De películas que llegan tarde a la cartelera somos testigos cada semana. Pero de películas que además de debutar tarde en esta parte del mundo, se estrenan con tardanza en sus propios países de origen, tenemos limitado registro. Con “Cacería Macabra” somos una vez más espectadores de esta rareza en la distribución de cine, una cinta dirigida por Adam Wingard, quien fuera uno de los realizadores detrás del díptico conformado por “Las Crónicas del Miedo” y “Las Crónicas del Miedo 2”.
Los cuatro hermanos Davison llegan hasta la nueva casa de sus padres para celebrar su aniversario, pero la reunión se verá interrumpida de golpe tras el ataque de un grupo de asesinos enmascarados, y lo que prometía ser un agradable reencuentro, terminará convertido en una pesadilla.
La película en un comienzo incita a pensar que nos disponemos a disfrutar de una realización de mediana solidez. Pone en la mesa un planteamiento atrayente para empezar y presenta con criterio cada personaje. Nada de mal, hasta que prontamente llega el punto de quiebre. En seguida, la cinta opta por encaminarse por senderos anegados por lo evidente y desprovistos de sorpresa. Lo que se desata efectivamente es una cacería –como dicta el título-, pero si bien una no completamente desganada, de seguro incapaz de provocar algún sobresalto significativo en la audiencia. Así es cómo un buen arranque no tarda en darse de frente con un mal habitual en este tipo de filmes: el estancamiento del relato, para dar paso a un desarrollo vulgar.
El plan de esta apuesta de terror es poner al límite a un grupo familiar acosado incesantemente por homicidas. Para ello, en términos más evidentes, se decanta por la exposición descomedida de desmembramientos y sangre. En cuanto a rasgos netamente cinematográficos, hace del golpe de efecto su más repetido recurso, en un empleo que no sabe de mesura ni sutileza, sumado a un montaje que por momentos se torna caótico. Ambos brazos van desarticulando una realización que merecía mayores dosis de afinación.
Cuando el truco escogido para mantener al espectador aferrado al asiento se reitera sin sensatez ni orden, se atenta seriamente contra algo tan básico como la atención que se tiene ante lo visto en pantalla. En este caso, no se extermina totalmente con aquello, pero se queda a bien poco de matar toda simpatía por el material desplegado. Su flojo juego del gato y el ratón ocasiona un desgaste que casi deja en ascuas el esfuerzo inicial por darle robustez a la idea de “casa amenazada por psicópatas”.
No suficiente con el precario diseño con que intenta sostener la tensión en la casi totalidad de su metraje, se suma otro antecedente lamentable. Lo que en un arranque parece ser un cuidado de personajes ajeno a esta clase de películas, culmina de pésima manera: el desprecio total a su galería de creaciones. A fin de cuentas, son personajes prisioneros de un engranaje narrativo que los usa con fines que rozan lo macabro. Y para peor, por lo menos la mitad llevados a la acción en actuaciones dignas de recreación de matinal.
No estamos ante el caso de una potente premisa que es desaprovechada en su ejecución, sino que más bien frente a una realización con unos primeros veinte minutos de buen remate –por la adecuada disposición de sus viejas piezas- que se atasca por la anodina serie de decisiones que van hilvanando su desarrollo. Tristemente, lo que se empieza viendo con dientes apretados, se finaliza contemplando con la desafección y molestia propia de un mal chiste.
Novedades sobre The Notorious B.I.G. Se dio a conocer el primer trailer del documental “Biggie: I Got A Story To Tell” acerca del músico asesinado en 1997 y quien fuera incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2020. La producción abarca entre los años 70 y 90 del rapero en Brooklyn, y su fecha de estreno es el 1 de marzo a través de Netflix.
La realización del filme demoró cuatro años, cuenta Emmett Malloy, director de la nueva entrega que abarca la carrera del artista. Y eso no esto todo, ya que, como productores, se encuentra la madre del protagonista, Voletta Wallace, y un colaborador cercano: Sean “Puff Daddy” Combs. Por último, está Wayne Barrow, manager de The Notorious B.I.G., quien tiene el rol de productor ejecutivo.
A continuación, te dejamos el trailer del documental: