido encomendada.
Desde el primer momento “Top Gun: Maverick” deja sumamente claro que, más que contar una historia terriblemente original, lo que busca es de alguna forma transportar al espectador al mundo de la primera película. Esto la lleva a caer en varios de los mismos vicios. De hecho, casi se siente como si fuera la misma película, pero todo un poco más exagerado. Los personajes son inverosímiles, la forma de Maverick de relacionarse con el mundo se siente superficial y maqueteada, todo está diseñado para que cada momento nos recuerde lo talentoso e intrépido que es el personaje. Incluso los momentos más interesantes desde un punto de vista narrativo y que son el núcleo emocional de la película, es decir, la relación entre Maverick y Rooster, se ven sofocados en un mar de nimiedades estilísticas.
La peor de estas nimiedades es la trama romántica entre Maverick y Penny (Jennifer Connelly), con un romance bastante parecido al de la primera cinta, e igual de innecesario, ya que Penny lamentablemente no tiene una personalidad ni un objetivo, más allá de ser el interés romántico del protagonista. Lo anterior se siente casi como si hubieran metido al personaje sólo para mantener la misma estructura que la primera película, y porque Penny es una referencia a una línea de la misma.
Sin embargo, y a pesar de todos sus problemas narrativos, los momentos en que la “Top Gun: Maverick” brilla, realmente lo consigue. Las secuencias de vuelo, al igual que la de 1986, son dinámicas, entretenidas y tensas, pese a la falta de peso emocional que puedan tener, ya que durante las escenas de entrenamiento no se siente que los personajes tengan realmente mucho que perder. Son espectáculo puro y, al poner la cámara al interior de las cabinas de los F-18 que pilotean los personajes, se genera una experiencia sumamente inmersiva, emocionante y frenética. Esto se da particularmente en el último tercio, cuando a todo esto se suma el peso del combate real, generando una tensión que mantiene al borde del asiento a punta de velocidad y vértigo, a pesar de que los personajes no sean particularmente queribles.
Visualmente la película se cae un poco. Sufre del look genérico que tantas cintas de acción actuales tienen, donde no hay una dirección y estilo reconocible, fuera de que todo sea fácil de leer visualmente para que la acción en pantalla se entienda. Hay muchos guiños visuales a la primera película, pero esto sólo genera que, en el contraste con su antecesora, “Top Gun: Maverick” se sienta mucho más plana y genérica. Y aquello tiene sentido, puesto que esta no es una película de visión autoral, sino que un producto de nostalgia.
Y a eso se reduce de alguna forma “Top Gun: Maverick”, demostrando que es posible tomar una película muy propia de su época para actualizarla de forma exitosa. Sin embargo, no se siente como una sucia estrategia de marketing para ganar dinero, sino que como algo originado de un verdadero cariño y una real pasión por el cine de acción, por el estilo de películas que se hacía en esa época y que ha ido desapareciendo con el tiempo. Si bien no es una gran película, “Top Gun: Maverick” cumple con creces su objetivo de mantener vivo el espíritu de esa era, para bien o para mal.
Título Original: Top Gun: Maverick
Director: Joseph Kosinski
Duración: 131 minutos
Año: 2022
Reparto: Tom Cruise, Miles Teller, Jennifer Connelly, Jon Hamm, Glen Powell, Ed Harris, Val Kilmer, Lewis Pullman, Charles Parnell, Bashir Salahuddin, Monica Barbaro, Jay Ellis, Danny Ramirez