El doctor John Dolittle es el personaje principal de la serie de libros escritos por Hugh Lofting a principios de 1920. El protagonista de esta serie es reconocido por comunicarse con los animales y sus aventuras han sido adaptadas a distintos medios, siendo “Doctor Dolittle” (1998), protagonizada por Eddie Murphy, una de las más recordadas. La nueva versión del excéntrico doctor se acerca mucho más al material original, con el intento de explorar a su protagonista desde otra perspectiva, otorgando aires frescos a su nombre.
A siete años de haber perdido a su esposa, el doctor John Dolittle (Robert Downey Jr.) vive alejado en su gran mansión, sólo con la compañía de un grupo de exóticos animales. Cuando la reina de Inglaterra (Jessie Buckley) se enferma gravemente, Dolittle tendrá que salir de su encierro para embarcarse en una aventura en busca de una cura. El doctor, junto a sus animales y un joven aprendiz (Harry Collett), se enfrentan a peligrosos obstáculos con el fin de lograr la misión y salvar la vida de la reina.
“Dolittle” está basada en “Los Viajes del Doctor Dolittle” (1922), el segundo libro de la serie, y la cinta decide tomar el conocimiento predeterminado que existe sobre su protagonista y ahorrarse introducciones detalladas sobre él, salvo un breve flashback utilizado con el fin de establecer su actual situación. De modo que la entrada y posterior inmersión en el mundo del doctor está puesta en la visión de un niño que termina acompañándolo en su aventura. Este comienzo parece, en un principio, un portal hacia un mundo extravagante, lleno de pequeños y fascinantes detalles en torno a los animales que conviven con Dolittle, y sin duda este paseo por la mansión en la que viven completa la presentación de la particular vida de él y los animales que lo acompañan.
Sin embargo, los hechos que empujan al doctor a embarcarse en una nueva aventura parecen puestos a la fuerza y sin mayor complejidad, por lo que, desde que el conflicto es instalado, la serie de eventos que le siguen avanzan con una estrepitosa rapidez, en un relato que marcha inestable y que no parece tener objetivos lo suficientemente claros como para sostenerse. Esto afecta no sólo a la narración, sino que también al desarrollo de sus personajes, los que nunca son abordados con profundidad, dejando cabos sueltos y perdiendo la oportunidad de explorar dinámicas que podrían haber hecho de la relación de sus protagonistas algo mucho más memorable. Así, la cinta decide transitar por caminos que no terminan por llevar a un cierre apropiado, entrampándose y esquivando torpemente estos obstáculos.
A pesar de los desaciertos en su construcción narrativa, “Dolittle” es una cinta de aventuras hecha para entretener, y logra este objetivo gracias una comedia sencilla, pero que funciona y encaja con naturalidad con el relato, otorgando momentos de relajo a través de la interacción de Dolittle con los animales digitales, relación que resulta ser el principal atractivo de esta adaptación y que logra mantener la atención de la audiencia.
Siendo una cinta donde lo inusual toma un lugar importante en el relato, la construcción visual del mundo de “Dolittle” está hecha con el objetivo de deslumbrar a su público objetivo, y esto lo consigue por la vivacidad con la que se componen sus escenas llenas de atractivos. Por otra parte, el grupo de personajes animales están creados para que resalten y se lleven la mayor atención y, aunque a veces el diseño en CGI no logra acoplarse con el mundo tangible con el que interactúan, estos están construidos con tal personalidad, que logran credibilidad y se toman el protagonismo de la historia.
“Dolittle” es claramente una cinta dirigida para un público infantil y, aunque reúne las características para ser una película de entretención, esta tiende a subestimar a sus espectadores y no logra alcanzar el nivel suficiente como para ser una producción memorable. Pese a sus esfuerzos, no consigue elevarse dentro de un género que sí ha demostrado entregar producciones con cualidades superiores.
Título Original: Dolittle
Director: Stephen Gaghan
Duración: 95 minutos
Año: 2020
Reparto: Robert Downey Jr., Antonio Banderas, Michael Sheen, Jim Broadbent, Jessie Buckley, Kasia Smutniak, Ralph Ineson, Harry Collett, Nasir Jama, Zak Holland, Tonya Cornelisse
“Lightyear” inicia con un pequeño título que dice que, en los años noventa, Andy, el personaje de la serie de “Toy Story”, recibió un juguete de su película favorita, y esta es esa película. Lo anterior podría llevar a imaginar que la cinta en cuestión tendría una estética noventera o tomaría elementos de películas de aventura de la época, de la misma manera que, por ejemplo, la serie “Stranger Things” se apoya en la estética y el estilo del terror de esa época, apropiándose de la narrativa y el estilo de esa década. Sin embargo, acá las referencias a la época comienzan y terminan con ese título inicial, y la obra rápidamente se transforma en otra simple película de aventura. Esto no es necesariamente malo, “Lightyear” es una película completamente funcional, entretenida y que, aunque a ratos se puede volver predecible, logra sorprender con algunos giros, pero esto genera que ese título inicial pierda sentido, y pone en cuestionamiento la razón de ser de esta película.
La historia comienza cuando, luego de quedar varados en un planeta hostil, Buzz Lightyear junto a su compañera Alisha hacen lo posible por llevar a la tripulación de vuelta a casa. Con la ayuda de científicos logran desarrollar un combustible experimental que podría salvarlos, pero durante los experimentos descubren que Buzz Lightyear, piloteando la nave de prueba, experimenta el tiempo de manera diferente: lo que en esa nave son minutos, en la superficie del planeta son años. Sin embargo, Buzz es incapaz de rendirse, y lo sigue intentando durante años y años, durante los cuales sus amigos y colegas envejecen mientras él se mantiene de la misma edad. Todo cambia cuando, al volver de uno de estos ensayos, descubre que algo ha cambiado: el planeta ha sido invadido por robots alienígenas. Con la ayuda de Izzy, nieta de su compañera, Lightyear deberá enfrentarse a estos robots para salvar al planeta y tener una oportunidad para volver a casa.
La de “Lightyear” es una trama que, a pesar de tocar temáticas interesantes sobre el paso del tiempo y la culpa, a ratos se siente muy complicada, ya que pasa mucho antes de que la trama principal siquiera comience. Esto hace que los tópicos que la película tratará a lo largo de su conflicto principal queden un tanto sobreexplicadas durante la primera media hora, lo que genera una desconexión entre lo que los personajes experimentan versus lo que los espectadores entendemos. Cuando Buzz se da cuenta de qué es lo que debe aprender para resolver el conflicto, es algo que se ve venir desde el principio de la historia.
Si bien, esto puede hacer que la película se sienta algo predecible desde un punto de vista temático, desde una perspectiva narrativa funciona bastante bien como cinta de acción y aventura. El universo que construye es visualmente rico y bastante especial, y se beneficia de diversas ideas sobre física cuántica que han sido exploradas en gran cantidad por películas de ciencia ficción, particularmente desde el aspecto de viajes en el tiempo.
Es interesante además que, a diferencia de muchos otros productos de nostalgia actuales, “Lightyear” se ve obligada a construir un universo completamente nuevo, puesto que las referencias que existen en las películas de “Toy Story” son sumamente vagas y genéricas, y es un desafío que el equipo tras esta película logra cumplir de forma satisfactoria. Buzz Lightyear, como personaje, es complejo e interesante, alejándose lo suficiente del juguete de sus películas madre para sostenerse como protagonista, pero logrando mantener suficientes elementos para sentirse familiar. Después de todo, el juguete supuestamente está basado en este personaje.
Por cierto, es difícil alejarse de las películas de “Toy Story”, no sólo porque “Lightyear” sea supuestamente el origen del juguete, sino porque está llena de referencias a la saga. La sombra de la tetralogía lo toca todo, tanto así, que a ratos pareciera que esta película es más una historia fan-made sobre el juguete que el verdadero origen del personaje. Y esto se debe a que no se siente como un producto de la época que supuestamente existe junto a los juguetes en el universo de “Toy Story”, sino que, en muchos sentidos, se percibe supeditada a los juguetes, tanto en sus referencias como en, incluso, un giro cerca del final de la historia.
Lo que queda es una sensación algo agridulce, ya que, cuando se concentra en ser sólo una película de aventuras, “Lightyear” funciona bastante bien, con un universo interesante, personajes coloridos y tensas secuencias de acción, incluso si no llega a los niveles de profundidad temática y madurez emocional de otras películas de Pixar. Lo anterior hace que se sienta como una oportunidad perdida porque como referencia a “Toy Story” no funciona tan bien como parecían ser sus intenciones, pero cuando se aleja de ella la historia marcha mucho mejor y queda la sensación de que hubiera sido aún mejor sin ninguna referencia, sólo existiendo por sí misma.
Título Original: Lightyear
Director: Angus MacLane
Duración: 100 minutos
Año: 2022
Reparto: (voces) Chris Evans, Keke Palmer, Peter Sohn, Taika Waititi, Dale Soules, James Brolin, Uzo Aduba, Mary McDonald-Lewis, Isiah Whitlock Jr., Angus MacLane, Bill Hader